ANÁLISIS| Titans S01E05: Together (Spoilers)

Tras abandonar la mansión Caulder, y dejar a la Patrulla Condenada atrás, a Dick Grayson no le queda otra que “oficializar” la alianza con sus nuevos compañeros de ruta, con un sólo objetivo en mente: mantenerse unidos y a salvo de las fuerzas que andan en busca de Rachel. Muy a regañadientes, y tras hospedarse en un modesto hotel de la zona, el ex Robin accede a entrenar a estos extraños o, al menos, ayudarlos a controlar sus poderes y estar atentos ante cualquier amenaza.

Toda su experiencia junto a Batman desde chiquito tiene sus ventajas, pero también es lo que más lo refrena a la hora de convertir a Roth, Kory y Gar en instrumentos de violencia. En el proceso, Dick sigue tratando de encontrar su propio camino y averiguar quién es, una disyuntiva que Anders parece captar desde un primer momento, incluso sin saber que está ante el famoso joven maravilla.

“Together”, dirigido por Meera Menon -responsable de “The Good Twin”, uno de los mejores episodios de la segunda temporada de “GLOW”-, es un capítulo que se enfoca en la acción y en los lazos cada vez más estrechos entre estos cuatro individuos tan diferentes y parecidos entre sí. Todos, en algún punto, tienen miedo de explotar su mayor potencial, por temor a lastimar a los otros. El de Rachel podría ser el caso más extremo, pero es Dick el que parece tener más dificultades a la hora de controlarse.

 

Hay equipo

 

El quinto episodio de “Titans” se permite este instante relajante y divertido entre los protagonistas, suma humor y conexiones personales, bastante más cercanas cuando se trata de Kory y Grayson, porque no sería el Nightwing que conocemos si no terminara haciendo ‘buenas migas’ con alguna señorita. Claro que Koriand’r no tiene nada de fortuita, mucho menos de zonza, el personaje protagonizado por Anna Diop es girl power por dónde se lo mire: nada de pedir permiso ni disculpas, a la hora de patear traseros o conquistar a un conflictuado policía de Detroit.

 

Menon agrega sensualidad al momento demostrando que es la chica la que siempre lleva la delantera, aunque nadie parece poder resistirse a los encantos de este muchacho, ya sea una princesa extraterrestre o la gerente del peor motel de la ciudad. ¿Hace falta decir cuál es su principal atractivo?

No hay mucho tiempo para el after party ya que la Nuclear Family, ahora con nuevo papá a la cabeza (Zach Smadu), consiguen rastrear a los fugitivos hasta su escondite y sorprenderlos con la guardia un poquito baja. Finalmente, y después de un brutal encontronazo, el trabajo en equipo da sus frutos y entre los cuatro logran doblegar a sus enemigos con una pequeña ayudita: la aparición del Petirrojo. Sí, a Dick no le queda otra que sacar a pasear a su alter ego y revelar a su identidad justiciera al resto de sus compañeros.  

Ahora queda averiguar quiénes están detrás de esta persecución, una tarea que estos aspirantes a “esposas de Stepford” dificultan bastante. Las únicas pistas guían a Grayson de vuelta a Chicago y al departamento del doctor Adamson (Reed Birney), cabeza visible de la Organización (a las órdenes del padre de Rachel) con base en el asilo Agnews, donde se llevan a cabo, de entrada, los experimentos que le dan “vida” a The Nuclear Family.

 

Robin dando la cara

 

La llegada de Dick no pasa desapercibida y su encuentro con el buen doctor se convierte en emboscada. Adamson no consigue darse a la fuga y cae inconsciente en medio de un ataque comando, pero alguien llega a último minuto para salvarle las papas al detective. No es el mejor momento para conocer a su remplazo, pero Jason Todd (Curran Walters) entra en escena y se presenta como el nuevo sidekick de Batman.

“Titans” encuentra definitivamente su tono con “Together”, un capítulo que tiene buenas peleas cuerpo a cuerpo, un poquito de gore, se permite hacer chistecitos con la inclusión y las familias ensambladas, muestra el acercamiento entre los protagonistas (lo de Rachel y Gar tampoco pasa desapercibido) y mete cierre triunfal con el segundo Robin, un personaje que viene a poner en jaque el turbulento presente de Richard Grayson.