Monkey Island es probablemente, uno de los mitos más grandes dentro de la industria del videojuego: fundacional para un género y una forma de entender el humor dentro de los juegos, que también se transformó en algo más mientras era interpretada por distintos autores. Hoy, a 30 años del cliffhanger en el que termina Monkey Island 2: Lechuck’s Revenge, Guybrush Threepwood regresa al ruedo de la mano de su creador original, Ron Gilbert, para traer este maravilloso universo y responder todas las preguntas pendientes. ¿Qué tan efectivo es en esto Return to Monkey Island?
Para contestar esta pregunta nadie mejor que el contramaestre Guillermo Leoz, confeso amante de la obra de Gilbert al punto de llevarla en su propia piel como para entender no sólo la magnitud de este hecho sino también sentir el pulso de la propuesta. En términos de jugabilidad hay novedades: por un lado, una adaptación a controles tipo joystick para la versión de Nintendo Switch y por el otro, cambios en la calidad de vida para que la experiencia sea satisfactoria. Según Guillo, “en Return to Monkey Island Regreso a Monkey Island, volvemos a una aventura gráfica en lo más clásico del Point click pero con controles que están muy bien modernizados”.
Esto significa que en una de las cuestiones más distintivas del género y de los juegos originales son los puzzles, que están de regreso pero no en la forma en la que nuestro Guillo hubiera imaginado: “Me sorprendió lo fácil que terminó siendo.” sentenció, refiriéndose a que los puzzles que ofrece el título tienen soluciones más obvias que los originales, en donde a veces el “pensamiento lateral” se ponía en el medio del disfrute y fluir de la narrativa. Y en este sentido es donde reside el alma de Return to Monkey Island: la historia, el humor, los personajes.
“Todo eso sigue estando. Y esa es la gran noticia… Estoy hablando de los puzzles, porque bueno, la conversación fue por ahí y es creo que es lo único que no me parece que esté a la altura del legado o del resto, que es fantástico. Porque si yo en realidad vengo a Monkey Island por el humor, por todo, como decía, personajes, locaciones, música, temática, chistes e incluso también, las secuencias”, validando la experiencia por completo como pueden ver en la videoreview:
Y también en su formato podcast:
“O sea, cuando todo lo destilas a un número pierde: pierde un poco de de corazón y de pasión la cosa y empieza a unificarse, a ponerse picante… Igual para mi es un ocho, porque claramente pudo haber sido aún mejor, pero tampoco le podés pedir que esté a la altura y hacerte sentir la misma cosa que juegos de hace décadas y que representaron en tu vida muchas cosas.” selló el puntaje Guillo en su análisis.