Ben McKenzie, el mismísimo Jim Gordon, vuelve a plantarse detrás de las cámaras para este capítulo que ve el regreso de un personaje bastante importante y el “ascenso” de otro. En “Pena Dura” conocimos a Eduardo Dorrance, ex compañero del ejército de James, que llega hasta ciudad Gótica con la única misión de acabar con los criminales antes de que pueda arribar alguna ayuda del exterior. La primera parte es bastante acertada, pero el comando militar que entra a la metrópoli bajo las órdenes de la Theresa Walker, no tiene ninguna intención de auxiliar a los habitantes, incluso indirectamente, es responsables de la destrucción de Heaven y las víctimas inocentes que dejó el atentado.
La mentira tiene patas cortas, y Gordon no tardó en descubrir que Walker y Dorrance están detrás de la manipulación de Edward Nygma, autor material del ataque, así también como de derribar el helicóptero que traía suministros desde tierra firme. Gracias a la intervención del doctor Hugo Strange, el Acertijo se convirtió en arma del enemigo, una que tiene como nueva asignación acabar con el capitán de la policía.
Jim, demasiado acostumbrado a estos ataques, logra salir casi ileso neutralizando el chip en la cabecita de Ed. Ahora debe frenar las acciones de Dorrance, cuyos mercenarios ya se apropiaron de la estación de policía y están totalmente dispuestos a dispararle a cualquiera que consideren peligroso. A Gordon no le queda otra que hacer equipo con Nygma, Barbara Kean, Bruce Wayne, Alfred y Lucius Fox para encontrar las pruebas que incriminan a Walker y enviarlas lejos de la ciudad de manera electrónica. Para ello necesita la colaboración de todos y cierta distracción para ganar algo de tiempo.
Pero Walker tiene sus truquitos bajo la manga y sus huevos repartidos en varias canastas. Nygma no es su único conejillo de Indias, y no tiene ningún reparo de utilizar su próxima carta para anular esas dichosas pruebas. Ahí es donde entra en escena Leslie Thompkins (Morena Baccarin), desaparecida desde la explosión de los puentes. Sabemos que la doctora también cayó en las manos de Strange y sus experimentos, pero al igual que Ed no guarda ningún recuerdo de lo ocurrido.
La idea de Dorrance es intercambiar a Lee por la información que consiguió Gordon del chip implantado en la cabeza del Acertijo. El encuentro es bastante violento y, a pesar de que Eduardo corre con ventaja, James logra vencerlo, dejándolo bastante mal herido.
Pena Dura (o sea, Peña Dura), un militar convertido en mercenario al mejor postor y la aparición de la mismísima Theresa –que no le queda otra que intervenir personalmente cuando se destapan sus chanchullos- dan como resultado la creación del próximo gran villano de “Gotham”. “13 Stitches” nos da el primer indicio de Bane, cuando Walker decide salvarle la vida a su mejor soldado, mascarita loca incluida.
Gordon logra salvar el día, pero entiende que ya no llegará ninguna ayuda del exterior y, como bien le señala Dorrance, él es uno de los responsables directos de la destrucción de Heaven y las esperanzas vanas que todavía mantiene la población al creer en su palabra. Todas las buenas acciones del detective vuelven a chocar contra una pared, pero el regreso de Lee parece alegrar un poco las cosas, al menos hasta que su ex intenta asesinarlo bajo la influencia de otro chip implantado.
Solucionada la crisis, Jim debe enfrentar noticias más ¿gratas?, y pensar a futuro porque nosotros ya sabemos que dentro de unos meses se vendrá el encontronazo que definirá para siempre el destino de la ciudad. Mientras tanto, el no tan muerto Jeremiah Valeska tiene sus propios planes y vuelve a arremeter contra Alfred para darle a Bruce donde más le duele. No es que queramos adelantarnos, pero el próximo episodio se titula “Ace Chemicals” donde, seguramente, veremos el ‘nacimiento’ del Joker en esta versión tan particular, y todos los traumas expuestos del joven multimillonario.
“13 Stitches” mantiene la tensión y el buen ritmo, dejando que se luzcan sus personajes, sean héroes o villanos. Un poco fuera de balance nos llega la trama que involucra al Pingüino, quien busca la ayuda de Selina para atrapar a una ladrona conocida como Magpie (Sarah Schenkkan). Todo este embrollo termina siendo una excusa para que Cobblepot y Kyle formen una nueva alianza con la promesa de escapar juntos de una ciudad de la que ya no pueden sacar provecho. Oswald ya no tiene lugartenientes y la gata se lo pasa haciéndoles frente a los seguidores de Valeska que buscan un poco de revancha. Esta coalición no parece tener mucho futuro, más teniendo en cuenta la naturaleza traicionera de estos dos. Peor aún será cuando Jeremiah reaparezca y Selina intente terminar ese trabajito mortal que dejó inconcluso.
