Seguramente hayas jugado al quemado (o balón prisionero) durante la primaria en las horas de educación física, donde le tirabas un pelotazo a las piernas de alguien del equipo contrario para sacarlo del juego, algo sencillo pero a la vez de mucha coordinación con todo tu equipo que resultaba muy divertido. No muy lejano a esta experiencia es lo que nos ofrece Knockout City, un juego bastante frenético y colorido con mecánicas sencillas, donde nos tenemos que reventar a pelotazos contra otro equipo.
Este es el segundo juego del desarrollador Velan Studios, donde la accesibilidad y la sencillez de los controles acompañan perfectamente lo que el juego propone.
La idea es sencilla: las partidas, en su modo clásico, son dos equipos de 3 jugadores donde debemos correr hasta agarrar una pelota, cargar el tiro para que vaya más rápido y con mayor precisión, hacer foco en un enemigo, tirarle la pelota a la cara para sacarle una de las 2 vidas con las que cuenta y lograr un takedown. El primer equipo en llegar a 10 puntos es el que gana la ronda, y ganando dos rondas es que ganamos el partido. Los partidos no suelen durar más de 5 minutos ya que es constante la acción al reaparecer a los 5 segundos de haber sido noqueado y el tamaño de los mapas ayuda a que siempre estemos en plena acción, no es que sean chicos pero tampoco son inmensos. No importa si ganamos o perdemos, siempre vamos a tener como recompensa puntos de experiencia que van a servir para aumentar nuestro pase de temporada, desbloqueando objetos cosméticos más que nada de diferente rareza y que, seguramente, sean exclusivos por temporada.
Las mecánicas son muy sencillas y es cuestión de un par de horas jugando que ya las aprendemos, esto sucede gracias al que, para mi, es uno de los mejores tutoriales que probé en el último tiempo donde no solamente nos enseñan lo básico sino que nos permiten probar todo el tiempo que queramos cada una. Esquivar, planear y correr son las que más vamos a usar para movernos a través del mapa, ambientado siempre en un contexto urbano como una obra en construcción o la terraza de dos edificios, cada uno con sus características al igual que las bolas especiales que podemos encontrar como una bomba adhesiva, una pelota de fútbol americano con mira láser para largas distancias, una multi ball que nos da 3 pelotas para tirar y, la más desesperante de todas, una pelota jaula donde te encierran por unos segundos. Aprender a moverse por el mapa es lo que más tiempo nos va a llevar, como el memorizar las teclas y los distintos timings que podemos encontrar como el ataque de un enemigo o cuánto tiempo tarda en cargar al máximo el tiro cualquier personaje. Pero, sin lugar a dudas, el poder usar a un compañero o ser vos mismo una pelota para tirarle a los contrincantes es de lo más divertido, cooperativo y coordinado que tiene el juego porque no depende únicamente de quien arroja sino de quien es lanzado para lograr varios noqueos al poder manejar el vuelo y la dirección en el medio del aire.
La progresión es muy al estilo Fortnite o, en los últimos tiempos, Rocket League pudiendo ganar muchos objetos cosméticos a medida que subimos de nivel completando una serie de contratos, que son misiones fáciles de lograr con la seguidilla de partidos y a la vez hacen que sientas que seguir jugando tiene otro valor. La personalización del personaje que usamos es bastante completa pudiendo cambiar desde el pelo hasta la contextura física, la cual solamente tiene dos estilos de cuerpo, uno más ancho de hombros y el otro que es más ancho en los muslos, es decir, no hace diferencias en el género ya que no es un factor que influya en el gameplay como, por ejemplo, si es un personaje femenino tener más velocidad y agilidad que el masculino que va a tener más fuerza y ser más tosco. Los atuendos, poses de victoria, gestos y líneas de diálogo podemos conseguirlos subiendo de nivel o bien comprandolos con los “holoverdes” que vamos ganando con algunos contratos, además por outfit tenemos 4 o 5 distintas versiones que podemos desbloquear con StyloCoins, que modifican el color o estampado de cada outfit.
Knockout City se disfruta tanto en equipo como jugando por tu propia cuenta, porque si bien las mecánicas no son muchas y la cantidad de movimientos que podemos hacer dependen más del timing de la animación como amagar un tiro o atrapar una pelota que nos arrojen en el momento justo para que tenga un boost de velocidad y devolver rápido el tiro, es un juego muy divertido y fácil de aprender sin necesidad de “tryhardear” para sentir un progreso, además de que se sienta igual de cómodo jugarlo con un joystick que con teclado y mouse, sobre todo al momento de elegir un objetivo a quien pegarle porque no hace falta apuntar, con solo cargar el tiro ya es suficiente. Obviamente, no vamos a tener del todo pulidos los movimientos, por ejemplo, amagar un tiro o calcular el timing para atrapar una pelota, los cuales se aprenden muy rápido y es sencillo lograrlo. Algo que muchas veces pasa en este tipo de juegos donde la paleta de colores es intensa y llena de colores, es que se torna difícil distinguir quién es contrincante y quién un compañero, pero acá no pasa porque a cada contrincante lo envuelve un halo rojo y dependiendo del equipo, azul u oro, es el color que va a resaltarse en el nombre de cada jugador, muy fácil de entender y de mantenerse siempre alerta cuando estamos sumergidos en una intrincada pelea de equipos.
En rasgos generales, no tuve grandes complicaciones en cuanto al rendimiento del juego salvo que en ciertas ocasiones se me cerró de manera inesperada sacándome, incluso, de partidos ya iniciados, pero fueron contadas esas ocasiones que se solucionaron con cerrar algunos programas y reiniciar el juego.
Aunque podemos considerar que el techo en cuanto a habilidades se llega rápido, coordinar con todo tu equipo para atacar al equipo contrario lo hace en extremo divertido y en las partidas se siente esa diferencia de cuando te comunicas y cuando no. Knockout City cumple con algo que no muchos juegos, sean team deathmatch como juegos en equipo logran y es que entretiene, parece mentira tener que aclarar esto porque se supone que todos los juegos tienen que hacerlo pero dan ganas de seguir jugándolo aún habiendo completado todos los contratos diarios.
Ya sea por la sencillez de los controles o por el frenesí propio de ir corriendo para agarrar una pelota y, con un tiro directo o haciendo un giro en el aire para darle un efecto, pegarle a un miembro del equipo contrario y sumar un punto para tu equipo, porque entretiene y es ahí donde está el éxito de este juego, que se ya se convirtió en uno de mis favoritos del año.
En la pc que lo corrí (Ryzen 5 3600, 16Gb RAM, GTX 970) cumple con los requisitos recomendados para que funcione como corresponde, aunque le falta un poco de pulido aún para evitar algunos fallos.