ANÁLISIS | Resident Evil Village: Winters’ Expansion

Resident Evil Village se tomó su tiempo en recibir el nuevo contenido que tanto habían prometido. No hablamos solo del DLC de historia, Shadows of Rose, el condimento principal de la expansión que vamos a analizar hoy (que llega con una expectativa alta de parte de los fans), sino que Capcom anunció esta octava entrega con un modo multijugador que se postergó por más de un año y estrena recién el viernes. En otras palabras, tuvimos que esperar bastante, pero acá tenemos una excusa para revisitar la historia de Ethan Winters, que arrancó en Resident Evil 7, y darle un cierre con el nuevo DLC, encarnando a su hija Rose, 16 años después de los sucesos del juego base.

Winters’ Expansion incluye el mencionado contenido de historia, un modo en tercera persona para jugar con una perspectiva muy parecida a la clásica y el verdadero modo Mercenarios, con tres personajes nuevos. Además, su lanzamiento el 28 de octubre coincide con la llegada de RE: Verse, el modo multijugador que estará disponible para todos quienes tengan Village, ya sea la edición normal o la Gold Edition (que incluye los contenidos nuevos). Capcom hizo la tarea en escuchar a los fans para esta expansión y trae lo que muchos pedimos. Veamos qué tan bien lo ejecutan.

16 años después de los acontecimientos de Resident Evil Village, Rosemary Winters (Rose para los amigos), la querida hija de Ethan, ya es una adolescente y ahora lucha contra sus poderes, que no son más que una maldición para ella. No puede vivir una vida normal por culpa de ellos. En este contexto, Shadows of Rose comienza con la joven cuando se entera de una forma de librarse de este tormento: tendrá que indagar más en la megamiceta y volver “al pasado”, sobre los pasos de su padre, para encontrar las respuestas.

Esta nueva campaña asume que ya terminamos Village y sirve como continuación a nivel historia, aunque resulta bastante continuista en cuanto a gameplay, salvo por una adhesión en particular que le aporta frescura a la fórmula survival horror. Vamos a recorrer escenarios que ya vimos en la campaña principal, pero vistos desde la perspectiva de la chica.

En este sentido, casi todo en Shadows of Rose nos resultará familiar. La combinación de varios estilos de juego dentro del terror vuelve a estar presente, así que tendremos momentos más de exploración y puzles con recursos limitados; otros en los que estaremos indefensos y tocará jugar a las escondidas, y etapas más de acción. El combo es conocido, pero la novedad es que Rose tiene poderes y gran parte de los puzles y hasta las estrategias de combate giran en torno a ellos.

Jugar con ella es como encarnar a Ethan, con el plus de que puede usar su energía interior para ralentizar a los enemigos y contraatacarlos cuando nos hacen un agarre. Su poder no es ilimitado, claro, y también es uno de los recursos que habrá que gestionar porque tendremos que recargarlo con una de las tradicionales hierbas de la saga, en este caso, una hierba blanca. En otras palabras, su suma una mecánica más al combo survival horror, un poder que se siente “sobrenatural”, pero que no está inflado ni nos hace sentir poderosos. El terror y la supervivencia siguen vigentes toda la aventura.

Capcom logra, una vez más, darle una identidad jugable a otro personaje, tal y como le daba variedad a Village con las secuencias en las que encarnábamos a Chris. Entonces, Shadows of Rose sigue la estela del original y es un agregado divertido, variado y también muy aterrador en ocasiones. Sin embargo, aunque mantiene los aciertos del original, también retiene algunos de sus errores.

La crítica que más salta a la luz es la nula variedad de enemigos. Las 4 horas que estaremos jugando con Rose –una duración más que satisfactoria– nos retan a vencer a los mismos dos enemigos, con excepción de los jefes, que tampoco son muchos. El diseño de uno de ellos es atractivo porque funciona más como un combate táctico de esquivar e ir abriéndonos camino con nuestros poderes mientras lo vencemos, pero también es una realidad que se trata de un miniboss a nivel historia. Los verdaderos jefes no plantan una batalla a la altura de sus personajes y, nuevamente, estamos ante el mismo problema que tienen los jefes de Village: nos ponen simplemente a esquivar y disparar a un punto débil. Nada más.

Esto no quiere decir que Shadows of Rose decepcione, sino, al contrario. A lo que ya mencioné de la variedad, se suman muchos de los momentos más aterradores y originales de todo Village. El poder de Rose no está explotado en profundidad (como sí pasaría en un juego completo), pero sí resulta renovador en la fórmula. La narrativa también tiene un condimento fresco que no vamos a spoilear por acá, pero que empuja la trama todo el tiempo por como interactúa Rose con un personaje. La cámara en tercera persona, además, le sienta muy bien al estilo de gameplay.

Shadows of Rose deja un sabor de boca satisfactorio y otorga varias respuestas para entender mejor toda la historia de Miranda, el hongo y los sucesos de Rumania, aunque también deja la puerta abierta para más. Como pasó con Resident Evil 7 en su momento, varios clavos quedan sueltos todavía como para que Capcom lance una nueva entrega a futuro, con este nivel de frescura e innovación –definitivamente los zombis quedaron atrás, en Shadows of Rose más que nunca, y aun así seguimos sintiendo que la experiencia es de Resident Evil.

En cuanto a los nuevos contenidos del DLC, la nueva cámara en tercera persona para la campaña principal es, sin dudas, la forma definitiva de jugar. Muchas críticas a Village venían por el lado de la poca movilidad de Ethan y lo fácil que era que los enemigos queden fuera del campo de visión, dando lugar a un combate frustrante en los momentos en que más enemigos había. Esta falencia ahora está prácticamente solucionada y no podemos decir otra cosa que Village nació para ser jugado con la cámara clásica.

Mercenarios, por su parte, no era más que un agregado anecdótico hasta ahora. Con la Expansión de los Winter, se suma Chris Redfield como personaje inicial –junto a Ethan que ya estaba– y tenemos a Lady Dimitrescu y Karl Heisenberg como desbloqueables. Village es la entrega de Resident Evil que resucitó Mercenarios después de muchos años, un modo muy querido por los fans; sin embargo, solo con Ethan no habían logrado devolverle la esencia arcade gloriosa que supo tener en su momento. Con los tres nuevos personajes, la acción y el desafío de este modo vuelven a estar a la altura de lo que amábamos en entregas previas. Me encantaría que sumen incluso más personajes, pero con los tres nuevos ya tenemos para entretenernos un buen rato.

Resident Evil Village: Winters’ Expansion es uno de los contenidos más cuidados, incluso con sus falencias, que recibió la saga de Capcom, y se nota el esmero que tienen los desarrolladores en darle a los fans el contenido que esperan. Fanservice, pero con sustancia. Como lo hizo End of Zoe en Resident Evil 7, celebro las novedades a nivel gameplay, que encuentran experimentación en el survival horror más clásico, pero también el riesgo de la historia. Lo que vivimos en Shadow of Rose no va a dejar indiferentes a los fans, aunque claro, no van a faltar las voces que digan que “esto no es Resident Evil”. Pero para muchos de nosotros sí lo es, lo que sucede es que, como ya mencioné, los zombis quedaron atrás.

RESIDENT EVIL VILLAGE: WINTER’S EXPANSION | 8.5/10 (PC, PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X/S)