ANÁLISIS | The Walking Dead S09E16: The Storm (Spoilers)

Bueh, al final, la tormenta que se avecinaba era estrictamente literal. A lo largo de nueve temporadas, los protagonistas de “The Walking Dead” (y nosotros con ellos) atravesaron todos los riesgos inimaginables en el contexto de un apocalipsis zombie, pero al parecer, el crudo invierno nunca fue uno de ellos. Sí, por primera vez en la historia del show vemos escenarios nevados, pero eso no significa que deba ser una sorpresa para los personajes de turno. ¿Nunca les cayó una ventisca en todos estos años? ¿Nunca pasaron escasez durante la época invernal? Seguro que sí, pero los responsables de la serie decidieron mostrárnoslo recién ahora. Y para ser sobrevivientes acostumbrados al caos y a este nuevo orden desde la aparición de los caminantes, se los ve bastante poco preparados para afrontar el reto.

“Winter is coming” para los habitantes de The Kingdom, Hilltop y Alexandria, todavía tratando de recuperarse de las pérdidas sufridas a manos de los Susurradores durante la feria. La muerte de Henry pesa muchísimo en la relación de sus padres adoptivos y en el espíritu de su causa, sumando contras a la posibilidad de salvar su refugio. Una de las razones del festivo encuentro era darle una oportunidad a esta destartalada comunidad, pero con la llegada del frío y una tormenta nunca antes vista, los residentes de este reino caído van a tener que hacer un último esfuerzo y comenzar el éxodo hasta Hilltop.

Con la ayuda de Daryl, Michonne y Aaron, Ezekiel y Carol guían a su gente por los complicados caminos que unen estas dos comunidades, intentando mantenerse alejados de los límites impuestos por Alpha. La tormenta golpea rápido y fuerte, obligándolos a hacer un alto en al abandonado Santuario, el que fuera el dominio de Negan, allá en la época de su apogeo. La falta de comida y el frío implacable no va a permitir que se queden allí por mucho tiempo, de ahí que los líderes tengan que tomar la decisión de romper las reglas y atravesar por esa zona que ahora les está prohibida, para llegar lo antes posible (sanos y salvo) a su destino.

¿Hay amor en el aire?

Las alternativas: cruzar un río congelado que atraviesa los dominios de los Susurradores o exponerse a una muerte segura a causa de la inanición y la hipotermia. Con toda la precaución de la que puedan echar mano, los sobrevivientes deciden arriesgarse a toparse con el enemigo y no perecer a causa de las condiciones climáticas. La noche se convierte en su primera aliada para llevar a cabo esta tarea, una plagada de peligros, pero no de seres vivos a la vista. Eso sí, el frío no parece ser un impedimento para los muertos, que igual pulular por las inmediaciones.

Después de algunos momentos tensos y el constante alejamiento de Lydia que carga con la culpa de todo lo que pasó, la muerte de Henry incluida, la procesión llega indemne hasta Hilltop con la esperanza de reacomodar sus vidas en este nuevo hogar. Ezekiel y los suyos tienen otra oportunidad, aunque esta comunidad todavía carece de un líder después de la partida de Maggie y los asesinatos de Tara y Jesus. La décima temporada nos mostrará como siguen las cosas por estos lares, pero ya sabemos que no habrá un rey y una reina a la cabeza.

Ni Carol, ni su compañero lograron recuperarse de la pérdida de su hijo, desgastando la relación hasta el punto del “divorcio”. Ahora, ella decide seguir adelante y volver con los suyos a Alexandria, llevándose consigo a Lydia en todo un gesto de aceptación. Digamos que Peletier tiene un imán para las causas perdidas, y estas jovencitas que no dan pie con bola en medio del apocalipsis. Es su intervención la que logra convencer a la chica de no acabar con su vida entregándose como cena a un muerto que camina.  

Negan, el héroe del momento

En Alexandria las cosas no están mucho mejor. La tormenta averió los paneles solares, y ahora los habitantes de la comunidad deben reagruparse en aquellas casas que cuentan con chimenea, para mantenerse calentitos. Negan se suma al grupo de Gabriel y Eugene porque nadie va a dejar que se congele en su celda, pero las inclemencias del tiempo no perdonan y pronto deben salir a la intemperie en busca de otro refugio. Afuera es el día después de mañana, pero igual Judith hace de las suyas y se separa del conjunto para salir a buscar al perdido perrito de Daryl, el cual prometió cuidar. Tras ella, y en un gesto muy atípico, corre Negan, arriesgando su propia vida para salvar a la pequeña Grimes, convirtiéndose en el héroe del momento. ¿Lo dejarán afuera de la jaulita desde ahora? 

La tormenta mengua, los amigos y familiares se reencuentran y así termina una nueva temporada de “The Walking Dead”, sin mucha pompa, pero con mucha nieve alrededor, menos en territorio de Susurradores donde parece que el invierno nunca llegó. Este es uno de los tantos misterios que nos deja “The Storm”, un nuevo desenlace a cargo de Greg Nicotero -como ya es costumbre para los primeros y últimos capítulos-, quien suma toda una nueva estética y situaciones de “riesgo”, pero poco hace por el desarrollo de la trama y los protagonistas. Ok, volvimos a esas épocas donde la clave era sobrevivir a los obstáculos de la naturaleza, y la masacre de la feria tuvo como fin volver a unir a todos estos sobrevivientes desparramados que, en un punto, creyeron que estaban mejor aislados en sus comunidades.

Lección aprendida, pero no para la serie de AMC, que sigue trastabillando entre episodios donde pasan cosas y episodios donde no pasa nada. “The Calm Before” suponía un cierre más digno y shockeante de esos a los que ya estamos acostumbrados, pero los realizadores optaron por otro camino, que no es del todo equivocado, pero en el conjunto no surte el efecto que esperamos.

Se vino la fresca

En una temporada donde se fueron Rick y Maggie, los dos pesos pesados del show, la narración debe compensar con algo más que villanos brutales y muertes intrascendentes. Alpha y sus séquito siguen allá afuera y, sabemos, no van a dar el brazo a torcer -¿alguien entendió el propósito de esa última escena junto a Beta?, y ahora podemos sumar un nuevo interrogante con esa voz anónima al otro lado de la radio. La pregunta es: ¿este invierno fue una excusa de un sólo capítulo o el nuevo escenario -muy lindos los White Walkers– seguirá presente después del parate entre temporadas? Lo sabremos en octubre, si alguno de nosotros se digna a seguir mirando.