ANÁLISIS | Iron Harvest un RTS que se siente familiar

Si le preguntamos a la comunidad que juego desearían jugar, seguramente tengamos un mash-up de conceptos de los grandes referentes de la mejor época de ese género en particular, extrayendo lo mejor de cada uno de los que consideramos clásicos. Los juegos de estrategia en tiempo real o RTS, tuvieron una era dorada que se vió marcada por lanzamientos que a día de hoy siguen estando vigentes con, en promedio, 20 años de historia o más a sus espaldas. Y es en este contexto, que Iron Harvest busca ser el nuevo referente con una fórmula conocida por los veteranos del género y una muy llamativa para los nuevos jugadores.

KING Art Games no solamente se inspiró en muchos clásicos del género, sino también en un gran estudio de mercado con más de 15000 fanáticos, a quienes les preguntaron qué les gustaría ver en un nuevo RTS, llevando adelante este proyecto vía Kickstarter.

Iron Harvest – Launch Trailer

Iron Harvest nos sitúa en una realidad alternativa en 1920, luego de terminada la Gran Guerra, versionada a un estilo dieselpunk con poderosos mechas capaces de destruir una ciudad por completo. Con 3 facciones a elegir como la República de Polania, Rusviet y el Imperio Sajón, cada una de ellas con más de una docena de unidades. Estas facciones tienen sus ventajas y desventajas propias con las que vamos a tener diferentes formas de juego, por ejemplo, Polania tiene unidades militares baratas que nos van a permitir ser más agresivos al comienzo de las partidas y restablecer rápidamente nuestro ejército después de un enfrentamiento; si jugamos con Rusviet, vamos a tener una gran cantidad de mechas que son ideales para enfrentar a cualquier ejército enemigo pero son mucho más caros; y por último, el Imperio Sajón tiene un balance relativamente bueno, aunque está más apuntado a jugar a la defensiva. La diferenciación entre todas las facciones, así como con las unidades, es una clara referencia a la saga Command & Conquer, de hecho hay una similitud muy estrecha entre los mechas de Rusviet y los vehículos de NOD.

La campaña está dividida en 3 grandes capítulos, con un arco narrativo que engloba toda la historia, similar al formato de campaña de Warcraft III. La historia comienza en Polania donde nos cuentan la historia de Anna, cómo fue creciendo hasta ser la líder de la resistencia y cual es el motivo de su oposición, para luego ser enganchada con la siguiente campaña. Las misiones que la componen son muy entretenidas y tienen una buena dificultad, con una IA que va a aprovechar los momentos en los que estás fuera de tu base o rearmando tu ejército, aplicando una buena presión atacando casi constantemente que las vuelve muy entretenidas. Una adición muy interesante es que toda la campaña puede jugarse tanto en solitario como coop, mientras que uno de los jugadores controla la ofensiva el otro puede quedarse defendiendo la base y preocupándose por los recursos

Al ser un RTS, obviamente que vamos a tener un sistema de recursos como también uno de construcción. En cuanto a recursos solamente tenemos 2, hierro y petróleo, los que conseguimos cada uno en las minas o pozos que están repartidas en el mapa, estas estructuras tenemos que conquistarlas y defenderlas, para que cada 5 segundos tengamos una bonificación. La construcción está bastante limitada, solo teniendo dos edificios para producción de unidades y luego todas estructuras defensivas, además de que solamente se pueden construir en una zona delimitada y no donde nosotros queramos. Exceptuando el cuartel general, todos los edificios, inclusive las minas o pozos que capturamos pueden actualizarse y subirlos de nivel, para desbloquear nuevas unidades o tener un mayor ingreso de recursos.

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Todas las unidades también pueden subir de nivel o rango militar con experiencia que vamos ganando con los enfrentamientos o defendiendo los edificios. Con la mejora del rango, vamos a tener el acceso a una habilidad especial como una mayor velocidad de disparo o un ataque especial por parte de los mechas, como una cortina de humo o disparar una ronda de cargas explosivas a modo defensivo. Algo que está muy bien implementado es que todos los soldados pueden cubrirse detrás de bolsas de arena o paredes, al igual que puede hacerse en Company of Heroes, y eso ayuda a cambiar constantemente la forma de atacar o que escuadrón es al que vamos a dejar defendiendo ese punto en específico. Todas las unidades pueden cambiar su equipamiento, por ejemplo, si tenemos una unidad equipada con un rifle y matamos a una unidad que está con granadas, podemos equiparnos con esas granadas y tener la opción adicional de lanzarlas cuando queramos. Otra de las funciones que podemos tener disponibles es la de desarmar los restos de los mechas caídos y conseguir un plus de recursos.

Algo que ayuda a la inmersión dentro de la historia y con la facción con la que estamos jugando es el modo nativo, que habilita que todas las unidades hablen en su idioma natal. Otra de las cosas que ayudan a la inmersión de lo que se puede asemejar a una guerra, es que todo (o casi) se puede romper, el piso queda con un agujero después de recibir un impacto de un mortero o los edificios se caen a pedazos si pasamos a través de ellos con un mecha, siempre y cuando sea de los pesados.

La cámara, parte fundamental en un RTS, tiene un excelente trabajo con un buen zoom que te permite ver hasta el más mínimo detalle, pero sobre todo en el hecho de que se puede girar 360°, algo que particularmente agradezco y espero que se vuelva una normalidad en todos los juegos de este estilo.

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En muchos aspectos, Iron Harvest es un juego que está bien balanceado aunque aún hay cosas que deberían mejorar, como la respuesta de los soldados si los están atacando que más de una vez se quedan quietos enfrente de un mecha o de un cañón, sin cubrirse o responder al fuego enemigo. Es un juego que responde perfectamente, no requiere de una gran pc para que pueda correrse, es divertido jugarlo y también es amigable para que muchos jugadores se metan al mundo de los RTS al estilo más “old school”, de esos que eran jodidos pero con pocas mecánicas. Pero se le nota demasiado la inspiración de cada uno de los sistemas, era en todo momento estar jugando y pensar “esto lo sacaron de X juego”, a la tercera misión de la campaña, en la que tenés que transportar un tren, me hizo acordar demasiado a una misión del Warcraft III donde se tenía que cumplir con el mismo objetivo solo que en vez de proteger un tren teníamos que hacerlo con una comitiva de Taurens, parecía casi calcado uno del otro. Todo hace recordar a otros juegos, de donde se inspiraron, que no lo veo como algo malo, pero sí que sea tan notorio, particularmente a las 3 o 4 hs de jugar la campaña, siendo una historia totalmente nueva, sentí que ya lo habia jugado y hasta podía vaticinar cuál era el giro argumental para conectar la historia. También tiene algunos bugs y cosas por mejorar que seguramente en próximos parches serán arreglados

Iron Harvest es un buen juego y cumple bien su función, KING Art Games hizo un buen trabajo respondiendo a la demanda de los jugadores quienes claramente disfrutamos este tipo de juegos, pero con todas las ideas que fueron planteando podrían haber hecho algo realmente novedoso. Tiene mucho contenido para jugar en solitario, una buena IA tanto en la campaña como en las partidas rápidas, donde decidís cuál es la dificultad y el mapa que quieras jugar, esto sumado al sistema de recompensas que se divide entre el nivel del jugador y el nivel de la facción, con los que vas a desbloquear distintos cosméticos como íconos de perfil, retratos o algo que te permita mostrarle a los otros jugadores tu nivel y experiencia con el juego. No caben dudas que es un juego al que le voy a dedicar muchas horas, tanto en la campaña como en partidas online, pero ya es hora de que los fanáticos dejemos de buscar que todos los juegos se asemejen a las glorias del pasado, y dejemos vía libre a historias nuevas e ideas nuevas para enriquecer, aún más, este hermoso género.

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IRON HARVEST

01/09/2020 (PC, PS4, XONE)
7.5

Al momento de escribir esta review jugué la campaña de Polania por completo, más varias partidas en solitario y en todo momento lo sentí como algo familiar. Mi PC (Ryzen 5 3600, 16 Gb RAM y GTX 970) no tuvo ningún problema en correrlo con los gráficos en ultra. El código fue cedido por la distribuidora.