ANÁLISIS | Perpetual Grace, LTD S01E01: Eleven

Epix -cadena premium que pertenece a Metro-Goldwyn-Mayer– todavía no logró adjudicarse un éxito televisivo arrollador, pero sigue sumando proyectos a su grilla, entre ellos la inminente “Pennyworth” (centrada en los años mozos del mayordomo de los Wayne) y “Perpetual Grace, LTD”, un drama con toques criminales, algo de humor negro y mucho aire coeniano. La creación de Steve Conrad, responsable de “Patriot”, arranca con “Eleven”, episodio dirigido y coescrito por él que nos introduce de lleno en los dilemas de James (Jimmi Simpson), ex bombero que tocó fondo y ahora busca una salida fácil. O eso es lo que él cree.

Seis meses atrás, James cometió un error en el trabajo que le costó la vida a uno de sus compañeros. Desde entonces anda vagando, hasta que cruza camino con Paul Allen Brown (Damon Herriman), joven oportunista que busca vengarse económicamente de sus padres, miembros de una iglesia que lo echaron del hogar porque no aprobaban sus gustos ni estilo de vida. Como James necesita un propósito y Paul un gil que siga sus órdenes al pie de la letra, la sociedad no tarda en tomar forma y poner los planes en marcha.

¿La idea? James debe hacerse pasar por un adicto a la heroína y ganar la simpatía de Pa (Ben Kingsley) y Ma (Jacki Weaver), una pareja adorable encomendada a salvar a estas almas perdidas durante más de treinta años. Una vez que entren en confianza, James debe convencerlos de viajar a México donde serán retenidos contra su voluntad y dados por muertos, usurpar la identidad de su hijo Paul y echar mano de unos cuatro millones generados por los pastores de manera no tan santa.         

La cosa suena bastante rebuscada, pero con el correr de los días la relación entre James, Byron y Lillian Brown se va fortaleciendo, generando la empatía y familiaridad suficiente para que el matrimonio decida viajar al país azteca, supuestamente, para encontrarse con su verdadero hijo. Del otro lado de la frontera hay un sheriff corrupto –Héctor Contreras (Luis Guzmán)- dispuesto a jugar su parte, a cambio de unos cuantos billetes para huir con su amante. Pero nada es lo que parece dentro de este relato tan absurdo como retorcido, y ahí van a empezar a surgir los problemas para James, ¿un chivo expiatorio?

“Eleven” tiene todos los condimentos para atraparnos desde el comienzo: actuaciones maravillosas, una narración que va y vuelve en el tiempo para entender la psiquis del protagonista y una puesta en escena que siempre está al servicio de la historia y la presentación de cada uno de los jugadores de este extraño entramado. Conrad utiliza todo tipo de recursos visuales para introducirnos en este pequeño universo, inclusive un grandísimo plano secuencia que no tiene nada que envidiarle, por ejemplo, a “True Detective”.  

La fotografía de Jim Whitaker juega un papel fundamental en este primer vistazo, mezclando imágenes en blanco y negro con los sepia del paisaje de Nuevo México, tan austero como ideal, si alguien busca cometer un crimen y salir impune. A pesar de ciertas similitudes con el contexto de “Breaking Bad”, “Perpetual Grace, LTD” carga con cierto aire de western, y no, acá no podemos evitar pensar el peso que tiene la impronta del protagonista de “Westworld” en este sentido.

Nada puede malir sal

Chistes y referencias televisivas aparte, no caben dudas de que la idea de Conrad y el guionista Bruce Terris (“Empire”) es jugar con las apariencias. Cada vez que nos encaminan por un sendero, aparece una pequeña vuelta de tuerca que abre un poquito más el juego, demostrando que hay mucho más por conocer sobre estos bizarrísimos personajes. Estos enigmas, sumados a un gran elenco que cumple y un más que interesante planteo visual, convierten a “Perpetual Grace, LTD” en una de esas propuestas que vamos a seguir bien de cerca para saber hasta donde son capaces de llegar manteniendo la calidad y nuestra atención enfocada en la historia.