ANÁLISIS| The Passage S01E01: Pilot

El final de “The Strain” (2014-2017) dejó ese lugar vacante para las historias vampíricas con trasfondo apocalíptico. El nuevo drama de Fox, basado muy libremente en la trilogía de novelas de Justin Cronin, arranca durante una pandemia de gripe aviar que está diezmando a la población del mundo, y la única solución para frenar la extinción de la raza humana parece estar en la biología de los famosos bebedores de sangre.

Unos años atrás, los doctores Tim Fanning (Jamie McShane) y Jonas Lear (Henry Ian Cusick) viajaron al corazón de la selva boliviana con la intención de conocer a una criatura inmortal, aunque temida por los habitantes. Bautizada por los locales como un “vampiro”, esta logra atacar a Fanning, ahora convertido en paciente cero para la creación del Proyecto Noah, una instalación súper secreta del gobierno donde los científicos experimentan con este peligrosísimo “virus”, también capaz de curar todas las enfermedades.

El bueno de Tim es sólo el primero de una larga lista de conejillos de Indias humanos con los que se intenta refinar esta cura antes de la degradación de los sujetos que, como contraindicación médica, deben beber litros y litros de sangre para seguir subsistiendo. Claro que estos vampiros no son como la versión “romántica” de Bram Stoker o los carilindos de “Crepúsculo” (Twilight), son seres que perdieron su humanidad y ahora se manejan por instinto.

 

 

Los sujetos de prueba son, mayoritariamente, criminales sentenciados a muerte que de esta manera tienen la posibilidad de “seguir viviendo” y desaparecer del sistema. Mientras los agentes buscan nuevos reclutas para el programa, los científicos, entre ellos la doctora Nichole Sykes (Caroline Chikezie), creen que la solución más viable para obtener mejores resultados es que su sujeto en sí sea lo más jovencito posible, un dilema ético y moral que implica romper un poco las reglas y encontrar a un pequeñín que nadie vaya a extrañar.

La pequeña en cuestión es Amy Bellafonte (Saniyya Sidney), una nena de diez años cuya madre drogadicta acaba de morir de una sobredosis, convirtiéndola en la personita indicada para los inescrupulosos científicos que creen que el fin justifica los medios.

Brad Wolgast (Mark-Paul Gosselaar) es uno de los mejores agentes federales que trabaja para el Proyecto Noah, ex veterano de guerra condecorado con más habilidades que Liam Neeson. A él y su compañero les toca la tarea de escoltar a Amy hasta las instalaciones, un viaje largo e incómodo que no va a pasar desapercibido. Durante el trayecto Wolgast comienza a cuestionar su trabajo, y sin saber muy bien cuál es el destino que le augura a la nena, decide convertirse en su protector y ponerla a resguardo.

 

Los salvadores de la humanidad vienen cada vez más chicos 

 

Así, el piloto de “The Passage” se convierte en una cacería puesta en marcha por Clark Richards (Vincent Piazza), ex agente de la CIA, amigo y discípulo de Brad que no va a dudar ni un segundo en enfrentarse a su colega. Mientras estos hombres juegan al gato y al ratón, en las instalaciones de Noah no todo está tan controlado. Los seres como Fanning o Shauna Babcock (Brianne Howey) no moverán ni un pelo, pero de alguna forma pueden influir en la psique de los hombres y mujeres que los rodean, poderes que si se desataran más allá de sus celdas podrían acelerar este apocalipsis.

 

La serie creada por Liz Heldens, guionista de “Friday Night Lights” (2006-2011), vuelve al terrero de las conspiraciones gubernamentales mezclado con ese toquecito de terror y ciencia ficción que suman los chupasangres. La historia producida por Ridley Scott se aleja bastante del material original y prefiere concentrarse, al menos en este primer vistazo, en la relación “paternal” que se establece entre Amy y Brad, dos almas necesitadas de conexión humana.

Este episodio piloto, dirigido por Jason Ensler y Marcos Siega, nos deja un panorama bastante intrigante: por un lado, los dos fugitivos que deben escapar aunque tengan todo en su contra. Por el otro, el “despertar” de las criaturas que, en cualquier momento, arman un desmadre.

 

Criatura de la noche

 

El problema principal que van a tener que afrontar los realizadores es, justamente, el desarrollo de estas dos tramas principales sin que se estiren eternamente a lo largo de la temporada. Por ahora, lo más rescatable es la dupla Sidney-Gosselaar, mucho más empática y creíble que los científicos arquetípicos y los agentes de Noah que, seguramente, van a pagar por sus errores cuando sea demasiado tarde. Igual, este primer capítulo se hace bien llevadero, nos conquista con sus criaturas y nos deja con esas ganas (o al menos la duda) de cómo sigue esta historia.

 

 

PUNTAJE: 6.5