ANALISIS | Guard Duty

Desarrollar una aventura gráfica competente “a la vieja escuela” en los tiempos actuales no es imposible, pero requiere de un considerable esfuerzo de dirección para que todas sus piezas encajen de la mejor forma. Sick Chicken Studios realmente lo intentó con Guard Duty, pero pese al considerable potencial de su narrativa general, el producto final termina siendo poco más que mediocre en todos sus aspectos.

No es que no tenga sus momentos memorables, o al menos funcionales. La aventura inicia con una secuencia francamente inesperada: un encuentro entre una especie de agente especial que enfrenta a un poderoso demonio en algún lugar de un futuro distópico; escena que culmina con la destrucción de la Tierra. Pese a los no tan pulidos gráficos o cinemáticas, es una efectiva forma de engancharnos con lo que promete ser una aventura impactante… para pasar casi de inmediato a una escena cientos de años en el pasado, donde nuestro protagonista principal, el joven Tondbert de la Guardia Real del reino de Wrinklewood, despierta de una resaca y debe vestirse para el oficio.

Nuestro héroe

¿Qué pasó con la introducción fantástica? La narrativa tardará tanto en volver a mencionar esa atrapante primera escena que, para el momento en el que regresemos a ella, ya nos habremos olvidado hasta del principio de la aventura; y no porque sea un extenso periplo a lo largo del mundo de fantasía medieval de nuestro héroe, sino porque a pesar de que el juego puede terminarse en unas cuatro horas, la velocidad de los diálogos y situaciones nos dejará convencidos de que ha pasado al menos el doble de ese tiempo.

Desde el momento en el que tenemos el control de nuestro personaje empezaremos a notar varias banderas de alerta, habiendo podido apreciar una de ellas en las primeras cinemáticas: las voces de los personajes son, en su gran mayoría, pésimas. No sólo nuestro héroe suena como si le faltaran un par de luces en la cartelera, casi la totalidad del primer acto, y debido a un accidente con abejas, Tondbert tendrá la boca hinchada y todas sus líneas de diálogo pasan a ser balbuceos insoportables, cuyos textos necesitan subtítulos adicionales de traducción en la parte inferior de la pantalla. Como chiste hubiera quedado bien, pero la “gracia” se extiende hasta que encontramos la cura para la hinchazón, que tarda mucho más de lo que podemos tolerar en estas circunstancias. Es una enorme primera barrera a superar para la paciencia del jugador promedio; y no será la única.

El pobre Tondbert va a estar así durante toda la introducción

El gran problema con Guard Duty es que parece haber sido construido alrededor de referencias a docenas de otras Aventuras Gráficas, en lugar de formar una base sólida propia. Existe incluso una tienda cuya única función es mostrar referencias y hacer algún chiste sobre cada una. Cuando dejamos de lado los homenajes a otras producciones, la historia de Guard Duty queda más como una cáscara frágil con personajes muy poco desarrollados; desde nuestro atolondrado pero buenazo protagonista hasta el villano, que no sólo no se luce sino que tiene la desgracia de tener una de las peores interpretaciones de todo el juego.

Solamente en esta escena hay tres referencias, como mínimo

El argumento central es tan básico como rescatar a la princesa raptada, porque nuestro protagonista es un buen chico y además, obvio, ama a la princesa. No sería tan malo de no ser por el volantazo argumental con la que el juego nos sorprende—y para bien—cuando llegamos al momento del rescate, volviendo a retomar el hilo de aquella introducción futurista y dándonos a un nuevo protagonista, un nuevo estilo de juego, y otra tonelada de referencias innecesarias e interpretaciones que nos sacan de la fantasía. Pero al menos en este punto la historia se pone mucho más interesante… y entonces, el juego termina.

Sí. Termina. Termina, habiendo hecho poco y nada con la nueva premisa que sugería esta última sección, resolviendo todo el problema final casi literalmente fuera de cámara. No sólo es una pésima resolución, también es extremadamente decepcionante hacia el jugador que, justo cuando el juego se ponía interesante de verdad, decide concluir de forma abrupta.

La trama del inicio prometía mucho

Guard Duty Tiene buenas intenciones y un concepto interesante, pero con eso sólo no alcanza. Tampoco alcanza con el apartado gráfico que, si bien no es malo, tampoco es ninguna maravilla. El juego nos fuerza a lo largo de una historia trillada, sin alma, con algunos puzles que están un poquito mejor pensados, pero también con diálogos usualmente más extensos de lo necesario, empeorados por voces de personajes de muy mala calidad. El resultado de todo esto es una aventura que zafa con lo justo para ser considerada mediocre. La verdad, una experiencia que nos agarra con la guardia baja.

Guard Duty

2/5/2019 (PC)
5.5