ANÁLISIS | The Walking Dead S09E12: Guardians (Spoilers)

Si se andaban preguntando por la gente de Alexandria, “Guardians” contesta esta incertidumbre (¿?) y nos aleja de Hilltop por un ratito para mostrarnos en qué andan Michonne y su gente. La chica y su grupo vuelven a su comunidad con las malas noticias de la muerte de Jesus y la aparición de los Susurradores, lo que pone un alto a cualquier intento, por parte  del resto de los habitantes, de concurrir a la feria planeada por The Kingdom, un evento vital para conservar la unión entre las distintas sociedades y, más que nada, para mantener a flote al hogar de Ezekiel y los suyos.  

Nadie quiere minimizar la amenaza que representa el grupo de Alpha, pero la tiranía de Michonne tampoco es la solución que andan buscando. Gabriel resultó ser un líder con muy poco poder de decisión entre sus manos, y en el otro extremo abundan la sobreprotección y los miedos de volver a confiarse y caer bajo el peso de otro Negan. Nadie puede culparla, pero en Alexandria todavía hay gente dispuesta a arriesgarse a un encontronazo con los Whisperers, si eso implica ayudar a las comunidades vecinas.

Al final, Michonne da el brazo a torcer (aunque sostiene su postura) y empiezan los preparativos para rumbear con destino a la dichosa feria, a esta altura, una utopía que puede llegar a hacerse realidad. ¿Quién logró alterar la actitud de esta señora cada vez más ruda? La pequeña Judith que, como nosotros, está bien consciente de lo cambiada que está su mamá. Claro que esta charla entre madre e hija se desprende de la huida de Negan y la implicancia de la pequeña. A pesar de que el ex líder de los Saviors trata de convencerla y demostrarle que cambió bastante en estos seis años de encierro, Michonne prefiere desoír sus consejos y reforzar su celda, en vez de chocar con la cruda realidad que tiene por delante: cuando llegue una nueva amenaza, posiblemente, va a necesitar su ayuda para detenerla.

¿Todos para uno?

Este no es el único “drama” que se desarrolla entre las paredes de Alexandria. Rosita no duda en decirle a Gabriel que espera un bebé de Siddiq -claro que fue previo a su amorío-, pero el curita vacila en entrometerse en esta relación o, en su defecto, aceptar al hijo de otro hombre. Por supuesto que nadie le pregunta a la chica y Eugene, un tanto derrotado, salta para dar consejos que nadie le pidió, y convencerlo de la importancia del amor verdadero y esas cosas tan escasas e importantes durante el apocalipsis.

Estos pasos de comedia no suman mucho a la trama y refuerzan la constante extrañeza de un personaje como Porter, que dejó de ser gracioso hace cuatro temporadas. Por suerte, “Guardians” tiene la violencia necesaria para contrarrestar estas paparruchadas, de la mano de los Susurradores, Alpha y su mano derecha, Beta (Ryan Hurst), interpretado por el viejo y querido Harry ‘Opie’ Winston de “Sons of Anarchy”, aunque nunca le veamos la cara.

Una vez recuperada Lydia, el grupo sigue su camino tanteando sus posibilidades a futuro, siempre pensando en los beneficios que pueden sacar de Hilltop o cualquier información que les pueda dar la jovencita tras su paso por esta comunidad. Claro que la chica tiene sus reservas y se guarda sus secretos porque entiende que Daryl y los suyos no son el verdadero enemigo. Ya nos habíamos adentrado en la filosofía de vida de mamá Alpha y su grupo de sobrevivientes, humanos adaptados para subsistir entre los muertos casi como criaturas salvajes, mucho más que como seres humanos con sentimientos hacia su prójimo.

Mi casa, mis reglas

Básicamente, es la ley del más fuerte cuando se trata de los Susurradores que, tras lo ocurrido con Hilltop, empiezan a dudar un poco de su líder. El conflicto interno queda interrumpido con la aparición de Henry, dispuesto a salvar a su nueva amiga de las garras de estos monstruos. El peligro es bastante tangible y en más de una ocasión dudamos del destino del pibito, pero Daryl y Connie no están tan lejos como para intervenir cuando sea necesario.

Salvados por la campana, y los zombies que se desmadran, Henry y Lydia pueden escapar, pero sabemos que esta acción va a encender la ira de Alpha, que no va a dudar en tomar represalias. El director Michael E. Satrazemis no se anda con chiquitas a la hora de mostrar la brutalidad de este grupo, dejando bien en claro lo que los distingue de los demás antagonistas que pasaron por la serie.

La gente de Hilltop ya demostró “debilidad” al salvar al bebé durante el episodio anterior, pequeñas acciones que diferencian a unos y a otros, pero enormes a la hora de librar una guerra donde el fin justifica todos los medios y donde el fuerte (y el desalmado) siempre prevalece. Una ideología bastante contraria a la de Carl, Rick y a lo que las comunidades tratan de construir dentro de este nuevo orden.