Pokemon y Harry Potter no tienen nada que ver, pero partiendo desde el hecho que ambas sagas fueron tomadas por Niantic para convertirse en un videojuego de Realidad Aumentada (RA), es imposible no compararlos. Harry Potter: Wizards Unite llegó a iOS y Android el 21 de junio con ganas de repetir el fenómeno Pokemon GO. La franquicia creada por J.K. Rowling tiene una mitología atrapante, sin embargo, aunque Niantic puso todo el esmero, parece que al mundo mágico no le sienta tan bien la mecánica de walking RPG.
En Harry Potter: Wizards Unite tomamos el rol de un mago que cumple la tarea de devolver Confundibles al mundo mágico. ¿Qué es esto? Básicamente un poder maligno rompió la barrera entre ambos mundos, el muggle y el mágico, lo que causó que objetos y criaturas mágicas aparezcan en nuestros pagos.
En este sentido, los jugadores encarnamos a un mago infiltrado entre los humanos. Con esta premisa, Niantic transforma a nuestro barrio en el mapa del juego, poniéndole un skin mágico. Si algo hay que reconocerle a Harry Potter: Wizards Unite, es que tiene un mapa más complejo y detallado que Pokemon GO. Esto implica que haya más cosas para ver y para hacer. Y aunque en la teoría eso debería traducirse en un juego más divertido, lo cierto es que sucede lo contrario.
La mecánica principal es la de atrapar Confundibles, prueba clave de que Niantic concibió este nuevo juego con el mismo molde que Pokemon GO. Atraparlos implica recorrer el mapa buscando unos emblemas. Interactuamos con ellos y pasamos a la pantalla de captura, donde debemos trazar un patrón con el dedo para lanzar un hechizo. A lo largo de la historia, quizás la única mecánica interesante y propia que inventaron los videojuegos de Harry Potter sea la de trazar dibujos con la varita para lanzar hechizos. No podía estar ausente de Wizards Unite, aunque no tiene la profundidad que deseáramos. Lanzar un hechizo es tan simple y mecánico como arrojar una Pokebola.
Los confundibles se suman a un registro. No, no es un Pokedex, es un álbum de figuritas llamado Registro. Muy retro y nostálgica la idea de coleccionar stickers en un álbum, pero, como la mayoría de las mecánicas de Wizards Unite, no cuaja por completo en el mundo de Harry Potter. Básicamente, aunque Niantic metió mucho esmero y amor en la presentación del juego, es decir sus visuales, el apartado sonoro y la construcción del mundo en sí, se quedó a medio camino en inmersión: es difícil sentirse como un mago o bruja mientras estamos jugando.
Los hechizos y los duelos siempre formaron parte del imaginario de Harry Potter, tanto en los libros como en el cine y los videojuegos. Justamente, lo más divertido que podemos encontrar en Wizards Unite es una pelea contra un vampiro u hombre lobo, o jugar en cooperativo junto un amigo al asaltar una Fortaleza (que son idénticas a los Gym de Pokemon GO).
Sin embargo, los pottermaníacos cuando nos imaginamos ser un mago, nos imaginábamos duelos de varitas, pero no imaginamos recorrer el mundo juntando stickers o visitando posadas e invernaderos para recobrar energía. Pokemon GO, en este sentido, tiene una ventaja: vino a responder los pedidos de millones de fanáticos que querían salir a la calle a atrapar Pokemons.
Ambos juegos son muy grinderos, es decir que nos tienen haciendo la misma tarea una y otra vez para progresar. Esto suele ser un punto flaco en cualquier RPG, sin embargo, en Pokemon GO los jugadores estábamos hasta dispuestos a capturar a nuestro Pokemon favorito 20 veces o más. Esto es porque atrapar un Bulbasaur, un Ditto o un Magikarp tiene toda una historia de gaming detrás.
Por el contrario, si salimos a patear en Wizards Unite, terminamos descubriendo que atrapar Confundibles no siempre implica lidiar con criaturas mitológicas o encontrarnos caras conocidas como Hedwig o el hipogrifo Buckbeak; más bien, lo que terminamos haciendo la es capturar Paraguas, Relojes y pedazos del Mapa del Merodeador… aburrido.
Estuve durante días intentando entender por qué muchos pottermaníacos abandonamos tan rápido a Wizards Unite. Ha pasado un mes desde su lanzamiento y la comunidad ha dejado de organizarse. Es imposible, al menos en mi ciudad, encontrar magos cerca de las Fortalezas para jugar en co-op. Ya nadie parece jugar. Todo es culpa de lo que mencionamos anteriormente: Wizards Unite lo único que tiene de Harry Potter es el nombre y un par de mecánicas. Nada más.
Niantic, claramente, no supo entender a la franquicia de Rowling. Pokemon GO funcionó, y funciona, simplemente porque toda su concepción responde al pedido del fanático de la saga: jugar a ser un maestro Pokemon. Harry Potter: Wizards Unite no es más que el mismo juego con un skin. Tiene mecánicas más variadas y más puntos interactivos en el mapa, pero pocos de ellos responden a lo que debería sentirse ser un mago. Si encima tenemos en cuenta que los fanáticos del mundo mágico no son sí o sí gamers, Wizards Unite es casi la crónica de una muerte anunciada. Otro título que se suma a la lista de los videojuegos malos de Harry Potter.
HARRY POTTER WIZARDS UNITE
Jugué Harry Potter: Wizards Unite durante unas 5 horas en Android. El juego fue descargado de forma gratuita.