ANÁLISIS | GRID revive la vieja fórmula para los fans del género

Race Driver: Grid no fue un juego de autos más. Lo dice alguien que por lo general ni se acerca al género. Los juegos de carrera son lindos de ver, pero a la hora de jugar, son demasiado complejos o excesivamente simples. Hay muy pocos que logren una simbiosis justa entre autenticidad y accesibilidad. Race Driver: Grid era exactamente eso. Derivado de la serie TOCA, tuvo varias reinvenciones a lo largo de los años, pero Race Driver: Grid de 2008 fue el juego justo en el momento justo. Gráficamente era impresionante, era casi como estar viendo una carrera en la tele. Y fue el primero en incluir la novedosa mecánica de volver el tiempo atrás y retomar la carrera en un punto específico. Aún son sus problemas, era un título sólido, y ninguno volvió a ser tan bueno como ese. 

Codemasters se mantiene todavía al frente en los juegos de carrera con sus títulos de simulación como el F1 anual, y la serie Dirt Rally. Pero Grid es diferente. Mientras que siempre intentaron inyectarle la mayor autenticidad posible —ej: fiel modelo de daños y cámara dentro de la cabina— a la hora de ponerse detrás del volante, siempre fueron accesibles. El juego se adecuaba prácticamente a cualquier estrategia, pero especialmente modos agresivos, básicamente dejando surcos en las pistas. Y eso es lo que lo hacía tan divertido. Como si fueran carreras profesionales con la intensidad de Hollywood. Puede ser que las posteriores iteraciones se hayan excedido en esta intensidad, pero este nuevo GRID, vuelve a las bases.

Lo primero que noté de GRID es que se controla muy parecido a Race Driver. El modelo de manejo no será idéntico, pero tiene las mismas inclinaciones hacia el drifting y un control agresivo del coche. Sobre todo contra los oponentes. Y la IA no va a tener ningún problema en devolver las cortesías. Si hay algo que vale la pena remarcar de esta versión de GRID, es el comportamiento de los contrarios. Por lo general no suelen ser dignas de mención, pero en este caso tienen una energía muy particular, bastante agresiva, que hace muchas de las carreras no más difíciles, pero más entretenidas. Es como si los corredores tuvieran personalidades propias, algunas más excéntricas que otras. Y la novedad está vuelta es el sistema de Nemesis, que literalmente le permite a los contrincantes guardar rencor e ir a buscarte si los molestas demasiado. ¡Es fantástico!

GRID es el juego de carreras intenso pero accesible.

Fiel al estilo del juego original, en GRID no hace falta saber de autos o manejarlos. Juegues en manual o automático, la idea es que te diviertas, que pises el acelerador a fondo, y con suerte, el auto termine en una pieza, y puedas llegar a la meta antes que el resto. GRID siempre estuvo diseñado para ofrecer carreras emocionantes y dramáticas. Se puede jugar de forma metódica también, pero como el control del vehículo cambia considerablemente dependiendo qué tipo de vehículo estemos manejando, suele pasar que uno se manda con todo a intentar ganar la carrera, que considerar las fortalezas y falencias del vehículo que está manejando. Pero como dijimos, GRID siempre fue el más accesible, por no decir también flexible.

Los fans de Codemasters, que de seguro prefieren un control mucho más cercano a la simulación, tienen la opción de jugar con las opciones del modo asistencia para obtener un desafío mucho más elevado que la experiencia estándar, pero nunca llegando a un verdadero simulador. Sobre todo porque el juego premia esta clase de comportamientos agresivos, con experiencia por pasar de cerca a alguien, doblar con drifting, rebufo y más.

Aunque sea arcade, la autenticidad es perfecta.

A la hora de correr, en total son 12 las pistas—algunas de las cuales vienen desde el Grid original— y son muy variadas y tienen una excelente atmósfera de carrera, con un público detallado, fuegos artificiales y muchos otros detalles que suman no solo al juego, sino a la autenticidad del espectáculo que estamos recreando. El problema es que una docena de pistas es realmente muy poco, sobre todo porque se supone que la repitamos una y otra vez, a través de toda la carrera, y cualquier otro desafío que venga. Son siempre las mismas pistas, de principio a fin. La variedad en las pistas solo viene en forma de los efectos climáticos, que claramente cambian el aspecto y la forma de manejar la pista, pero no el circuito en sí. Eso sí, los efectos se ven preciosos. Suman aún más a la atmósfera de una carrera, y claro, dificulta el circuito considerablemente.

Aunque no abunde el contenido, dentro de la pista, hay poco para criticar.

Los detalles están a la orden del día en GRID, porque el modelo de daños de los coches, vale mención. No solo podemos ver cómo se dañan en tiempo real, y con un impresionante nivel de detalle. Sino que los autos al principio de cada carrera muestran el desgaste del torneo, con pequeñas marcas y manchas. Ver estos autazos con las cicatrices de carreras pasadas suma a la autenticidad y se aprecia. Por lo general, con los autos licenciados no suele ser el caso en el género, y ver estos autos como máquinas competitivas, más que piezas de museo, es un cambio más que bienvenido.

Los coches que tenemos a disposición, son los esperados, sin grandes sorpresas. Lo bueno, es que la variedad que no tienen en modelos de auto, lo tienen en categoría de vehículos. Como en el viejo Grid, podemos correr con un sin fin de autos diferentes, cada uno con su propio modelo de manejo y estilo de contrincante. El problema principal, es que hay muy pocos coches acá, que no hayan estado en el anterior Grid Autosport. Pero vale remarcar, que aunque la variedad de coches no es inspirada, sí es muy bueno ver el retorno de leyendas como Ferrari y Porsche después de una larga ausencia en la serie. Más cuando podemos verlos hechos pedazos después de una carrera intensa.

¡Carreras dramáticas dignas de Hollywood!

Uno de los aspectos más decepcionantes de este regreso de GRID es el modo Carrera. Estas solían ser sumamente inmersivas, recogiendo tus primeras licencias, comprando autos mejores, una multitud de categorías diferentes y la posibilidad de seleccionar sponsors con bonus por diferentes objetivos. Ahora simplemente la Carrera se trata de correr las mismas carreras, divididas en seis categorías, con el objetivo de ganar al menos once eventos para acceder a la Gran Final del GRID World Series. Estas seis categorías son: Touring, Stock, Tuner, GT e Invitacional. Hasta hay una categoría exclusiva del corredor español, Fernando Alonso, pero la verdad que no es otra cosa más que correr con él o contra él en diferentes pistas. El modo más importante del juego, muestra una alarmante falta de imaingaición que hace este modo sumamente decepcionante.

Gráficamente, no sorprende. Es el clásico espectáculo maravilloso al que nos tiene acostumbrado Codemasters, y este aspecto por lo menos, le hace honor al nombre que lleva. El juego brilla sobre todo de noche, con una iluminación perfecta, sumado a detalles gráficos como reflejos y fuegos artificiales, que aumentan aún más el nivel de realismo. Otra vez nos da esa sensación como si nada los separara de sus contrapartes reales. Podemos quedarnos horas viendo las repeticiones de las carreras por su parecido con el evento real. 

Gráficamente es de lo mejor que vimos en consolas.

Dentro de la pista GRID nunca se sintió mejor, pero es afuera donde sufre. La variedad de coches casi no cambió desde el último juego, las pistas apenas se asoma a la decena, y los modos de juego como el Modo Carrera, no tienen el mismo sabor que antes. Aún así, a pesar de todo lo que le falta como paquete, el manejo es sólido. Es intenso, fácil de agarrar pero difícil de dominar, y lo que han logrado con los contrincantes, hace de cada carrera una verdadera incógnita. Este es por lejos es el mejor Grid desde aquel primero.

GRID

11/10/2019 (PS4, PC, XBOX ONE)
8.0

Debo haberle puesto a GRID la mitad de horas que le invertí al juego original (lo jugué en PlayStation 4). Y no es por falta de interés, o por que el juego no sea bueno. Se debe más a que el paquete no es tan completo o no ofrece tanto para volver constantemente. Mientras que el juego es exactamente lo que debe ser, las pistas, los autos y sobre todo el modo carrera, no ofrece suficiente variedad para mantenerse jugando durante horas. Hacer los mismos desafíos una y otra vez, en la misma docena de pistas, a la larga cansa. Afortunadamente, dentro de la pista, el juego es todo lo que recordaba del viejo y querido Race Driver: Grid. El juego fue provisto por la publicadora.