Las series del Arrowverse van poniendo punto final a sus temporadas, con mejores o peores resultados. Mientras “Arrow”, el show superheroico insignia de The CW nos dejó una entrega más que satisfactoria y cargada de emociones fuertes, “The Flash” fue trastabillando de la mano de un villano poco convincente y la presencia de Nora West-Allen, impulsora de la trama, aunque muchas veces un estorbo para la misma. No queremos ser tan mala onda con la familia del Velocista Escarlata, pero tal vez no fue tan buena idea apresurar estos encuentros.
Más allá de los errores, “Legacy” nos entrega un digno cierre de temporada, despidiendo a algunos de sus protagonistas y acomodando los hechos con vía al próximo crossover de la cadena, al mostrarnos que la “desaparición de Flash durante una crisis” está cada vez más cerca (léase 2019 y ya no el famoso 2024). Pero para esto falta un poquito, y mientras tanto nuestros héroes tienen varios asuntos entre manos. Primero, parecía que la pulseada con Cicada II estaba ganada al final de “The Girl with the Red Lightning”, pero al deducir los verdaderos planes de Eobard Thawne, Ralph decide interponerse ante la destrucción de la daga y pagar las consecuencias.
Recordemos que la dichosa arma de Cicada está siendo utilizada en el futuro de 2049 para disminuir los poderes de Reverse-Flash. A minutos de cumplirse su condena de 15 años y la subsecuente ejecución, el villano cuenta con su aniquilación para poder quedar en libertad. Sí, todo este quilombo fue orquestado por él, el único capaz de manipular la línea temporal, incluyendo la intervención de Nora para destruir el satélite que, en definitiva, creo la famosa daga. Mientras ustedes siguen haciendo cuentas y acomodando los hechos en su cabeza, el Team Flash debe urdir un nuevo plan para atrapar a Grace Gibbons, quien logró huir de la escena en medio de la confusión con muchas más ansias de venganza.
La única que les queda es volver a intentar convencer a la joven Gracie de que acepte la cura metahumana como lo hizo su tío, lo que eliminaría a su versión adulta en un santiamén. Es la tarea de Nora persuadir a la nena metiéndose en su cabecita, bastante mal influenciada por una versión malvada de Orlin que ella misma creó para justificar sus acciones. Por suerte, gana el lado del bien y no queriendo acabar con la vida de inocentes, Gibbons acepta el suero justo a tiempo para borrar a Cicada II del mapa. O no, porque el fragmento que todavía tiene incrustado en la frente contrarresta el efecto de la cura, obligando a Barry a destruir la daga con la mirror gun.
Una Cicada menos, todo bien, pero gracias a esto Thawne recobra sus poderes y mata a los guardias que lo estaban custodiando en 2049, todo mal. Rapiditos como ellos solos, el Team Flash lo alcanza antes de que se desmadre, y haciendo un gran trabajo en equipo logran someter al peor antagonista de la serie. El problema, como siempre, son los cambios en la línea de tiempo, y con la destrucción de la daga viene aparejada la “no existencia” de Nora.
La única forma de salvarse para la chica es entrar en la Negative Speed Force, impulsada por sus odios y sus pensamientos más oscuros. Al final, Nora se rehúsa a convertirse en alguien parecido a Eobard y acepta su destino desapareciendo para siempre, aunque le queda el consuelo de haber conocido a papá Barry y pasar este tiempo de calidad con sus progenitores, además de convertirse en la heroína que siempre quiso ser. Un desenlace bastante agridulce, más si tenemos en cuenta que Reverse-Flash logra escapar.
“Legacy” vuelve a acomodar las cosas después de la irrupción de Nora, pero no puede borrar la experiencia paternal de Allen y West y este vacío que queda en sus vidas. Nada nos dice que no vaya a haber otro retoño en el futuro de la pareja, pero ya sabemos que nada volverá a ser lo mismo para la historia (pregúntenle a la pequeña Sara Diggle). El paso de Jessica Parker Kennedy y su XS nos dejó muchas frustraciones narrativas y algunos grandes momentos, pero lo más importante es el peso de ese legado al que hace referencia el título del episodio y, sobre todo, el estado anímico de nuestro héroe, tan golpeado por las tragedias y dispuesto a levantarse para seguir luchando.
Tras vencer a Cicada, Sherloque decide volver a su Tierra y reencontrase con Renee, mientras que Cisco resuelve sincerarse con Kamilla y confesar su estatus superheroico. Sabiendo que nunca va a poder balancear ambas vidas, y un poco renegando de sus poderes (algo que hizo desde siempre), Ramon acepta la cura metahumana y así sella (y justifica) la salida de Carlos Valdes de la serie, aunque no sea un “hasta siempre”. Otro que hace mutis por el foro es el capitán David Singh (Patrick Sabongui), promovido a jefe de la policía, por lo cual nombra a Joe como su reemplazo, alejándolo un poquito de los peligros de las calles.
Entre tristezas y despedidas, Barry e Iris encuentran un poquito de consuelo en el último mensaje de su hija. Lo que no saben es que todo este ajetreo espacio-temporal también adelantó la famosa “Crisis on Infinite Earths”, evento donde el héroe de Central City desaparece misteriosamente, a menos que… bueno, veremos qué pasa cuando llegue el crossover con el resto de sus hermanas televisivas.
El final de temporada de “The Flash” logra acomodar a último momento una entrega bastante despareja y dejar la pizarra en blanco para lo que nos quieran contar de ahora en más. Claro que todos los ojos estarán puestos en la “crisis” y los acontecimientos y villanos que nos lleven a hasta ahí, con suerte, devolviéndole a la serie del velocista su antigua gloria (¿?).