Análisis | MediEvil es una remake fiel, pero solo para nostálgicos

En mis días de Playstation 1, había juegos que completaba varias veces al 100% porque tuve una época en la que no tenía demasiado para jugar y no tenía problema en repetir juegos que me gustaban. MediEvil era uno de esos y cuando se anunció este remake, pensé que podía revivir aquellos días como lo hice con Crash y Spyro hace no mucho. Lo cierto es que la nostalgia es quizás un poco ciega.

MediEvil, originalmente lanzado en el año 1998 para la Playstation original, es un juego de aventuras con toques de hack & slash (que en aquella época ese género no tenía ningún parecido con God of War, que lo redefiniría años más tarde) que nos pone en la piel del caballero Sir Daniel Fortesque en el año 1386. Aunque quizás “piel” no es la palabra adecuada porque nuestro héroes no la tiene: Fortesque en un esqueleto reanimado por el malvado hechicero Zarok.

Fortesque tampoco es exactamente uno de los mejores caballeros. Cuentan las historias que 100 años atrás, cuando Zarok intentó conquistar el reino de Gallowmere, Sir Daniel lideró el ejército que terminó derrotando al hechicero y pasó a la historia como un héroe. La verdad es muy diferente: Daniel fue el primerísimo soldado en caer, eliminado inmediatamente de un flechazo a su ojo izquierdo pero el rey, quien era un gran amigo de Daniel, decidió fabricar esta leyenda para salvar a su preciado amigo de arruinar su reputación en su muerte.

La historia de MediEvil no es mucho más compleja que esto y tampoco necesita serlo. Lo cierto es que MediEvil es un juego apuntado a un público más jóven y por lo tanto el diálogo en general refleja estas intenciones, especialmente en el humor. Prácticamente todos los personajes se burlan del pobre Daniel pero sin ser crueles, y le dan ánimos para que en esta nueva oportunidad que le dio la vida (o la muerte, en este caso) pueda derrotar a Zarok y convertir su leyenda en realidad. Es simple, pero funcionaba en aquella época y en cierto punto funciona todavía. Yo ya crecí y este tipo de historias las vi hasta el cansancio, pero sigue siendo igual de efectiva para el público al que apunta.

Sir Daniel Fortesque, una vez más llamado al deber.

Sin embargo, MediEvil muestra claramente sus años en cuanto a jugabilidad se refiere. A lo largo de las decenas de niveles que ofrece el juego, iremos explorando Gallowmere y derrotando zombies, gárgolas, demonios y demás enemigos que también volvieron a la vida por la magia de Zarok. Contamos con una gran variedad de armas que iremos expandiendo a medida que coleccionemos más Cálices de Almas, objeto que se obtiene al derrotar a la mayoría de los enemigos en un nivel. Dicho cáliz nos permite visitar el Salón de los Héroes, donde los espíritus de los guerreros que realmente derrotaron a Zarok descansan y ofrecen consejos (y burlas) a Daniel además de sus armas.

El combate en sí es bastante simplón, aunque a medida que uno va avanzando la dificultad sube de manera un tanto desmedida, que no es demasiado raro para juegos de aquella época. Aporta también a este desafío los controles, que para esta remasterización no fueron modernizados de manera suficiente. Por más que algunos botones hayan cambiado de lugar, MediEvil se sigue jugando exactamente como se jugaba en 1998 y esto hoy en día es una contra, porque la jugabilidad no envejeció tan bien como la de otros clásicos como Crash y Spyro. La cámara sigue siendo un problema como lo era en aquella época y Daniel sigue sintiéndose tan tosco como en aquel entonces.

Uno de los jefes más icónicos, con una pelea que es exactamente la misma que en el 1998.

Lo que sí cambió fueron, obviamente, los gráficos del juego. A rasgos generales, este MediEvil realmente parece como un juego hecho para la Playstation 4, aunque si algunos modelos de personajes se ven de cerca pueden dejar un poco que desear. Así y todo, lo escenarios tienen una vida que no puede ni compararse al original de Playstation y varios efectos agregados le dan todavía más personalidad a este estilo artístico que, quizás intencionalmente, siempre recordó a The Nightmare Before Christmas de Tim Burton. Lo único es que con este estilo al juego le cuesta un poco mantener los 60 frames por segundo a los que apunta, al menos en mi Playstation 4 Pro. Llega ahí bastante tiempo, pero cuando no, es notable aunque no injugable.

Lo que más muestra sus años y uno de los aspectos más sorpresivos de este remake tiene que ver con el apartado sonoro. La música es de tan buena calidad que me cuesta reconocer si son las mismas pistas remasterizadas o nuevas grabaciones, pero las voces de los personajes son otro tema completamente diferente. Con excepción de una narradora que pone su voz a libros que anteriormente eran solo textos, todas las voces del juego son remasterizaciones de las pistas vocales del original. No sufren en calidad sonora, pero sí demuestran que los niveles de actuación del MediEvil original no tienen lugar en el 2019. Me resulta incomprensible que hayan decidido grabar cantidades nuevas de diálogo para elementos que no lo necesitaban, mientras que el diálogo principal del juego tiene la misma calidad de actuación que hace más de 20 años.

Hasta los niveles más simplones del original se ven bien en este remake.

No es una falta de cuidado, sino que se siente como que el estudio a cargo, Other Ocean, tuvo que poner sus prioridades donde claramente les alcanzaba el presupuesto (a pesar de que el nombre de Sony está bien grande en pantalla al comenzar). Esto se nota también en otros aspectos técnicos. Algunas áreas del juego tienen ciertos problemas de geometría y colisión, al punto que una de mis armas quedó atascada en un nivel y una vez que la volví a conseguir desapareció de mi inventario unas veces más. Además, uno de los jefes finales atravesaba las paredes de la arena de combate como si no existiesen. Son problemas generalmente menores, pero que restan a la experiencia.

La verdad es que después de haber jugado este MediEvil, los años no le sentaron bien al querido Fortesque. En 2019, y especialmente después del regreso triunfante de otros íconos de Playstation como Crash y Spyro, hacía falta más para revivir esta serie. Más allá de los problemas técnicos, traer la jugabilidad tal y como estaba le resta al encanto que el juego siempre tuvo. Me resulta difícil recomendarle este remake a aquellos que nunca jugaron MediEvil pero quienes sí, van a encontrar en este juego el mismo MediEvil que ya jugaron hace años, solamente que más lindo a los ojos. Sir Daniel ya cumplió con su leyenda en el pasado. No hacía falta volver a revivirlo.

MEDIEVIL

25/10/2019 (PS4)
7.0

Me llevó entre unas 7 y 8 horas terminar MediEvil al 100%, porque después de años de jugarlo varias veces así, no puedo jugarlo de otra manera. Quizás podría haber tardado menos, de no ser por los niveles que tuve que rejugar cuando esa arma me desaparecía del inventario. El juego fue provisto por la publicadora.