ANÁLISIS | Hi Fi Rush reivindica la diversión por sobre todas las cosas

En un giro sorpresivo, Hi Fi Rush es de las primeras grandes sorpresas del año. El nuevo juego de Tango Software salió completamente de la nada y generó algo más grande que su obra en sí misma.

Este año es, sin dudas, uno de los más llamativos desde que arrancó esta nueva década para los videojuegos. La nueva generación no sólo tardó en arrancar, sino que también se vio afectada por la pandemia de COVID-19 que no permitió a los estudios de desarrollo, ni a sus publishers, mantener el calendario de lanzamientos que hubiesen planificado en una situación normal. En ese contexto, una de las marcas que más se vio afectada fue Microsoft, con cada vez menos títulos de estudios first party, llegando a su punto más bajo en un 2022 que tuvo prácticamente poco y nada. Por este motivo, había que patear un poco el tablero.

Un nuevo estilo de evento online, y un nuevo nombre, fue lo que le dio vida al Xbox Developer Direct, un formato muy al estilo Nintendo Direct, en el que se adjudicaron fechas de lanzamiento a juegos como Minecraft Legends o Redfall, y terminaron por dar la sensación de que Xbox tiene mucho camino por recorrer este año. Pero, en medio de los cuatro anuncios que se habían planificado para ese directo, se coló un invitado especial que no estaba dentro del cronograma preestablecido: Hi Fi Rush.

Esta nueva obra fue desarrollada por Tango Software, el estudio del inmortal Shinji Mikami, creador de sagas como Resident Evil y The Evil Within. En la presentación, hubo mucho chiste y comentario relacionado a que este es un juego que Shinji jamás le habría dado luz verde en su estudio por lo alejado del género que siempre supo crear: cómico, con un estilo caricaturesco y apelando más que nada a la diversión. En este contexto, Hi Fi Rush es sin duda una de las grandes sorpresas de este 2023.

Hi Fi Rush es, esencialmente, un juego rítmico. No sólo a nivel narrativo, ya que todo lo que sucede está relacionado con la industria musical y nuestro personaje tiene un MP4 clavado en el corazón que lo hace vivir las cosas de una manera musical, sino también porque hay una enorme cantidad de mecánicas vinculadas a esta experiencia. Se nota mucho el trabajo desde lo musical por lo fino que es el sistema y lo bien aplicado que queda en las canciones, recompensando cada vez que das un golpe en el tempo ideal y muchas veces impidiéndote avanzar en caso de que no lo logres. Algo que me sorprendió para bien, es que en las 10 horas de recorrido no paran de aparecer nuevas formas de usar la musicalidad como una herramienta más del gameplay, cosa que no sucede en muchos juegos de este estilo.

El gameplay se complementa con la exploración y el plataformeo que también está íntegramente ligado al plano musical. Si bien cumple, frente a un combate tan pulido y mecánicas rítmicas tan bien aplicadas, este último quizás sea el punto más flojo del juego, teniendo muchas veces settings muy parecidos entre niveles y repitiendo un poco la fórmula para movernos de un punto A a un punto B. También hay unos QTE (Quick Time Events) que son ridículamente específicos y te dejan atrapado durante varios minutos en una situación que no amerita tanta delicadeza. Por suerte, estas partes son las menos y siempre están rodeadas de oleadas de combate o cinemáticas de la historia.

El otro gran condimento del título, es que nos encontramos ante un Hack n´ Slash. El combate está repleto de combos y diversas formas de abordarlo, lo cual lo hace sumamente divertido desde el principio. Todo gira en torno a seguir el ritmo de la música para que tus golpes funcionen mejor e, incluso, al terminar cada combo habrá un ataque final que, si logramos meterlo en el tempo ideal, posiblemente siempre sea un golpe de gracia. Hay habilidades especiales y un sistema de companions que se van sumando al juego. Lo básico que es, se complementa con lo complejo de todo lo que se va sumando y le da un dinamismo que va cambiando durante todo el recorrido, empezando con duelos más al estilo Bayonetta y terminando con algo mucho más parecido a Marvel’s Spider-Man. Muy cuidado.

El estilo visual nos hace acordar muchísimo a lo innovador que fue en su momento la película de Spider-Man: Into the Spider-Verse, pero aún más a la película animada de Netflix llamada The Mitchells vs The Machines. Un cel shading que acompaña a un mundo colorido a través de una animación que, por momentos, se parece mucho más a un anime japonés que a un dibujo animado occidental. Funciona perfecto a nivel visual, acompaña bien el sentido humorístico del juego y plasma una identidad estética que aún habiendo jugado poco tiempo, ya es difícil de olvidar.

Y por supuesto, tratándose de un juego musical, uno de los puntos más fuertes es justamente la banda de sonido. Con participaciones de bandas internacionales como The Black Keys (¡el momento Lonely Boy es excelente!) o Nine Inch Nails, hay una variedad de canciones que siempre se mueven por el espectro del rock y sus variantes que acompañan cada momento. También hay muchísima música original, y, de hecho, hay un modo streamer que reemplaza las canciones licenciadas de otros artistas para poner composiciones muy similares y evitar que te vayas baneado de Twitch. Un detalle que cada vez es más habitual, pero que no deja de ser un acierto por la forma en la que está ejecutado, manteniendo la esencia independientemente de si suena la canción del artista o la creación original para el juego.

En este recorrido nos vamos a encariñar mucho con los personajes. Vamos a saber apreciar a Chai y a todos sus colegas en su búsqueda en pos de destronar los planes maquiavélicos que tiene Vandelay Industries. Pero también vamos a conectar con su universo y con sus enemigos, ya que todos tienen motivaciones, una paleta de colores característica y diversas personalidades que son palpables a los pocos minutos de conocerlo. Cada boss tiene una mecánica diferente para vencer y los combates no sólo son completamente diferentes entre sí, sino que también son distintos a cualquier otra cosa que te encuentres en el juego. Hay un trabajo muy cuidado por crear una IP exitosa y, si se va a mantener en este nivel, ojalá tenga muchas secuelas por delante.

La historia es cliché y por momentos es muy evidente lo que va a suceder. Sin embargo, no deja de ser emocionante, en gran parte, gracias a todo este elenco de personajes que la conforman. Párrafo aparte para las actuaciones de voces que, con presencia argentina, son excelentes en español latinoamericano. Mucha gente seguramente se sentirá rara con el humor básico que maneja el guión, pero no les voy a mentir: es mi tipo de humor e hizo que la experiencia sea aún más disfrutable todavía. Esta obra es un recorrido mediante emociones, historia, música y diferentes mecánicas. Sumando todos estos factores, el resultado es diversión asegurada por más de 10 horas, sin contar la enorme cantidad de coleccionables y contenido extra que podemos seguir buscando en el postgame.

Hi Fi Rush es la reivindicación de divertirse a toda costa. No tiene una ambición detrás, ni busca romper el molde en prácticamente ningún sentido, sino que se centra en garantizarte que la pases bien durante 10 horas consecutivas. Hace bien todo lo que se propone y, más allá de algún que otro tema de repeticiones o QTE que no son tan acordes al resto de mecánicas, es un juego increíble. Ojalá sea el puntapié inicial para ver más de estas propuestas en la industria y que los estudios se animen cada vez más seguido a salir de su zona de comfort, porque les puede salir así de bien.

PUNTAJE: 9.0

Hi Fi Rush fue lanzado el 25/01/2023. La campaña completa me tomó alrededor diez horas en Xbox Series X.