ANÁLISIS | Layers of Fear 2

Layers of Fear es uno de los juegos de terror más populares de la generación. No es para menos, a pesar de sus fallas, es un videojuego recomendable, un ejercicio de sustos inteligentes que nos toma desprevenidos y que hasta podemos disfrutar de una sentada, si nos dan los nervios, claro. Ahora, tres años después, llega la secuela. Layers of Fears 2 deja en claro que sus creadores, el estudio polaco Bloober Team, están planteando una filosofía detrás de la saga, un tipo claro de terror. El problema de esto es que esta segunda parte, a veces, parece diseñada con un molde. Veamos.

En Layers of Fear 2, los jugadores tomamos el rol de un actor que toma un papel en la película de un director bastante excéntrico, al punto que decide filmar a bordo de un trasatlántico. El foco principal de la jugabilidad es la exploración. Entonces, desde un punto de vista en primera persona, exploramos el mencionado crucero, que no tarda mucho en tomar dimensiones inabarcables y en convertirse en un laberinto surrealista que atemoriza por sí mismo.

El juego busca que nos zambullamos en su historia. Y, como es un clásico en la saga, nos llega fragmentada. Tendremos que ir atando cabos casi todo el juego sobre qué hay de especial en este actor y en esta película. La narración se sustenta en metáforas, la mayoría de ellas inteligentes, contando una historia de forma simbólica que a veces nos pierde, solamente por estar demasiado estirada.

Hay tres mecánicas centrales en Layers of Fear 2. Además de la exploración, tenemos puzles y secuencias de persecución, el clásico de las aventuras de terror en primera persona. Mientras que la exploración es la estrella del juego, las otras dos mecánicas no terminan de cuajar nunca. En cuanto a los puzles, son poco inspirados y hasta repetitivos; las persecuciones son un ensayo de prueba y error, sin estrategia ni libertad, corriendo únicamente hacia donde el juego quiere que corramos.

Ahondando primero en lo positivo de la experiencia, los niveles están diseñados para marearnos. En otro juego, esto sería un punto flaco, pero en Layers of Fear 2 el mapa laberintico de imaginario psicodélico va de mano con la historia fragmentada. Explorar ambientes que mutan sobre sí mismos, que no respetan la lógica y que nos engañan en cada rincón implica experimentar un miedo distinto al del típico jumpscare. Si algo hace bien el título de Bloober Team es preparar la atmósfera y las situaciones para que nos sintamos muy incómodos en un ambiente tan familiar como el salón de un restaurant o nuestra propia habitación, por ejemplo.

En lo que respecta a los puzles, es sencillo esperar algo más. Son prácticamente minijuegos casuales mal incrustados en el mundo del juego. Girar manivelas para ordenar piezas o buscar el código de un candado. Ninguno es difícil ni memorable. Incluso llegan a ser tediosos en los tramos en los que ya estamos enganchados con la historia.

Finalmente, el apartado de jugabilidad no se cierra hasta que hablemos de las persecuciones. La presencia del monstruo tiene sentido en el mundo del juego, es una criatura que inyecta puro terror visceral y las primeras veces que nos topemos con él, vamos a morir de desesperación. Sin embargo, como todo, lo repetitivo se vuelve cansador y no llegamos ni a las dos horas de juego que ya estamos aburridos de que estas secuencias de huida sean siempre iguales y automatizadas.

Uno de los puntos fuertes de Layers of Fear es la dirección de arte y esta secuela le hace honor a ello. Si hay algo que nos impulsa a llegar al final de la aventura, es la construcción visual. Las luces y las sombras están usadas de forma magistral, al punto que a veces nos asustamos con nuestro propio reflejo. La combinación de estéticas y el recurso del surrealismo crean una atmósfera única que no es otra cosa que la impronta más clara de esta saga. Sentimos en todo momento que estamos jugando un Layers of Fear.

La experiencia en general está llena de altibajos. Los momentos más memorables se diluyen en una experiencia estirada, con ideas repetidas y elecciones narrativas demasiado obvias. Layers of Fear 2 cuenta con varios finales, pero personalmente no voy a revisitar la historia en mucho tiempo. Las experiencias de estilo walking simulator funcionan mejor cuando son cortas e intensas. Si sumamos que este juego no tiene nada especialmente nuevo (todo lo vimos en otro juego de terror), al final termina sintiéndose demasiado largo. Completarlo nos lleva entre 6 y 10 horas, dependiendo de cómo juguemos.

En cuanto a lo técnico, Layers of Fear 2 cumple con creces. El diseño sonoro es bestial. Jugarlo con auriculares directamente nos transporta a ese infierno lisérgico que transita el personaje. El apartado visual sigue teniendo un fotorrealismo que sorprende. La optimización en PC es envidiable y quien pueda jugarlo con las opciones a tope va a disfrutar de unas gráficas inolvidables.

Layers of Fear 2

28/5/2019 (PC, PS4, XBOX ONE)
6.0