El sexo y los videojuegos nunca se han llevado del todo bien y, aunque hoy día estamos muy lejos de que el estándar de escenas íntimas sean las vistas en los viejos God of War o e Fahrenheit, sigue habiendo títulos que tratan el asunto desde una mirada adolescente. Tal es el caso de Lust for Darkness, la primera entrega de la saga, un juego que no llega a insultar nuestra inteligencia, pero que sí usa cualquier excusa para mostrar sexo, a veces logrando comedia no intencionada. Tras dos lanzamientos gratuitos en el medio, hoy podemos jugar la secuela, Lust From Beyond, una aventura de terror que refina la fórmula y nos demuestra que la desarrolladora polaca Movie Games Lunarium algo aprendió en el camino hasta llegar a esta nueva entrega.
Aunque no se vea tanto en videojuegos, el terror erótico es un género que tiene exponentes como Clive Barker (Hellraiser) o Anne Rice (Entrevista con el Vampiro) y, de hecho, Lust From Beyond toma mucho de la obra de este primer autor. Movie Games Lunarium se trae una secuela que nos mete de lleno en el mismo universo de lujuria, tortura y muerte inspirado en exponentes muy claros como H.P. Lovecraft o los artistas Zdzisław Beksiński y H.R. Giger.
Y si bien no son pocos los títulos que se apoyan en los mismos autores, sorprende lo original que se siente el mundo de Lust From Beyond. Una aventura psicológica con un protagonista perturbadísimo que lucha contra los impulsos carnales que lo llevan a Lusst’ghaa, una tierra de apariencia biomecánica ubicada entre los intersticios de los planetas, habitada por los seres más ominosos e impensados al mejor estilo Lovecraft.
Quienes hayan leído a este último autor, sabrán que jamás hubiese incluido alusiones sexuales en sus obras. Y aunque pueda sonar a herejía en el concepto, la cruza entre el terror cósmico de Lovecraft, y el infierno placentero y ritualista de Clive Barker le sientan muy bien a Lust From Beyond y lo convierten en un juego que se siente fresco. Por fortuna, además, se despega de juegos desafortunados como Agony o Succubus donde el sexo y lo erótico son más bien chabacanos y burdos, y el gameplay no remonta la propuesta desde ningún punto de vista.
Movie Games Lunarium, entonces, nos propone una aventura de terror en primera persona que recoge algunos elementos del survival horror más clásico, pero que también cuenta con la inmersión propia de los juegos de terror modernos. Asumiremos el rol de Victor Holloway, un anticuario que lleva una vida común y pacífica junto a su novia Lily. Sin embargo, por las noches sufre pesadillas con frecuencia que lo trasladan a la temible y tentadora Lusst’ghaa, la tierra cósmica del placer y el dolor. Victor terminará recurriendo a un psiquiatra de dudosa moralidad en el afán de volver a ser él mismo y terminará envuelto en un conflicto entre dos sectas que, como no podía ser de otra forma, ambas se dedican a realizar rituales cachondos para traer a nuestro plano a alguna deidad primigenia.
Lust From Beyond nos trae un relato más que convincente y es el apartado que más resalta si lo comparamos con el de la entrega anterior. No solo el tono es adulto, sino que tiene un trasfondo trabajado que evidencia el afán que puso Movie Games Lunarium para construir un universo coherente de terror carnal como ninguno.
Desde una perspectiva en primera persona, los jugadores guiamos a Victor a través de las desoladas calles del pueblo de Bleakmoor y los laberínticos túneles orgánicos de Lusst’ghaa. Por un lado, tenemos desafíos en forma de puzle que, si bien son variados y ayudan a bajarle la tensión al ambiente, tampoco presentan una dificultad elevada. En muchas ocasiones, los puzles responden a la historia y son súper sencillos; en otros casos son un poco más crípticos como esperaríamos de un mecanismo extraño que encontramos en un mundo alienígena. En ambos casos resultan entretenidos y van bien con el tono del juego.
Como era de esperar en estos tiempos, un juego de terror en primera persona no está completo sin enemigos que sobrepasen al protagonista de alguna forma. En los primeros compases de la aventura vamos a controlar a un Victor indefenso que no tiene mucho más que hacer que esconderse y correr de los enemigos, además de soltar alguna que otra frase chistosa –es bastante odioso el personaje; el juego quiere que no nos caiga del todo bien y lo consigue. El sigilo no es nada del otro mundo sino más bien lo que esperaríamos en este tipo de juego, sin indicadores de que un enemigo está en alerta o que estamos en su campo de visión. El lado positivo del asunto es que no está basado en la prueba y el error, sino más bien, si un enemigo nos ve, tenemos oportunidad de reaccionar.
No todo es evasión en Lust From Beyond, por suerte, y el personaje progresa hasta tener al comienzo un cuchillo y más adelante en la historia un revolver. En este punto, el gameplay se centra un poco más en la acción, aunque sin perder el núcleo de supervivencia. El cuchillo es rudimentario y realmente tenemos que dejarlo como última opción; el arma de fuego es una buena aliada, aunque los combates no tienen mucha profundidad y nos recuerdan a títulos como Call of Cthulhu de Cyanide, aunque no llegan a ser tan lineales y suman variedad a la experiencia, sobre todo las peleas contra jefes.
La impronta lovecraftiana la traslada a la jugabilidad con un medidor de cordura que tendremos que tener presente todo el tiempo ya que se bajará cuando seamos testigos de algo horrible, sea una criatura o una escena espeluznante. Si perdemos toda la cordura, nos vamos a desorientar y los controles comenzarán a traicionarnos, haciendo más complicada la travesía por Bleakmoor y ni hablar si estamos en el otro mundo. También hay un medidor de vida y una idea de administración de recursos ya que tendremos que revisar muy bien para encontrar botiquines o sedantes (que restauran cordura) y ahorrarlos si queremos tener uno siempre a mano. Lo mismo sucede con la lámpara de aceite, que no se agota como en juegos como Amnesia, pero que sí puede revelar nuestra posición en momentos de sigilo así que hay que pensar bien cuándo encenderla.
La experiencia de Lust From Beyond es variada y aunque no ofrece algo nuevo en sí, la podemos encasillar dentro de las más interesantes del último tiempo porque tiene personalidad y se siente completa. No llega sin flaquezas porque, desafortunadamente, se le notan las aristas rústicas de ser un juego de bajo presupuesto. A los problemas de IA en los enemigos y lo poco aprovechada que está la progresión de los poderes de nuestro protagonista se le suman las animaciones. La verdad es que son muy robóticas en ocasiones y los modelos de personaje contrastan negativamente con los escenarios y la ambientación (uno de los puntos más fuertes). Siendo un juego picante, puede resultar chocante –y hasta divertido– ver escenas de sexo animadas de manera rudimentaria. Sin embargo, el juego es inteligente y gran parte de su erotismo yace en el diseño de escenarios porque es fácil encontrar formas fálicas, cavidades sugerentes y pasillos uterinos, aunque todo con un tratamiento cuidado y estético. Una de cal y otra de arena.
A lo largo de 16 capítulos que suman entre 8 y 10 horas de juego, viviremos una historia que logra mantenernos atrapados y que nos recompensa con elecciones que impactarán directo en el final. Lust From Beyond separa bien los momentos de acción y supervivencia, de otros enfocados en la narrativa de más corte “walking simulator”. En estos momentos vamos a conocer todo tipo de personajes, algunos de los más sugerentes y extraños, para terminar en conversaciones incómodas en las que tendremos que elegir bien qué decir.
Lust From Beyond es otro juego de terror con buenas ideas ejecutadas de manera limitada a nivel técnico por venir de la mano de un estudio chico. Destaca por el concepto y hasta resulta una sorpresa en varios aspectos. A nivel jugable es una experiencia completa, aterradora y variada que cumple aun cuando no trae mecánicas nuevas. En lo demás, debemos tener en cuenta que no está pensado para todo el mundo: como se suele decir, “hay que tener estómago” para jugarlo sin censura porque busca, y consigue, incomodarnos de maneras difíciles de encontrar en otro videojuego. Un viaje tan candente como de mal gusto que se apoya en un terror lovecraftiano original y fresco –y saben lo difícil que es conseguir esto, especialmente cuando hay cientos de juegos inspirados en Lovecraft– que ningún fan del terror debería perderse.