La fiebre ninja que trajeron las cuatro tortugas adolescentes mutantes más famosas del mundo a finales de los ochenta, abarcó prácticamente todas las ramas del entretenimiento, yendo de las historietas a los dibujos animados, cine, teatro y como no podía ser de otra manera, videojuegos. El arcade de Konami y el consolero Turtles in Time son considerados de lo mejor del género “Yo contra el barrio”, pero por más que Donatello, Rafael, Miguel Angel y Leonardo siguen vigentes en otros medios, por el lado del gaming venían dejando mucho que desear. TMNT: Shredder’s Revenge vino a cambiar eso.
Este nuevo Beat’em up publicado por Dotemu y desarrollado por Tribute Games, entiende dos principios fundamentales para que esta experiencia no falle. En primer lugar, Shredder’s Revenge destila aprecio por el material original. No busca ofuscar con Easter Eggs o tener un estilo propio diferenciado, sino que capta a la perfección la Edad Dorada de los productos de las Tortugas Ninja y lo refleja con más respeto que ostentación. Sabe quienes son y cómo se comportan los personajes principales y secundarios, cuáles son sus fuertes y cómo utilizarlos por más que sea para un cameo de segundos. Nada está por estar, haciendo que realmente se sienta un flow orgánico con los juegos de los noventas.
Pero por encima de esto, los desarrolladores comprendieron que la rueda no puede ser reinventada y hoy por hoy, un buen juego de peleas callejeras es aquel que se siente bien en los controles y respeta los tropos que la audiencia viene a buscar. No hace falta modernizar los gráficos o incluir complicados esquemas de combate, sino utilizar las herramientas actuales para pulir una experiencia que ya era redonda hace unos veinte años.
TMNT: Shredder’s Revenge cumple con eso con la sutileza del que sabe. En esta nueva aventura que se nutre pero no se aprovecha de la nostalgia, recorreremos una Manhattan a escala representada como el mapa de Super Mario World, haciendo paradas en los distintos escenarios cargados de detalles. Ya sea el Canal 6, las alcantarillas o el mismísimo Tecnodromo, todo desborda estilo gracias a las cargadas animaciones, fuertemente inspiradas en el trabajo de Paul Robertson – artista de juegos como Scott Pilgrim Vs. The World, donde Tribute colaboró.
No hay una pantalla donde no estén sucediendo mil cosas al mismo tiempo, ya sea por nuestras acciones, animaciones que suceden en el fondo o hasta detalles en el mobiliario. A todo esto se le suman eventualmente trampas que complican el paso, items para romper y distintos tipos de pizzas que empoderan de diferentes maneras a nuestros peleadores. Uno puede llegar a pensar que todo esto puede ser abrumador, pero la realidad es que hay una armonía entre los elementos. Toda esta energía se complementa con una banda sonora incidental acertada aunque no deslumbrante, pero que sabe explotar en momentos determinados con temas originales, como la intro del opening clásico interpretado por Mike Patton o “We ain’t Came To Lose”, que es prácticamente una riña de gallos entre Destructor y las Tortus, encarnados por Raekwon y Ghostface Killah de Wu Tang Clan.
Ahora bien, en mis primeras impresiones admití temer que tanto lujo de detalle fuera una pantalla para esconder una experiencia final poco inspirada. Por suerte para mi y para todas aquellas personas que vayan a jugarlo, ese no fue el caso. Para comenzar, el juego ofrece una propuesta de rejugabilidad. En la era moderna del gaming, entendimos y comprobamos gracias a la data recolectada, que la mayoría del público no sólo no vuelve a jugar los títulos, sino que en la mayoría de los casos ni los termina. Sin embargo, en un Beat´em up, la rejugabilidad es importante y en Shredder’s Revenge es justificada y motivada.
Desde el vamos, contaremos con dos modos de juego. Un modo historia, donde nuestro progreso irá siendo salvado, nuestras vidas se resetean en cada nivel y podremos intentar llegar al final cuantas veces queramos, incluso luego de cerrar el juego. Al mismo tiempo, contaremos con un modo más vieja escuela, donde tendremos un número limitado de vidas y una vez que se acaben, aparecerá el temido cartel de Game Over, que por más que reza “Juego Terminado”, nosotros sabemos que en realidad significa “Perdiste”.
Hay otras siete razones para volver a jugar este título y son sus personajes. Pudiendo controlar a los cuatro hermanos, además del Maestro Splinter, Casey Jones y hasta la mismísima Abril O’Neil, siempre vamos a poder encarar la batalla de maneras ligeramente diferentes. Respondiendo a un mismo esquema de controles, todos los personajes tienen distintas animaciones para un repertorio de ataques variados. Ya sea combatiendo desde el suelo o en el aire, el juego nos permite construir un poco más allá del combo de salto con patada, e inclusive agrega algunas habilidades especiales dependiendo nuestro nivel.
Y ese es otro motivo para volver sobre Shredder’s Revenge. A medida que completemos desafíos de niveles, cumplamos con misiones secundarias y avancemos con un personaje determinado, su nivel irá subiendo y esto destrabará recompensas para el jugador en forma de una mayor barra de salud, vidas extras, nuevos movimientos y barras de energía adicionales. A medida que llenemos nuestro cargador de especiales combatiendo o realizando unos divertidos taunts, podremos ejecutar diferentes habilidades ideales para limpiar a la pantalla de enemigos o hacer mucho daño a un jefe con un solo golpe. Por otro lado, también podemos elegir guardar toda esa energía y desencadenarla cuando tengamos todas nuestros medidores llenos, lo que otorga un muy ligero factor de administración de recursos y combate estratégico.
Enfrentar a hordas y hordas de soldados del Foot Clan a lo largo de sus dieciséis niveles nunca llega a volverse repetitivo. Cada nueva locación agrega nuevas amenazas y mientras que muchas de estás continúan apareciendo, el título no cae en la bajeza de reciclar adversarios o poner jefes como enemigos comunes. Teniendo en cuenta que cada personaje tiene diferentes capacidades en cuanto a poder, alcance y velocidad, tendremos mayores facilidades o dificultades para vencer, pero ahí es donde brilla la posibilidad de cambiar de personaje entre nivel y nivel si así lo deseamos o, mejor aún el multiplayer, por cómo los personajes se complementan.
Si tengo que remarcar un punto negativo, diría que fueron sus jefes. El repertorio es excelente y hasta incluye personajes que no esperaba, pero nunca terminan de ser desafiantes y entretenidos. La gran mayoría simplemente son tanques que hacen mucho daño y reciben poco. Son los menos aquellos que cuentan con un patrón de ataque interesante que nos haga pensar, calcular y ejecutar y aún estos terminan siendo sencillos. Shredder’s Revenge no es un arcade come-fichas, por lo que no está pensado para que perdamos si o si, pero un poco más de peso en esos momentos donde se tiene que sentir que la vida está en juego, no hubieran estado del todo mal.
Por otro lado, sus escenarios detallados presentan un uso de la perspectiva que por momentos pueden resultar incómodos. Mientras que vuelvo a celebrar la variedad de escenarios y el culto a recursos clásicos como las peleas sobre tablas voladoras, estas terminan siendo un incordio por la utilización de diagonales poco claras. Nada de esto imposibilita el juego, pero es una imperfección que por momentos se hace muy notoria.
Sin embargo, TMNT: Shredder’s Revenge es todo lo que necesitábamos. Es un juego al que vamos a volver constantemente solos y con amigos, en cooperativo local y a través de la internet, para encontrar todos los secretos y cameos escondidos. Tribute Games demuestra sus años de experiencia y Dotemu pone el sello de aprobación final en su nueva posición como la autoridad en Beat’em ups modernos, luego de Streets of Rage 4. Shredder’s Revenge cumplio con darme lo que pedìa y encima dejarme con ganas de más. Pero por ahora, todo lo que resta hacer es llamar amigos, pedir unas cuantas pizzas y jugarlo una y otra vez, hasta que haya más novedades. Por lo pronto, no puedo decir más que ¡Cowabunga!