Análisis | Resident Evil 3 es otro gran remake de parte de Capcom

La palabra remake no es ajena ni algo nuevo en la saga Resident Evil, pero no vamos a negar que la llegada de un nuevo Resident Evil 3 no nos tomó por sorpresa. La remake de la tercera entrega es de ese tipo de videojuegos que uno siente que son el paso obligatorio tras el éxito de Resident Evil 2 el año pasado, pero también se sienten como un imposible porque nos negamos a creer que pueda salir algo bueno de revisitar un clásico 20 años después. Por eso sorprende que Capcom lo haya hecho bien otra vez.

La compañía japonesa vuelve a demostrar que sabe jugar con la nostalgia y nos trae Resident Evil 3, un videojuego que se siente como una extensión del que llegó el año pasado, transmitiendo las mismas sensaciones del original. Este nuevo remake se posa sobre dos moldes: el del juego de 1999 y el del remake del año pasado. En este sentido es un juego menos ambicioso y más predecible, al menos en términos de mecánicas y en qué esperar. Pero reluce especialmente por una sola cosa, por ese condimento que le da el toque tan espectacular: el implacable y temible Nemesis.

La odisea de Jill comienza en las calles de Raccoon City

La infernal criatura le da caza sin cesar a Jill Valentine, protagonista del juego que, cronológicamente, regresa desde la primera entrega, tras el incidente de la Mansión Spencer que dio vida al estallido viral zombi que conocemos como Resident Evil. Jill será testigo del final de Raccoon City, la ciudad que transicionamos en Resident Evil 2 y que acá conoceremos a fondo.

Este nuevo Resident Evil 3 reinterpreta la lucha de Jill por sobrevivir. Mismos personajes e historia, pero haciendo gala de una jugabilidad más aggiornada a los tiempos que corren. Cámara sobre el hombro, movimiento fluido y una inmersión mayor gracias a la mencionada perspectiva de cámara que no nos deja ver qué tenemos detrás.

Jill se verá inmersa en el más puro caos cuando la ciudad de Raccoon City comience a ser tomada por el virus-T, que infecta a todo ser vivo convirtiéndolo en un muerto viviente. La única salida es escapar de la ciudad, aunque en su caso el desafío será doble porque además de tener que evitar que los zombis, perros y otras alimañas la muerdan para infectarla, tendrá que evadir al despiadado Nemesis, un arma bacteriológica que quiere asesinarla y no se muere con nada.

Nemesis no es una esponja de balas porque hay formas de bajarlo. Pero te vas a sorprender con todas las que se banca

Lo que sigue es una odisea de sorpresas, con muchas idas y vueltas, que llevarán a Jill a conocer más sobrevivientes, entre ellos un grupo de soldados de Umbrella, la organización responsable de todo el lío viral/zombi.

Escapar de Raccoon City será todo un desafió para Jill y para nosotros los jugadores. A nivel jugable, la fórmula de Resident Evil 2 se mantiene. El título es un survival horror en la medida en que sobrevivir implica un enfoque táctico para el combate. ¿En qué sentido? La administración de recursos es clave para tener siempre disponible un ítem de curación, o munición o granadas para tumbar al enemigo que se nos cruce. El inventario es limitado, con ocho espacios al principio, de modo que hay que pensar bien qué llevar y qué no, siempre recordando que podemos guardar cosas en los clásicos baúles de la saga.

Como ya sucedía con las entregas de los años 90s, si comparamos Resident Evil 2 con Resident Evil 3, este último siempre se enfocó más a la acción. Lo mismo sucede con este nuevo título que agrega una mecánica nueva que será crucial para nuestros enfrentamientos a lo largo de los callejones de Raccoon City. Hablamos de la capacidad que tiene Jill de esquivar con un paso rápido a los enemigos. Como si se tratase de un hack and slash, este esquive funciona como un parry: si lo ejecutamos en el momento justo, evadiremos las garras del enemigo sin sufrir un rasguño y tendremos el beneficio de unos segundos de slow-motion para re acomodarnos y hacer daño certero.

Le digo ‘Pepe, vení’ y él salta, salta… Para matarte de un golpe. ¡Qué sapo horrendo el Hunter!

Y ya que menciono el esquive, me veo obligada a adelantarme en la historia y contarles que Carlos vuelve a ser un personaje jugable, como no podía ser de otra forma. Esta vez incluso se le da más protagonismo, tiene más escenarios propios y hasta un estilo de juego. En otras palabras, el muchacho es más rudo que Jill y el gameplay se ajusta a su actitud. Los momentos en los que Carlos toma la batuta son momentos de acción, sin dejar de lado el componente de supervivencia y terror que hacen de este juego un survival horror.

Carlos tiene un movimiento de puñetazo en la tecla que Jill tiene un esquive. Este puñetazo colocado en el momento justo puede hacer que un zombi caída al piso, dándonos una buena oportunidad para escapar.

Que el juego esté más orientado a la acción implica tener más enemigos en pantalla. Hay que aclarar que Resident Evil 3 no es un shooter ni se siente como tal. Enfrentarse a varios enemigos implica una estrategia. Disparar a mansalva no sirve. Primero porque los enemigos son duros, como ya pasaba en Resident Evil 2 Remake. Hay daño localizado y está pensando para que descubramos el punto débil de cada enemigo y disparemos allí. Los zombis ya no se desmiembran como en el juego anterior, pero esto no quita que se haya perdido la estrategia de dónde disparar. Por otro lado, hay que acostumbrarse a usar el esquive (Jill)/puñetazo (Carlos), que es vital si queremos sobrevivir.

Hay una toma de decisiones constante durante el combate, de saber qué ítems llevar, con qué enemigo gastar balas y a cuál mejor esquivarlo, entre otras. Esta es la característica principal del género survival horror, muy presente en los juegos de terror que salían en los 90s y 2000s, no solo en la saga Resident Evil, sino en Silent Hill y un montón de juegos más. El mayor logro de estos remakes de Resident Evil (tanto de Resident Evil 2 como de este nuevo juego) es que logran poner el foco en el combate como los juegos de antaño, modernizando la fórmula en todo aspecto y manteniendo la dosis táctica, los puzles (sencillos pero efectivos) y la escasez de recursos. No son juegos frustrantes o injustos, pero sí ofrecen un desafío extra si los comparamos con el juego promedio de terror o de acción moderno.

Como ya hablábamos más arriba del giro a la acción que toma este título, esto se ve también en la importancia que se le da al arsenal. Hay múltiples combinaciones de pólvoras y otros elementos para crear munición. Hay una buena cantidad de mejoras para las armas, que son un verdadero puzle porque están escondidas en el mapa e implican una exploración minuciosa. Es vital encontrar la mayoría de estas para que la experiencia sea más amena. Al ser un juego que nos larga enemigos de a puñados, puede ser frustrante tener que enfrentarlos con pistola o cuchillo (aunque se puede hacerlo si uno quiere porque este último no se rompe).

Si nosotros tenemos un arsenal más duro, ¿ustedes piensan que Nemesis no lo tiene?

Por otro lado, es necesario hablar específicamente de Nemesis. Quienes jugaron la demo ya tuvieron el primer contacto con este gigantón. Si no jugaste el Resident Evil 3 original es probable que, de todas formas, conozcas a Nemesis. Es uno de los enemigos más icónicos de los videojuegos de terror. Teniendo este peso sobre los hombros, Capcom nos trae una reversión aún más feroz y letal del enemigo. Lo que más temíamos es que lo desaprovechen, como hicieron con Mr. X el año pasado en Resident Evil 2, pero acá es todo lo contrario.

El monstruo es todo lo que uno esperaría de un Terminator que tiene la misión de eliminar un objetivo. No se detiene con nada y tiene varios trucos bajo la manga para evitar que escapemos. El tentáculo, que era un obstáculo en la segunda mitad del juego en el original, acá es una molestia desde el principio. El tipo lo usa como lazo, nos atrapa y nos arrastra hacia a él con esta técnica, evitando que huyamos. También nos pega puñetazos que drenan mucha vitalidad y se aparece delante nuestro cuando logramos dejarlo atrás, como pegando un salto que nos hace sentir que todo lo que corrimos fue en vano.

Nemesis puede ser muy molesto y un verdadero asesino hasta que le agarramos la mano al esquive y entendemos con qué armamento lo podemos tumbar. Si jugaron la demo, esta dinámica ya la vieron y es la que se mantiene en los primeros compases de la aventura. Más adelante Resident Evil 3 tiene preparadas varias sorpresas, obviamente relacionadas con Nemesis, que no les quiero contar. Les puedo decir que sí hay batallas directas con él y que no nos deja en paz nunca. Es incluso un enemigo más insoportable y más tenaz, en el mejor y más aterrador sentido de todos.

Nemesis armado como corresponde, para la ocasión

Los enfrentamientos con Nemesis son variados en su mayoría. Ya sea porque podemos tumbarlo cuando estamos escapando de sus garras o porque hay momentos en los que la criatura está planteada como jefe. De estas peleas, hay dos que son casi idénticas y esto es un punto flojo sin dudas porque en un juego relativamente corto uno suele esperar variedad.

Volviendo a la historia, en estos momentos se estarán preguntando qué tantos cambios y agregados hubo en Resident Evil 3 Remake en relación al original. Recordemos que el juego duraba unas tres horas, algo bastante criticado en su momento y que hoy en día es casi inviable, al menos para un AAA, incluso uno de terror. En este aspecto tengo buenos noticias porque este nuevo juego tiene una campaña de unas 7 horas, un poco menos que la duración de Resident Evil 7.

Capcom hizo de Resident Evil 3 un juego más narrativo. No solo hay más cinemáticas, para darle coherencia a la historia y un mejor trasfondo a los personajes, especialmente a Jill que ahora es mucho más que una simple policía. También se agregaron escenarios nuevos y la progresión de la historia es distinta. Me atrevo a decir que le pegaron un lifting mucho más profundo que a Resident Evil 2. Y esto no le sienta mal, porque recordemos que los elementos más icónicos del original eran Raccoon City y el propio Nemesis. Eso se mantuvo intacto, los cambios están sobre todo en el último acto. Eso sí, hay uno de mis momentos favoritos que lo borraron por completo y la verdad que se echa de menos, sobre todo porque era un escenario que hubiese dado lugar para una ambientación mas lúgubre, corte mansión embrujada. Hubiese ayudado a darle más variedad de escenarios al juego, que la verdad en la segunda mitad lo necesita.

Hay una buena variedad de enemigos, incluso algunos nuevos con respecto al original. Cada uno tiene su propia estrategia para eliminarnos, del mismo modo que cada uno tendrá un punto débil en el que tendremos que enfocarnos

La falta de finales alternativos y de dos campañas hace que Resident Evil 3 sea un juego que pone el foco en la rejugabilidad de su única campaña, una y otra vez, para obtener mejor puntuación, desbloquear armas, trajes y secretos. Esto es algo a lo que los fans de la saga estamos acostumbrados y estoy segura que lo van a saber apreciar.

En lo personal, me encantó ver cómo Capcom cuidó hasta el más mínimo detalle del contenido endgame. Más de uno se acordará de que si tumbábamos a Nemesis en el juego original, nos dejaba una sorpresa. En el remake sucede lo mismo, un detalle hermoso para los fans. A medida que pasemos el juego más de una vez, vamos a tener más herramientas para animarnos a enfrentarlo y derribarlo. La tienda también está presente, que se desbloquea cuando terminamos el juego en cualquier dificultad. Podemos comprar ítems especiales, armas y trajes para Jill con puntos que vamos obteniendo al desbloquear logros y pasar el juego.

La presencia del Modo Asistido permite que los recién llegados puedan acostumbrarse al reto que implica lidiar con un survival horror. Esta dificultad es idéntica al Fácil del original, ¡y hasta nos dan el rifle asalto y todo! Después tenemos Normal y Hardcore como dificultades, teniendo en cuenta que esta última cambia la ubicación y la cantidad de enemigos, hace que tengamos menos vitalidad y que todo sea más difícil de matar, incluyendo a nuestro querido Nemmy.

Un vistazo a algunos extras que se pueden comprar en la tienda

Y si seguimos pensando en los contenidos extra del original, nos acordamos de Mercenarios, modo clásico de los Resident Evil que debutó en aquella tercera entrega. En este remake no está presente, sino que lo reemplaza un juego completo multijugador, Resident Evil Resistance.

Poco tiene que ver Resistance con Resident Evil 3 en términos de historia y personajes, pero sí hay que destacar que se trata del primer modo multijugador de la saga en enfocarse en el terror. De estilo asimétrico, enfrenta a cuatro jugadores supervivientes contra un quinto que encarna al villano de turno. El llamado Mastermind es el jugador que encarna a villanos icónicos de la saga y que tiene la habilidad de desplegar y controlar enemigos en el mapa, evitando que los supervivientes escapen. Muy al estilo Dead by Daylight, pero con sus propios elementos, Resistance es una propuesta sólida para los amantes de este tipo de juegos.

Es un juego aparte, no canónico, que nos presenta a un grupo de jóvenes que fueron secuestrados por Umbrella y deben escapar de los laboratorios. Samuel Jordan (daño), January Van Sant (hacker), Valerie Harmon (support) Tyrone Henry (tanque), Becca Woolett (daño) y Martin Sandwich (supoort) componen el team de supervivientes. Por su parte, los jugadores que quieran jugar como Mastermind podrán ser Annette Birkin, Alex Wesker o Spencer, por ejemplo.

Todos los supervivientes tienen una habilidad última que al activarse tiene un efecto crucial, como Becca que puede obtener munición infinita por un tiempo definido

Las partidas de Resistance funcionan a contrarreloj. Los supervivientes deben escapar antes de que se agote el tiempo, sumando segundos cada vez que matan un enemigo o escapan de una de las tres zonas en las que se divide el mapa. El Mastermind restará segundos del cronómetro cada vez que dañe o incapacite a un superviviente. Si el reloj llega a cero, gana el villano y pierden los jóvenes.

Mientras que los supervivientes controlan a un personaje desde una perspectiva en tercera persona como en la campaña, Mastermind controla las cámaras del mapa, observando al otro equipo, y puede ir invocando enemigos y colocando trampas en el camino de otro equipo.

Los supervivientes no solo tendrán que derrotar a los enemigos que invoca Mastermind (que van desde zombis y perros cerberus, hasta el propia Tyrant y William Birkin), sino que tendrán que buscar llaves para abrir la puerta de la primera fase y segunda fase, y romper núcleos en la fase final. Son tres fases las que componen cada partida, el ritmo es dinámico y se terminan en poco tiempo, haciendo que en una hora podamos jugar varias.

Las perspectiva del jugador villano es la misma que tendría un guardia de seguridad. Observa al otro equipo a través de cámaras

Es interesante que cada Mastermind invoca al enemigo emblemático de su entrega, por ejemplo, a Annette invocando al destructivo Birkin. Las locaciones son algunas muy icónicas, como las calles de Raccoon City y el laboratorio de Umbrella; el parque de atracciones y el casino no tanto. En cada partida la ubicación de las puertas de salida y las llaves varía, como es esperable para darle desafío al asunto.

Ya explicada la dinámica, les cuento que la experiencia de juego es divertida y cumple con creces en el género del terror asimétrico. Obviamente que a Resistance le falta mucho contenido y balance para ser Dead by Daylight, pero el potencial lo tiene. Ya de por sí es un juego mucho más rejugable y justo que Friday the 13th o Last Year, dos títulos que se quedaron a medias.

Los supervivientes en sí están bien balanceados y, hoy por hoy, las chances de ganar para cada equipo están equiparadas. El problema más claro es que los tutoriales se quedan cortos y no es un juego que sea intuitivo. Los mapas son bastante laberínticos también. Incluye un Modo Práctica para conocer a fondo cada posibilidad, pero en lo personal preferí jugar varias partidas, entendiendo mejor la dinámica cuando me tocaba jugar con jugadores que tenían a los personajes ya leveleados

Resident Evil Resistance funciona con RP, puntos para subir de nivel que obtenemos al jugar partidas, recibiendo un beneficio extra si ganamos. Podemos canjearlos por cajas Umbrella de ítems cosméticos o habilidades pasivas (loot boxes), que equiparemos antes de cada partida. Por el momento, la progresión es justa y comenzamos a poder equipar mejoras extras desde bien temprano, cuando llevamos el personaje a nivel 3.

Lo creas o no, la ambientación de Resistance está muy bien lograda a veces

Lo que se nota que no está funcionando bien es el matchmaking, pero Capcom ya hizo un disclaimer de esto. Mi experiencia de juego en esta última plataforma me hizo notar que jugué partidas en las que estando en nivel 2 compartía con gente de nivel 25. Esto es especialmente desbalanceado si un grupo de novatos tiene que enfrentar a un Mastermind nivel +20. Esperamos que Capcom resuelva estos problemas para el lanzamiento.

Otro asunto son los micropagos y las mencionadas loot boxes. Sobre los primeros no creemos que vayan a desbalancear el juego ni volverlo pay-to-win porque favorecen a todos los jugadores de la partida. Con dinero real compramos boosts de RP que harán que ganemos más puntos. Estos funcionan con el jugador que compró el boost y con todos los que comparten partida con él, de modo que se benefician todos. Es una visión solidaria de los micropagos y hasta permite que un grupo de amigos que juega seguido se dividan el costo del boost de RP.

Las loot boxes que se compran con RP no dan habilidades activas y especiales para los personajes, que son las que realmente pesan durante las partidas. Estas solo se pueden obtener jugando y desarrollando los personajes. En este sentido, creo que Capcom ha balanceado bastante bien el asunto.

Ojo con los agarres de Nemesis porque esta vez son mortales en serio

Resident Evil 3 como survival horror da en el clavo y como remake es otro gran logro de Capcom. Se siente menos único y más continuista con respecto a Resident Evil 2 que, al llegar antes, inevitablemente dio el puntapié con la sorpresa y terminó siendo la base para esta secuela. Las comparaciones son inevitables, pero esto no quiere decir que Resident Evil 3 no esté a la altura de las expectativas, especialmente con lo que significa Nemesis, un monstruo que provoca pesadillas desde hace más de 20 años y supo reinventarse para hacerles pasar un mal rato tanto a los fans como a los recién llegados. Un remake fiel en esencia, con pocas falencias y los cambios justos para que valga la pena volver a encontrarnos con el juego original. Tiene un ritmo de lo más entretenido, con toques de acción, que hace que la propuesta de rejugarlo todas las veces necesarias para desbloquear extras sea un deleite.

Resistance nos dejó buenas impresiones y es lo más original y efectivo que conjugó Capcom en mucho tiempo en términos de multijugador. Ahora solo resta ver si Capcom soluciona los problemas de matchmaking para el lanzamiento, porque si no lo hacen, sería una oportunidad desperdiciada de darle a la saga un multijugador de terror.

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RESIDENT EVIL 3

03/04/2020 (PC, PS4, XBOX ONE)
8.5

Jugué Resident Evil 3 en PlayStation 4 Pro dos veces completas y en este momento estoy a mitad de mi tercera partida, en dificultad hardcore. El juego me gustó muchísimo, incluso cuando no es una aventura que no decae nunca como sucedió con Resident Evil 2 el año pasado. El modo multijugador está bueno. Muchas veces el fan promedio del survival horror tiene una actitud medio anti con todo lo que es online, pero quienes le den una oportunidad estoy segura de que se van a divertir y se van a llevar algunos sustos. No tuve ningún problema técnico. El código fue facilitado por la distribuidora.