Después de la pausa del capítulo anterior, que nos corrió por un rato de la trama principal, “Titans” se vuelve a concentrar en los misterios que envuelven a Rachel Roth, su dichoso padre y ahora, el hecho de que Kory quiera acabar con su vida tras protegerla desde el principio. La jovencita intentó curar esa cabeza destartalada y a cambio casi pierde la vida a manos de Anders cuando ésta empezó a recordar fragmentos de la misión que la trajo a este planeta. Por suerte, Dick y Donna llegan justo a tiempo para detenerla, una hermosa demostración de los poderes de la ex Wonder Girl, lazo de la verdad incluido.
El golpe parece despabilar a Kory, que igual sigue confundida sobre lo que acaba de ocurrir. Claro que ya no es bienvenida en la casa de Angela, y parte para tratar de encontrar algunas respuestas. Troy, siempre preparada (al menos, mucho más que Grayson), logra colocarle un rastreador para seguirle de cerca los pasos.
¿Lo que sabemos hasta ahora? Starfire tiene la misión de proteger o destruir a Roth, dependiendo de la traducción de esos textos escritos en alguna rama de sumerio. Por lo que pasó, podríamos asegurar que se trata de lo segundo, pero según lo que pudo percibir Rachel, las emociones de Kory siguen en conflicto.
Las respuestas aparecen en un galpón abandonado donde se esconde la nave de Koriand’r, y así este episodio que lleva su verdadero nombre termina de revelar gran parte de las incógnitas que se venía guardando. Kory viene de un planeta llamado Tamaran, el cual será destruido en el futuro (al igual que la Tierra) cuando Rachel le dé la bienvenida a papá Trigon, un ser de otra dimensión, desterrado hace mucho tiempo, con una particular afección a destruir mundos ajenos.
Rachel es su puerta de entrada, pero también es la única que puede detenerlo. Por supuesto que hay varias condiciones, y por cómo andan las cosas, no creemos que vaya a tener tiempo de prepararse debidamente. La felicidad del reencuentro con su mamá, le dura bastante poco, y ahora la vuelven a asaltar las dudas sobre su condición malévola. Convencida de que sólo puede causar dolor a quienes la rodean, intenta distanciar a Gar, el único que parece comprenderla mejor que nadie.
La situación se empieza a poner turbia en la casa de Azarath, primero con la extraña visita de un ex conocido de Angela, comisario del condado; y después, con las alucinaciones que comienza a sufrir el Chico Bestia. Y sí, al final, todo era una trampa y un plan mayor pergeñado por mamá, que sólo quiere utilizar a la nena y obligarla a convocar a papá para esta peculiar reunión familiar.
Con Gar gravemente enfermo, a Rachel no le queda otra que abrirle la puerta a Trigon (Seamus Dever), un ser encantador con un poder asombroso, y unos cuantos planes para hacer sufrir a su hija y a sus amigos. Kory, Donna y Dick no logran llegar a tiempo, pero al final él es el único que logra traspasar la barrera mística que rodeas la casa.
“Koriand’r”, dirigido por Maja Vrvilo -experimentada directora y montajista televisiva- es un episodio cargado de información, tal vez demasiada para una sola entrega. El guión de Gabrielle Stanton no maneja muy bien el suspenso, y el engaño de Angela se ve venir a la legua. Una lástima, porque desluce muchas de las revelaciones y momentos de tensión que se viven en la casa.
Rachel se entrega demasiado fácil a los consejos de mamá, la misma que horas antes le había asegurado que su papá estaba muerto y no tenía de qué preocuparse. La chica nunca se cuestiona estos cambios de discurso, pero la perdonamos porque todo lo hace con la intención de salvar a su compañero.
Narrativamente, “Koriand’r” es uno de los capítulos más desprolijos de la serie de DC Universe, pero deja una buena base para el final de temporada. Ya sabemos cuáles son las intenciones de Trigon y lo que implica no detener sus planes, aunque todavía falta superar unos cuantos obstáculos. Por lo pronto, las chicas que se quedaron afuera de esta fiesta, y un Dick Grayson que va derechito a la boca del lobo.
