La ficción se hace eco de la realidad en el último episodio de “Supergirl”. “Stand and Deliver” rebosa de resoluciones políticas y sus consecuencias cuando Ben Lockwood decide tomarse bien en serio su nuevo puesto como Director de Asuntos Alienígenas y retirar cualquier amnistía contra los alienígenas que viven en nuestro planeta. Su idea es enviarlos a todos de vuelta al lugar de donde vinieron, una propuesta que cae muy bien entre sus seguidores más violentos y aquellos ciudadanos que comparten su ideología. Claro que es un no rotundo para los extraterrestres que conviven en paz, muchos de ellos refugiados, y para la Elite, dispuesta a todo para ponerle un alto a este fanático.
Manchester Black, Menagerie, Morai y The Hat lograron escabullirse entre las manos de Supergirl y sus aliados para seguir luchando por la causa a su manera. El reloj está en su contra, así que Kara, J’onn J’onzz y Dreamer unen fuerzas para detenerlos antes de que alguien salga verdaderamente herido. Ese alguien, obviamente, es Lockwood, que con sus políticas extremas está forzando un enfrentamiento entre humanos y alienígenas. Gracias a los poderes de Nia logran capturar a Pamela Ferrer/Menagerie, pero el resto descarga contra el ex Agente de la Libertad durante uno de sus discursos, atentado que la kryptoniana consigue frenar en el último segundo.
Las acciones de la Elite aceleran los planes de Lockwood, quien convoca a un mitin para conseguir nuevos adeptos. La manifestación es el escenario ideal para la venganza de Manchester, pero también para una protesta pacífica encabezada por los extraterrestres. Este choque pone en alerta al gobierno que pretende evitar cualquier desmadre violento. Por un lado, Haley le encomiendo a Alex la tarea de proteger a Lockwood, a la cual accede a regañadientes; por el otro, Kara debe decidir donde pararse: si del lado de los protestantes como una ciudadana más de la Tierra, o permanecer al margen, cuidando a todos los habitantes, tanto humanos como alienígenas.
Todas son disyuntivas a lo largo de este episodio. Para Alex, quien debe poner el deber por encima de sus propias convicciones; o J’onn J’onzz, dispuesto a detener a Black a como dé lugar, más allá de su nueva postura pacífica. La conexión entre estos dos personajes se torna en obsesión para el marciano, sacando a relucir un comportamiento bastante extremo y poco bienvenido. Por su parte, el justiciero tampoco quiere atentar contra los suyos, y las medidas extremas propuestas por The Hat lo obligan a seguir por su propio camino.
A medida que se acerca el día del mitin, las tensiones van in crescendo, pero las actitudes tranquilas son las que más se destacan. Pronto descubrimos que Brainy está detrás de la protesta pacífica, y estimula a sus compañeros a unirse a esta noble causa. La ocasión también empuja a James Olsen a empuñar su mejor arma y concurrir a la asamblea, cámara de fotos en mano, para captar lo que ocurra a través de su ojo prodigioso.
Como era de esperarse, todo se convierte en caos cuando los Hijos de la Libertad arremeten contra los manifestantes. Pero no todos los residentes están dispuestos a abrazar las medidas violentas de este grupo y, en cambio, deciden ayudar a sus conciudadanos del espacio exterior. A pesar de las agresiones, algo bueno sale de todo esto: las inspiradoras fotos de James y la solidaridad de los humanos obligan al Presidente y a Lockwood a echarse marcha atrás con sus planes de abolir la amnistía, un revés para su política discriminatoria, al menos, por el momento.
Por suerte, Kara, Nia y Brainy logran desbaratar a la Elite, aunque Manchester sigue suelto. Una misión que J’onn se toma de manera personal tras sacar lo peor de su naturaleza durante su último encuentro. Tema aparte es el destino de Olsen, gravemente herido al final de este episodio, suponemos, no tanto por sus obras fotográficas inspiradoras, sino por meter las narices en los asuntos de Lena Luthor. James parece bastante convencido de que las finanzas de su ex están en orden, pero la duda sigue flotando en el aire y en la cabeza del reportero. ¿Hay otro Luther detrás de este ataque? Pronto lo sabremos, al igual que las verdaderas intenciones de Lena en cuanto a su colaboración con el gobierno para crear súper soldados que puedan hacerle frente a los extraterrestres.
“Stand and Deliver” es un episodio con temas bien directos (hola gobierno racista de Trump) y momentos un tanto desprolijos, pero bien cumple su función a la hora de dejar en claro que los tiempos más turbulentos suelen sacar lo mejor y lo peor de las personas (y los alienígenas). Un capítulo que se centra en las resoluciones morales de cada personaje, quienes deben decidir entre el deber y su propia consciencia.
El paso de la Elite por la Fortaleza de la Soledad queda un tanto fuera de lugar y anecdótico dentro de una trama que prefiere destacar a personajes secundarios como la dupla Manchester/J’onn, Nia y su entusiasmo superheroico (aunque por momentos exagerado), y las pequeñas acciones de Brainy y James. Kara sigue demostrando que es un símbolo (verdad, justicia y blah) respetado por todos, pero no es el único en estos tiempos turbulentos donde la gente es altamente influenciable.