Análisis | The Surge 2, un clon de Dark Souls con personalidad

La saga Souls (Demon’s, Dark, Bloodborne, etc) será finalmente recordada como una de las más influyentes de estos últimos diez años. No sólo significó la llegada de un montón de juegos que buscan imitar su estilo, sus sensaciones y sus emociones, sino que sus mecánicas empezaron a permear en títulos de géneros diversos; hasta su sensación de dificultad old school y el hecho de no llevarnos de la mano, lograron tener un impacto en la industria de los videojuegos. Por lo tanto en un contexto donde los juegos de From Software son referencia obligatoria para hablar de la mayoría de los lanzamientos, un clon futurista como es The Surge 2 puede parecer a simple vista una propuesta poco atractiva, pero lo hecho por Deck13 termina sosteniéndose por sí sólo en gran parte gracias a su jugabilidad y su estética.

La lista de requerimientos necesarios para ser un juego “tipo Souls” está toda tachada con The Surge 2. Es un juego de acción en tercera persona, RPG, donde cada vez que perdemos tendremos una chance para recuperar aquello que fuimos recolectando y que tendremos que usar para levelear en estaciones, combate metódico donde cada enemigo puede eliminarnos y si nos encontramos a más de dos estamos fritos, niveles laberínticos donde una vez que abrimos ciertas puertas o activamos ascensores volveremos a zonas ya visitadas, jefes imponentes que nos hacen pensar que son imposibles de derrotar, incluso una historia que no quiere ser contada de manera tradicional. Pero lo formulaico de la concepción de The Surge 2 no debería empañar aquello que sí decide aportar a la mesa; porque detrás de todas estas características predecibles, nos encontramos con un combate que resulta de lo más dinámico y original de este género.

El gran diferencial del juego publicado por Focus Home Interactive es cómo vamos a poder atacar específicamente a distintas extremidades o partes del cuerpo de nuestros oponentes. Al enfocarnos en nuestro enemigo, con el stick derecho vamos a ir rotando y decidiendo si vamos a apuntar nuestros ataques a la pierna derecha, al brazo izquierdo o a la cabeza por ejemplo; cada una de estas partes va a tener o no armadura y está en nosotros decidir qué provecho queremos sacar de esta situación. Lo que sucede es que si nosotros apuntamos al brazo que está sosteniendo el arma de nuestro rival, luego de varios golpes, vamos a tener la posibilidad de ejecutar un movimiento especial que corte ese brazo y permite quedarnos con el arma que hasta recién nos estaba haciendo daño. La dinámica en The Surge 2 propone, entonces, estar atento a aquello con lo que nuestro enemigo nos pega y, si nos gusta, “robárselo” (una sutil manera de decir que le cortamos el brazo) y empezar a usarlo a nuestro favor. Lo mismo sucede con pedazos de armadura y si ya tenemos tanto los planos de estas piezas o las armas crafteadas, buscar realizar estas ejecuciones nos terminará dando mejores recursos y ciertos items beneficiosos.

Todo está listo para matarnos en The Surge 2

The Surge 2 propone entonces estudiar a cada rival, no sólo en materia de qué ataques ejecuta, sino también estar atento qué equipamiento usa. Hay un componente estratégico muy grande a la hora de encarar combates y también una sensación de frescura ya que incluso si es el mismo enemigo, vamos a estar combatiéndolo de una forma distinta o apuntando a una extremidad diferente. Esta sensación se hace aún más grande cuando el juego nos empuja a cambiar constantemente de armas y, por ende, de estilo de juego. Si bien cada tanto vamos a encontrar esa lanza o ese martillo gigante que nos enamora a primera vista, la mayoría de las veces vamos a querer probar cómo se sienten otras armas, total se la acabo de arrancar del brazo a un enemigo. Las piruetas que damos con cada nuevo armamento le dan un tono bastante distintivo a The Surge 2 y eso brilla en los “finishers” que se vuelven disponibles una vez que le bajamos lo suficiente la vida a la extremidad de un oponente. Cada arma tiene varios finishers y la mayoría son sumamente sangrientos y agresivos; también tienen distintos combos que terminan siendo devastadores y algunos de ellos incluso son más efectivos contra enemigos con, por ejemplo, escudos.

Una vez que le agarramos el timing, el combate en The Surge 2 resulta no sólo desafiante, sino también muy entretenido, algo que con clones de los Souls no siempre sucede. Vamos a querer saber qué otra animación tienen guardada, cómo funciona tal arma, qué combos puedo hacer y siempre vamos a estar persiguiendo esa potencial mejor pieza de equipamiento que tiene nuestro rival. En ese aspecto se comparta como un RPG más tradicional, con loot que tiene rango y colores que lo jerarquizan, con pedazos de armadura para craftear y también con un sistema de implantes que permite agregarle un alto grado de customización a nuestro personaje. Estos items van a permitir que nos podamos armar un loadout que se adapte a distintas situaciones; nuevamente no nos casamos con un sólo estilo de juego. Estos implantes pueden ir desde algunos que nos permiten ver la barra de energía y el nivel de los enemigos a otros que permiten recargar nuestra energía más rápidamente. Son variados y realmente pueden hacer la diferencia, sobre todo aquellos que tienen que ver con la interfaz.

Más allá de los desmembramientos, el loot, los implantes y nuestro equipamiento, The Surge 2 da en el clavo con otras dos mecánicas que le otorgan un ritmo muy particular a cada enfrentamiento. Por un lado tenemos un sistema de baterías que iremos cargando mientras más le peguemos a nuestros enemigos; una vez que cargamos una de ellas mantenemos un cierto botón y así quedará archivada una carga que nos puede recuperar la vida cuando nosotros querramos. Es una especie de “poción de vida” que tiene un tope de cargas máximas pero que se pueden volver a cargar cuantas veces querramos. Esta mecánica que podría parecer insignificante entre tanta espectacularidad que a veces propone el juego, es la clave de cómo se siente al jugarlo. Si mientras más agresivos somos, más nos podemos curar, más incentivados estamos a tomar riesgos y esa es una linda sensación para tener.

Vamos a ir cambiando constantemente el equipamiento de nuestro personaje

La otra mecánica interesante y que termina estando bastante inspirada en For Honor, tiene que ver con un sistema de “parry” en el que mantenemos apretados el botón de bloqueo y movemos el stick derecho para la dirección en la que viene el ataque del rival. Ni bien empezamos el juego se nos da un implante que nos dice, justamente, de dónde vienen los golpes, por lo tanto ese implante se volverá esencial en nuestro loadout y no puede faltar. El parry termina siendo una herramienta clave durante el juego y dominarlo no va a ser fácil; de hecho siento que la ventana de ataque para bloquear no es muy generosa y si bien podemos bloquear, hacer un parry exitoso requiere de bastante práctica. Para colmo cada enemigo tiene un timing distinto. El único flagelo con este sistema, es que muchos jefes lo van a requerir de manera casi obligatoria y van a pedir un nivel de precisión casi perfecto; por lo tanto si no lo pudiste dominar o no le diste bola al parry porque para bajar enemigos comunes sólo te hicieron falta tus puños y tu capacidad para esquivar, vas a estar en problemas.

De hecho todo lo que tiene que ver con los principales jefes del juego no termina de sentirse ni del todo ajustado ni del todo épico. Más allá de si son gigantes o no, tienen ciertas mecánicas y funciones que hay que soportar sí o sí para derrotarlos; siento que durante el resto del juego se me permite encarar cada combate como quiero, pero cuando llega un jefe importante, de repente The Surge 2 quiere que siga reglas, que rompa primero ciertas partes o que ejecute parrys perfectos (incluso puede pasar que transcurran varios minutos hasta que el jefe se digne a tirar ataques que se puedan bloquear con un parry). Quizás es en estos aspectos donde este título muestra su estirpe “Doble A” y de menor presupuesto; es en estos pequeños detalles donde lo hecho por From Software no suele ser igualado.

Tampoco los juegos de la saga Souls logran ser empatados en sensación de descubrimiento y asombro. Si bien encontrar un nuevo atajo en The Surge 2 es algo que nos satisface un poco, no es más que una dopamina o un festejo interno por el hecho de ahora no tener que dar tantas vueltas para volver a mi estación y poder subir de nivel. Pero lo que siempre se pierde de lo hecho por From Software, es esa sensación de no saber qué hay a la vuelta de la esquina, de tener miedo de encontrarse con un enemigo fulminante, de que ciertas cosas resulten inexplicables o de que ciertos efectos negativos de repente comiencen a hacerle daño a nuestro personaje. Nada de eso lo pude sentir del todo en The Surge 2, incluso cuando los escenarios y sus laberintos están bien diseñados.

Las máquinas se han rebelado con la ayuda de los seres humanos

A pesar de todo, lo atractivo de los mapas en este juego viene por esa naturaleza de cyberpunk chatarrero que se nos presenta en este futuro distópico. Esta ciudad está sumergida en una anarquía pura dominada por cultos que pregonan por la unión del ser humano y las máquinas y allí las partes de vehículos o cualquier pedazo de metal puede ser el último grito de la moda. Cada zona tiene una onda distinta, con áreas más bien portuarias, otras con más vegetación y otras con centros comerciales. La variedad está y se complemente bien con el look y el estilo que de repente va a tener nuestro personaje, ya que vamos a estar con un martillo gigante de metal, con un casco futurista y con una pechera hecha de la puerta de un auto. Quizás no sean los atuendos más coherentes, pero le dan un estilo único al juego que lo hace verse como un título un poco más relajado.

Lamentablemente no se puede decir lo mismo la historia, la trama y cómo es contada. Podría intentar explicarla pero creo que ni los desarrolladores todavía la entienden o están de acuerdo en cómo ir presentándola. Ni las cinemáticas, ni las opciones de diálogo que tenemos para elegir con otros NPC que desembocan en conversaciones eternas, logran que nos comprometamos con lo sucede, con sus personajes o con su trama. Para colmo habrá distribuidos en el nivel ciertos “ecos” que recrean situaciones que se suponen deberían ampliarnos la trama, pero que honestamente se sienten como una excusa poco efectiva para ahorrar presupuesto. Ningún personaje es memorable y ninguna misión principal o secundaria logra enamorarnos del todo. Lo rescatable de lo mucho que flaquea The Surge 2 a nivel narrativo, es que poco importa a la hora de seguir jugando; la motivación para seguir visitando nuevas zonas, nuevos enemigos con mejor loot y probar sus armas es suficiente para que agachemos la cabeza y no nos amarguemos con lo apática que es la historia.

Pero incluso con este traspié en lo narrativo, The Surge 2 sigue sosteniéndose como un juego más que recomendable e incluso puede terminar siendo una buena puerta de entrada para aquellas personas que todavía no se animaron al género. La variedad de opciones para customizar a nuestro personaje, los elementos de loot y de RPG más tradicional, la agresividad para poder recargar nuestra vida, la estética cyberpunk y la espectacularidad en los desmembramientos, son ingredientes que llaman mucho la atención y que cuando los combinamos a todos, nos encontramos con un juego con personalidad propia, incluso cuando está construido sobre los cimientos de una de las franquicias más exitosas e influyentes de los últimos tiempos. 

THE SURGE 2

24/09/2019 PS4, PC, XBOX ONE
7.5

Jugué The Surge 2 durante 25 horas en su versión de Xbox One.  El juego fue provisto por el desarrollador.