ANÁLISIS | Predator: Hunting Grounds

Han pasado muchos años desde que John McTiernan presentó a Predator (Depredador) en su película homónima de 1987. Pero como sucede con Alien y Terminator, por ejemplo, el personaje ya es un ícono de la cultura pop y consigue atraer varias miradas cada vez que protagoniza algo nuevo. Predator: Hunting Grounds es un nuevo videojuego de la franquicia, un shooter multjugador 4vs 1 que nos propone jugar como una escuadra militar en equipo o bien como jugador solitario, en el papel de Predator.

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Si elegimos formar parte del escuadrón humano, podremos jugar como soldados de Asalto, Scout, Apoyo y Reconocimiento desde una perspectiva en primera persona. Cada una de estas clases tiene habilidades específicas y estilo de combates propios, que vienen dados por sus armas principales. También poseen armas secundarias de munición infinita, que nos pueden salvar de algún que otro aprieto, y objetos consumibles como jeringas estilo botiquín y granadas, que pueden ser de varios tipos como cegadoras o de fragmentación.

Por otro lado, si jugamos como Predator, la cuestión es menos shooter ya que contaremos con habilidades únicas, tanto de movilidad como ofensivas. Desde una perspectiva en tercera persona, este personaje le dará caza al escuadrón que estará formado por hasta cuatro soldados. Predator cuenta con mayor movilidad y una habilidad única llamada Predakour, que básicamente le permite avanzar con destreza haciendo parkour por los árboles, trepándose y pasando de árbol a árbol entre las ramas. Además, cuenta con visión térmica, armas y la capacidad de volverse invisible.

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Las partidas de Predator: Hunting Grounds son algo más que un enfrentamiento entre dos equipos desiguales. La propuesta suma elementos PvE ya que en los mapas encontraremos bases militares, campamentos y otras zonas donde nos enfrentaremos con soldados controlados por la IA.

Si jugamos en el bando del escuadrón, nuestra misión será la de cumplir ciertos objetivos al infiltrarnos en estos lugares y destruir, recuperar o escoltar algo, por ejemplo, misiones como destruir computadoras o antenas, recuperar información preciada que el enemigo tiene secuestrada en su campamento. La misión de Predator es bastante más simple y es la de eliminar al equipo contrario.

Lo que propone Predator: Hunting Grounds es interesante en la medida en que no reduce el enfrentamiento entre los equipos a la supervivencia pura. Los mapas son amplios y la idea de sumar elementos PvE suena lógica teniendo tantos metros para cubrir. Sin embargo, en la práctica nada de esto está bien implementado.

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Por un lado, el juego tiene problemas importantes de Matchmaking. El 27 de abril llegó una actualización que tenia como objetivo encarar esto, pero no solucionó nada. Actualmente, vamos a esperar como mínimo dos minutos para jugar en el Escuadrón y hasta 15 minutos para ponernos en la piel del Depredador.

Si a esto le sumamos que a veces las partidas son muy cortas, los tiempos tan largos de espera nos quitan las ganas. Son cortas porque, para evitar problemas con la falta de jugadores, las partidas arrancan cuando hay al menos un soldado en la sala de espera junto al Predator. Es decir, es posible jugar una partida 1vs1 y, en este caso, comienzan a verse los problemas de balance.

Si logramos jugar con un equipo de 3 o 4 soldados, el enfrentamiento es más justo. Pero estando solo o siendo solo dos, Predator tiene una ventaja clara. No tiene gracia estar esperando cinco minutos para jugar como soldado si vamos a terminar solos en la partida y a morir de dos golpes cuando nos cruzamos a Predator.

Otra de las cuestiones que falla es la inteligencia artificial. No tiene sentido incluir elementos PvE si esto implica invadir campamentos, ya sea como soldados o como Predator, que están atestados de soldados que no saben usar coberturas y que no se percatan de nuestra presencia. Estos enemigos controlados por la IA tienen siempre los mismos comportamientos y no suman nada a la propuesta.

De hecho, si les cuento también que los objetivos que tienen que cumplir los soldados en las misiones son aburridos y chatos; que no hay mucho más que hacer que llegar a una zona X, buscar X objeto y dispararnos con soldados de baja inteligencia, ¿qué tiene de divertido entonces jugar Predator: Hunting Grounds?

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Como soldados, probablemente nada. No se le puso mucho esmero tampoco a recrear lo tiroteos. Todas las armas suenan igual y tienen la misma cadencia. Como shooter, el juego es terriblemente genérico. Como Predator, por otro lado, hay una intención clara de serle fiel al personaje y tanto sus habilidades como su estilo de pelea son lo que esperaríamos de la criatura. El problema es que, siendo que Predator lo único que tiene que hacer es matar, el mapa puede que le quede un grande. También es cierto que, si el sistema de shooting con los soldados es genérico, con Predator es directamente tosco. Lleva bastante tempo acostumbrarse a jugar como Predator y esto solo deja en claro que los controles no son cómodos.

Volviendo a los mapas, el diseño de niveles no convence del todo porque no hay mucha diferencia entre los tres mapas que ofrece el juego. El trabajo de texturas tampoco ayuda porque le falta variedad. Las edificaciones y los enemigos tienen todos los mismos modelos.

En cuanto a la progresión de los personajes, la distribución de la experiencia está bien y no hace falta jugar mucho para subir de nivel e ir desbloqueando habilidades para nuestro Soldado o Predator. Cuando termina una partida recibimos experiencia que nos permite subir de nivel y una cantidad de Veritanium, que es la moneda del juego que nos permite comprar opciones cosméticas y cofres para desbloquear tres recompensas cosméticas aleatorias.

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El título no tiene micropagos al momento de escribir este análisis y está bueno saber que con Veritanium solo podemos comprar opciones cosméticas. Sin embargo, estas últimas son un poco sosas, especialmente para los soldados. Hay muy pocos colores para elegir al momento de personalizar armas, y lo mismo pasa con los accesorios o las opciones de apariencia. Ninguno de los ítems cosméticos de los Soldados nos incentiva a jugar para obtenerlo; con Predator es un poco distinto porque hay opciones de cambiar la máscara y otros accesorios que le van a gustar a los fans.

Finalmente, a nivel técnico tiene problemas de optimización. Hay tirones y bajones de frames, incluso jugando en PlayStation 4 Pro, y problemas en la carga de texturas. A nivel gráfico el mayor problema del juego es estético ya que, como dijimos, no hay mucho esmero en ponerle detalles a los escenario o personajes. A nivel sonoro está bien en lo que respecta a efectos y ruidos del Depredador, aunque los sonidos de las armas y las voces dejan bastante que desear.

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Predator: Hunting Grounds tiene ideas interesantes: el hecho de que los soldados y el Predator se enfrenten en un mapa que tiene vida, donde hay objetivos para cumplir, escuadrones controlados por la IA y animales que cazar, es interesante. Pero en la práctica falla todo. Los objetivos son aburridos, la IA tiene errores imperdonables y los mapas son pocos y todos iguales. Los problemas de matchmaking y de balance Illfonic podría solucionarlos con un parche, pero lo demás va a necesitar más trabajo. En este momento, es un juego que se vuelve repetitivo y aburrido muy rápido porque le falta contenido. Si en algún momento lo regalan en PlayStation Plus o llega a ser free-to-play, vamos a poder verlo con otros ojos, pero, por ahora, no lo podemos recomendar.

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PREDATOR: HUNTING GROUNDS

24/04/2020 (PC, PS4)
5.0

Jugué Predator: Hunting Grounds unas 10 horas en PlayStation 4 Pro. Fácilmente, a las 3-4 horas, ya había visto todo lo que tiene para ofrecer este shooter multijugador.