ANÁLISIS | Tales of Arise es el JRPG del año

La saga “Tales” es uno de los pilares del nicho de los JRPG. Ha estado presente desde 1995 con Tales of Phantasia en SNES y desde entonces siempre hemos tenido una entrega nueva para disfrutar. Sin haber llegado a brillar con la fuerza de otras sagas referentes del género, a lo largo de los años supo cautivar una audiencia fiel que le concedió el éxito necesario como para que Bandai Namco siga desarrollando nuevas entregas. Tales of Berseria (2017) fue un punto de inflexión para la saga, porque logró ponerla en el ojo público tanto por sus bondades como por sus puntos débiles, y desde entonces los jugadores asiduos quedamos a la espera de una nueva entrega. Tales of Arise llega casi 5 años después y, déjenme adelantarles, supera con creces todo lo que vimos anteriormente en la franquicia.

Tales of ARISE – Launch Trailer

Tales of Arise comienza con un misterio que envuelve la identidad del protagonista y la entrelaza con una historia de esclavitud, servidumbre y rebelión. A medida que vamos progresando los secretos serán revelados a cuentagotas, en el momento justo, y un plot twist aún mayor se irá vislumbrando. La narrativa es el hilo conductor que nos llevará a pasar más de 50 horas acompañando a nuestros seis personajes, atravesando páramos helados, montañas de lava y verdes praderas. La progresión de esta narrativa es tan buena como la historia en sí, porque en ningún momento nos deja descansar ni alcanza una meseta que nos provoque dejar de jugar, pero a la vez nunca se interpone entre nosotros y la acción. La experiencia en general está bien balanceada, tendremos dosis de acción, exploración y narrativa por igual, y justo cuando pensamos “¡Ahh, ya sé por dónde viene la historia!”, habrá una nueva revelación que refrescará la experiencia. Prefiero no ahondar en detalles de la historia para evitar caer en spoilers, pero logró dejarme conforme tras 57 horas de juego, y créanme que no es tarea sencilla.

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La forma de contar la historia cumple con los estándares de la saga pero, por primera vez, las escenas de animé tradicionales se sienten limitadas en comparación con las escenas animadas por nuevo motor gráfico. Tales of Arise es un espectáculo audiovisual por donde se lo mire, los personajes son expresivos y están representados con lujo de detalle, los enormes escenarios están exquisitamente diseñados, repletos de texturas complejas y flora y fauna local recreada con una fidelidad única. Los personajes tienen (las ya clásicas) conversaciones que podremos activar simplemente presionando un botón, pero los skits animados son tan hermosos que nos da la sensación de estar leyendo un manga coloreado y animado. En medio de los combates y la exploración también habrá pequeños diálogos, algunos comentando el paisaje o un combate reciente, otros profundizando los vínculos de los protagonistas, y todo representado con un doblaje de altísimo nivel tanto en inglés como en japonés. La conjunción de todas estas herramientas logra que la historia nos llegue de la mejor manera, los personajes se vuelven queribles y sus problemas tan claros como reales. El mayor logro de la narrativa es hacernos empatizar con la historia y sus protagonistas, por eso es tan destacable el trabajo de Namco Bandai Studios.

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Una historia divertida, atrapante y profunda se quedaría no llegaría a buen puerto sin un sistema de combate a la altura de las circunstancias, Tales of Arise tampoco decepciona en este aspecto. El clásico “linear battle system” es cosa del pasado, el nuevo sistema de combate es básicamente uno de acción en tiempo real. Ya no hay forma de aventajar a los enemigos antes de iniciar la batalla, simplemente los tocamos y vamos a una instancia aparte para pelear. Cada uno de los seis personajes tiene un estilo de combate diferente y podemos elegirlo como luchador principal, lo mismo sucede a la hora de la exploración. Shionne basa su propuesta en combate a distancia, especializada contra enemigos aéreos y artes curativas; Law será el brawler del equipo con ataques que penetran armaduras y un modo especial que se activa cuando atacamos sin ser golpeados por los enemigos, el protagonista tiene combos rápidos de espada y la posibilidad de atacar con fuego a expensas de su propia vida. Los seis tienen algo que aportar a la variedad del combate y, si bien podemos completar el juego sin haberlos usado una sóla vez, la experiencia se disfruta mucho más si nos tomamos el tiempo de probarlos.

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En batalla siempre tendremos a cuatro personajes activos, uno controlado por nosotros y los otros tres por la inteligencia artificial, y dos en rol de soporte. En ese sentido también quedé conforme, porque la IA ataca generalmente a los objetivos marcados inclusive utilizando el contra elemento adecuado. En las batallas más complicadas se notan un poco más los errores de posicionamiento, en especial cuando hay ataques que pueden matarlos casi de un golpe, pero en la mayor parte de la aventura abundan los ítems (life bottle) y los dos curadores del equipo tienen la habilidad de revivirlos. Los seis personajes tienen una habilidad de asistencia que es vital para contrarrestar cierto tipo de ataques y depende de nosotros el activarla en el momento adecuado. El ritmo del combate se define por nuestra habilidad para encontrar el punto débil del enemigo, romperle la guardia y terminarlo con uno de los ataques combinados. Para eso es vital prestar atención a los tutoriales y encontrar la afinidad elemental de cada oponente, si lo hacemos bien pronto estaremos encadenando combates para mejorar el drop rate de recursos escasos. Una vez que entramos en el flow de la batalla, esquivando, contraatacando y utilizando las intervenciones en el momento justo, Tales of Arise se vuelve un fantástico juego de acción con reminiscencias a los mejores hack & slash.

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Tales of Arise es un juego enorme, pero a la vez uno de los JRPG que más corto se me hizo y lo digo en el mejor sentido. El tiempo vuela mientras estamos liberando provincias en Dahna, cada nueva zona propone un cambio de escenario y consigo trae una increíble necesidad de salir a explorar que extendió mis sesiones de juego hasta largas horas de la madrugada. Además de la narrativa principal, siempre tendremos misiones secundarias para descontracturar, desde simples tareas de recolección de ingredientes, pasando por cacerías de monstruos gigantescos y hasta facilitar un casamiento. En medio de la aventura habrá lugar para encontrar búhos por los niveles y llevarlos al misterioso bosque donde habitan la Reina y el Rey Búho (que nos llenarán de trajes, ítems cosméticos y habilidades vitales de cara al NG+) y hasta podremos dedicarnos a pescar por todo el mundo gracias Kisara y la caña de pescar de su hermano. A lo largo de las 57 horas que demoré en terminarlo me dediqué a experimentar todo lo que el juego tenía para ofrecer, pero luego de terminar de ver los créditos me desayuné con que aún había mucho que hacer. En todo momento nos avisan cuando estamos por pasar por un “punto de no retorno”, aunque luego podamos volver, y antes de la batalla final hay un aviso bien claro por si dejamos algo sin completar. Sin embargo al terminarlo nos habilita un save con estrella, ya sea para seguir explorando o para cargarlo y comenzar el New Game+

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A la hora de construir este universo la escala que maneja Tales of Arise es tan fantástica como adecuada a los tiempos que corren. Cada bioma está bien diferenciado, no sólo desde lo estético sino por lo cohesivo de su flora y fauna. A medida que vamos descubriendo nuevos escenarios conoceremos los problemas de su gente: la relación de verticalidad entre los habitantes originarios de Dahna y la raza gobernante es diferente en cada región, pero igual de atroz. Una de las cosas que más me atrajo fue la forma en que los protagonistas viven la opresión, cómo afecta sus vinculaciones y su postura ante la adversidad. Si nos tomamos el tiempo de leer las reacciones de los ciudadanos, y prestamos atención a las consecuencias de nuestras acciones, vamos a ver cuan entrelazado está nuestro destino con el del mundo ¿Suena enigmático? ¡Bien! Porque es la única forma que tengo de resaltarlo sin spoilearles parte de la trama. A lo largo de toda la aventura habrá momentos de increíble belleza, íntimas conversaciones de corazón a corazón entre los protagonistas y varios golpes bajos. Todo forma parte de esta magnífica aventura, desde los jefes gigantescos y espectaculares hasta la charla más sencilla del party mientras prueban un platillo cocinado por Kisara en el campamento de turno.

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A esta altura debería haber quedado claro que estamos ante un gran JRPG, pero quiero hacer énfasis en lo que Tales of Arise representa para la saga. La entrega anterior había dejado el listón alto en cuanto a historia y diseño de personajes, pero tenía falencias de ritmo en cuanto a la narración. Tales of Berseria empezaba lento y se ponía interesante en la hora 25, caía en demasiados clichés, estiraba la vida útil de un motor de juego de PS3 y no lograba ponerse a la altura de los grandes exponentes del género. Esta nueva entrega resuelve todos los problemas anteriores, mejora los puntos fuertes de su antecesor y supera todo lo que hemos visto en cuanto a representación de un mundo a través de cell shading sombreado. Tales of Arise es el salto de calidad que la franquicia necesitaba para subirse al podio de los mejores del género y, en el camino, logra establecer nuevos estándares para el futuro de la saga. Ya sea por la construcción del mundo, sus personajes queribles y entrañables o su fantástico sistema de combate activo, Tales of Arise es un juego hermoso y superador. Por eso lo considero un clásico moderno, uno de los mejores juegos del año y una experiencia recomendada, tanto para los amantes del género como para quienes estén dando sus primeros pasos y quieran formar parte de esta legendaria aventura.

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TALES OF ARISE

10/09/2021 (PS4, XBOX ONE, PS5, S|X, PC)
9.0

Tales of Arise es un JRPG fantástico que se llevó 57 horas de mi vida, disfruté cada minuto y no quería que termine más. Lo jugué en Xbox Series X en modo calidad, y tengo pensado seguir explorando cada rincón de Dahna y Rena hasta completar todas las misiones secundarias.