ANÁLISIS | Swamp Thing S01E01: Piloto

Si algo dejó bien en claro el DC Universe es que cada una de sus series originales posee un tono y una estética muy particular. “Titans”, “Doom Patrol” y “Swamp Thing” tendrán las viñetas en común, pero desde la plataforma, las plantean como historias particulares y distintas, que exploran personajes, temáticas y géneros muy diferentes. Mark Verheiden y Gary Dauberman -muy cercanos al mundillo de los sustos cinematográficos y televisivos- se apropiaron de la Cosa del Pantano y sumaron el ojo terrorífico de James Wan como productor ejecutivo, lo que asegura, mínimamente de entrada, cierto cuidado en los detalles a la hora de contar las peripecias de Abby Arcane (Crystal Reed) y Alec Holland (Andy Bean) en los pantanos de Marais, Louisiana.

La historia de este “monstruo” es más o menos conocida a través de dos fallidas encarnaciones cinematográficas, una serie de TV y casi cincuenta años de publicaciones. Igual, esta nueva versión toma algunos elementos de la creación de Len Wein y Bernie Wrightson y los resignifica, poniendo el foco de atención y punto de vista en la figura de Abby, doctora del CDC (Centro de control y prevención de enfermedades) que debe volver a su pueblo natal para investigar una horrenda epidemia que parece haberse originado en el famoso pantano del lugar.

El piloto dirigido por Len Wiseman, responsable de “Inframundo” (Underworld, 2003), es una clásica introducción a los personajes, su entorno y un conflicto principal que se irá desarrollando a lo largo de esta primera temporada de diez episodios. Acá, el misterio es bastante sencillo, pero son los intrincados elementos que lo rodean, lo que realmente dispara la trama. Algo no anda nada bien en las inmediaciones de Marais, y no es precisamente culpa de un agente natural.    

Muy de a poquito vamos descubriendo que Abby abandonó el pueblo cargada de culpas y un pasado oscuro. Este regreso no sólo está ligado a la ayuda experta que ella puede brindar para desenmarañar esta supuesta epidemia, sino a la búsqueda de redención que la une a Maria (Virginia Madsen) y Avery Sunderland (Will Patton), padres de Shawna (la mejor amiga de Arcane, fallecida hace años), y los ricachones del lugar, ligados de alguna manera a los extraños sucesos del pantano.

Todo arranca con la pequeña Susie Coyle (Elle Graham), quien presenta los raros síntomas de una enfermedad imposible de determinar. Ella es la primera de varios infectados y la causa de la intervención del CDC. Junto con Matt Cable (Henderson Wade), policía y viejo conocido de su juventud, Abby intenta encontrar los orígenes del contagio y al papá de la nena, desaparecido desde hace varios días. Así es como cruza camino con Alec, biólogo de dudosas credenciales que se encuentra en la zona haciendo investigaciones para una poderosa compañía.   

El último paradero del señor Coyle, así como varios de los experimentos de Holland, confluyen en el pantano de donde vienen algunas muestras bastante extrañas. Antes de que puedan asimilar lo que está pasando, los hechos se precipitan rápidamente, y a Abby y Alec no les queda otra que unir fuerzas para desenmarañar este misterio y detener a este “agente infeccioso”.

‘Ahora se propaga la fiebre, es que la epidemia ya viene’

Si la primera temporada de “Swamp Thing” funciona narrativamente como una película, entonces, este episodio corresponde a esos primeros veinte minutos donde se plantea el conflicto y tenemos las primeras revelaciones. A diferencia de las otras series de la plataforma, la creación de  Verheiden y Dauberman parece seguir una estructura bastante clásica, entrelazando los acontecimientos del presente con algunos flashes del pasado para entender las motivaciones de Arcane y otros tantos personajes. Un piloto digno, atrapante y con buenos efectos, aunque no sobresalga de la misma manera que, por ejemplo, “Doom Patrol”, en parte debido a sus protagonistas principales, un tanto carentes de carisma.   

Lo que sí queda bien en claro es que esta es una historia oscura, violenta y sobrenatural que pone en el centro al “monstruo”, pero también a la dañina y codiciosa naturaleza humana que choca con un entorno que pronto va a cobrar venganza. Por ahora, el relato se nos presenta como un drama fantástico cargado de misterios, pero queremos apostar a que los realizadores van a profundizar mucho más en las cuestiones ecologistas y en la relación entre Abby y la criatura (sabemos que ahí hay amor), más allá de su objeto de estudio. Muchas fichitas puestas en este show pensando, más que nada, en lo bien que les fue a sus antecesoras.