ANÁLISIS| Tony Hawk’s Pro Skater 1 + 2 tiene nostalgia y dignidad

Uno de los momentos más intensos en mi experiencia con Tony Hawk’s Pro Skater 1 + 2 fue cuando apenas comencé a jugar, durante la selección del skater con el que empezaría el periplo emotivo que supone recorrer los niveles de estos dos grandes clásicos. Sucede que Tony Hawk’s Pro Skater y su continuación marcaron generaciones enteras, y si fueron fieles a la serie, podríamos decir que han crecido con ella, incluso bancándola en sus altibajos. Cuando empecé a ver el repertorio de patinadores, me cayó como un yunque en la cabeza: no fui el único que creció; ya no tengo 17 años. Chad Muska, Steve Caballero, Rodney Mullen y el resto de los skaters profesionales acusan el paso del tiempo con sus contrapartidas virtuales. Se les notan los años y en algunos casos, la falta de estado, o el uso de ropa que claramente ya no sienta bien. Pero acá está lo más hermoso de todo: lo aceptan. Aceptan que ya son grandes y no lo ocultan; algunos como Tony Hawk ya pasaron los 50 años de edad. Y aunque por fuera se ven distintos, ahí los tenés, listos para acompañarnos por los intrincados recovecos de Venice Beach como siempre lo estuvieron. Algunas cosas nunca cambian.

TONY HAWK’S PRO SKATER 1 + 2 DEMO ¿Llego al MILLÓN DE PUNTOS? | GAMEPLAY con GUILLO

Esta idea de aceptación es el eje central de Tony Hawk’s Pro Skater 1 + 2: se trata de una de remake en el sentido de que pone a punto las facetas más ásperas de lo que sería jugar hoy a un juego de la primera PlayStation. Y esto es lo primero que va a saltar a la vista, porque el compendio que nos propone Vicarious Visions entra muy bien por los ojos, ya que se ve estupendamente bien. Adiós a los modelos esquemáticos y casi lisos de los skaters: en esta remake, los patinadores se ven ultra detallados, prístinos al nivel de poder apreciar las pequeñas imperfecciones en la piel, los poros, el pelo, el género de la ropa. Esto aplica para los viejos conocidos pero también para cada uno de los ocho nuevos patinadores y cualquier skater que deseemos crear con el genial creador de personajes que viene incluido en el paquete. Realizado con Unreal Engine 4, se nota que hay un trabajo minucioso en este sentido.

Y están los niveles. Volver a recorrer Venice Beach, Nueva York o el mítico Area 51 es un auténtico placer ya que se ven como nunca antes, con efectos de partículas, sombras dinámicas, iluminación global y reflejos realistas con el que sólo nos permitíamos soñar mientras realizábamos nuestras interminables líneas de truco en la vieja PlayStation. Técnicamente Tony Hawk’s Pro Skater 1 + 2 está muy bien resuelto, compacto y funciona de maravillas, ostentando así una depuración que cada vez es más difícil de encontrar en productos de este tipo. El cuidado de los detalles se extiende también a la forma en la que se nos presenta todo el contenido, porque lo hay, y mucho.

El hilo conductor principal de la experiencia es el “Tour de Skate” que es, lisa y llanamente, un recorrido de tres piezas a través de Tony Hawk’s Pro Skater, su continuación y por último, un apartado de desafíos por leaderboard online y las clásicas sesiones libres de skate. El primer tramo está compuesto por niveles del primer juego y el segundo, obviamente, por los del segundo. Todas las conjeturas que se aventuraron alrededor de una suerte de ‘narrativa’ que unifica estos contenidos quedan sin efecto, porque Tony Hawk’s Pro Skater 1 + 2 no pretende reinventar la rueda ni arreglar lo que no está roto. El Tour de Skate nos invita a ir desbloqueando niveles mediante la concreción de los típicos objetivos a los que la serie nos tiene acostumbrados: recoger las letras de SKATE, realizar combos extensos, varios niveles de puntajes elevados, descubrir el videocasete secreto y más. Hay muchos objetivos que son comunes en todos los niveles y otros que son específicos, como el clásico “hacer ollie al vagabundo mágico” de Venice Beach. Podría decirse que en términos de remake, lo visual se aggiorna de manera inversamente proporcional a lo estructural y el formato de sus niveles.

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En cualquier Tony Hawk

En cualquier Tony Hawk’s Pro Skater, Chad Muska es obligatorio de jugar.

Porque además, los niveles tienen exactamente la misma disposición de los clásicos, incluso a costas de que se rompa la sensación de “lugar real” debido a la escala falseada que tienen ciertas barandas, rampas o mismo las estructuras y disposición de los edificios o las calles. Y es que por muy distinto que se lo vea, debajo del casco, rodilleras y ropa holgada, estamos ante el viejo Tony Hawk’s Pro Skater de siempre. Y eso está muy bien. Acá entra esto de la aceptación: esta remake no pretende ser algo que nunca fue, sino que lo que busca es darnos la posibilidad de revivir estos clásicos adaptados a lo que uno podría esperar de un juego actual. Y lo logra. Visualmente da en la tecla pero también lo hace cuando tenemos el control en las manos.

Si alguna vez jugaron Tony Hawk’s Pro Skater, estarán cómodos como si hubiesen vuelto a casa: se juega exactamente igual a los clásicos. Trucos de flip, grind, grabs, stalls, lip, flatland freestyle, además de los míticos movimientos especiales de cada skater disponible: un arsenal de piruetas ultra detalladas y más vistosas que nunca. Desde luego que todo responde mejor y más inmediato; las animaciones nuevas que engalanan cada uno de los trucos y transiciones -o mismo los tics de cada skater al andar, lo cual los hace verse únicos- no se interponen en el fluir de los comandos. Vicarious Visions logró dar en el punto justo entre la actualización y la familiaridad, porque se siente exactamente como eso: nuevo, pero a su vez familiar.

La progresión con cada skater presenta las novedades más dramáticas, ya que por un lado subimos de nivel habilitando nuevos elementos desbloqueables; a su vez, cada skater sube de nivel y nos permite asignar nuevos movimientos especiales hasta sumar un total de 8. Todos tienen además elementos estéticos -ropa, tablas y accesorios- que se desbloquean cuanto más jugamos con cada skater y más desafíos propios completamos. Así mismo, podremos desarrollar las habilidades de cada uno de ellos, modificando así las estadísticas base con las que vienen “de fábrica”. En los niveles hay desperdigados una serie de “puntos de stats” que se resetean si cambiamos de personaje. La idea es que rejugemos todo el tiempo buscando estos puntos para que todos los skaters que usamos tengan un desarrollo parecido. También se sumaron una enorme cantidad de elementos estéticos para comprar en el skate shop dentro del juego, pero no desesperen: todo se compra jugando y no hay intenciones, de momento, de que haya microtransacciones.

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Steve Caballero tiene porte de leyenda. Está bien, porque lo es.

Steve Caballero tiene porte de leyenda. Está bien, porque lo es.

Completando lo que sería la experiencia Tony Hawk’s Pro Skater 1 y 2 tenemos el tercer apartado principal, que es el del “Rankeado y Libre”. Acá podemos seleccionar cualquier nivel del juego para jugar libremente o bien intentar competir en el ránking mundial de jugadores para ver quién hace más puntos en una sesión de dos minutos. Lo interesante de este último apartado, es que además de los niveles canónicos, hay una amplia gama de escenarios realizados por Vicarious Visions que se animan a toquetear las reglas básicas de Tony Hawk’s Pro Skater, subvirtiéndolas de tal forma que recuerda un poco a lo que hace Nintendo con Super Mario Maker. Y esto nos abre paso a otro de los elementos centrales de esta remake: el creador de skateparks. A través de este módulo -y la paulatina obtención de objetos para usar en el editor con el correr de los niveles- podremos crear nuestro nivel o skatepark de ensueño para poder utilizarlo nosotros o bien compartirlo con la comunidad. Se trata de un editor sencillo, pero muy potente, tal como nos lo demuestran los niveles de la propia Vicarious Visions, por lo que no es difícil intuir que será un punto a prestar atención una vez que esté en manos de todos: dará tela para cortar.

Finalmente, existe la posibilidad de jugar cooperativamente en la misma consola o PC y sesiones especiales de hasta 8 jugadores y modos como ataque de puntos en una misma sesión o “guerra de graffitis”, todo online. Al momento de realizar este análisis ninguno de estos modos estaba habilitado por tratarse de un acceso anticipado, pero en el caso de que aporten algo significativo a la experiencia, se verá reflejado con una actualización en cuanto los servidores estén funcionando.

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A primera vista la Escuela está irreconocible, pero después de dar una vuelta, se siente muy familiar.

A primera vista la Escuela está irreconocible, pero después de dar una vuelta, se siente muy familiar.

De cualquier modo, está clarísimo que estos modos online están para ponerle un poco más de sabor a una propuesta que pone su foco en otro lado. Tony Hawk’s Pro Skater 1 + 2 podría haber caído en la nostalgia fácil. En su lugar, encara su responsabilidad con altura. La atención al detalle en los easter eggs, la selección musical que respeta clásicos como Guerrilla Radio o Superman, los atuendos clásicos combinados con el look actual de los skaters profesionales: estamos ante una remake que lo entendió todo y que incluso se ríe de sí misma. Y hasta se anima a aventurarse a nuevas generaciones: los 8 skaters ingresados para esta ocasión -que yo apenas conozco, dicho sea de paso- le hablan a una audiencia completamente nueva, que probablemente nunca haya jugado nada de la serie Tony Hawk’s Pro Skater.

Y ese es en última instancia, el truco perfecto: porque cuando estas nuevas generaciones le pongan las manos encima a Tony Hawk’s Pro Skater 1 + 2 no será como esos videos donde los adolescentes reaccionan a jugar Pitfall en Atari 2600; no. Lo que encontrarán es un arcade que funciona perfecto, visualmente encantador, jugablemente sólido y con muchísimo corazón, que sabe complacer tanto al recién llegado como a los ex skaters que rozan los cuarenta años como yo. Algo que es muchísimo más difícil de lograr de lo que parece.

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TONY HAWK’S PRO SKATER 1 Y 2

04/09/2020 (PC, PS4, XBOX ONE)
8.5

Jugué Tony Hawk’s Pro Skater 1 + 2 durante 15 horas, lo que me permitió desbloquear los 17 niveles del primer y segundo juego, además de probar los apartados online asincrónicos y el creador de pistas y skaters.