ANÁLISIS | Ghosts n Goblins Resurrection te mata bien muerto

Tildar a un juego como “el Dark Souls de…” es un recurso más vago que la persona que se hace cargo de los servidores online de Nintendo. Sin embargo, en este caso no estaríamos errados si llamamos a Ghosts n Goblins el abuelo de los soul-likes. Un juego conocido por su loop de jugabilidad enfocado en el ensayo y el error, que nos hace arrastrarnos en calzones por el vidrio roto de sus enemigos impredecibles, sus plataformas traicioneras y un final que se nos ríe directamente en la cara. Mientras que hubo nuevas versiones desde su debut en 1985, pasó mucho tiempo desde la última vez que lo vimos a Arthur Marvel Vs. Capcom 3 no cuenta ya que eso fue peor tortura que cualquiera vivida en sus aventuras originales -, sin embargo hoy el caballero medieval vuelve en forma de exclusivo para Switch para demostrar que la muerte le sienta bien.

Ghosts ‘n Goblins Resurrection – Announcement Trailer – Nintendo Switch

Ghosts ‘n Goblins Resurrection es una hermosa manera de inyectar vida a un título que todo el mundo conoce pero no todo el mundo jugó. El mayor desafío a enfrentar por el estudio japonés era rendir homenaje a este clásico de culto, sin privarlo de las características que lo hicieron famoso. Su deslumbrante apartado gráfico dibujado a mano sumado a los efectos de iluminación y un re-diseño de personajes digno de subirle el sueldo al ilustrador que los trajo a la vida, logran que el primer impacto de esta reversión sea visual. Ni bien empezamos esta aventura es difícil no quedarnos quietos apreciando todo lo que está en pantalla.

Claro está, quedarse quieto en Ghosts ‘n Goblins Resurrection es morir. Aunque para ser justos, moverse mucho también trae la muerte. A medida que atravesamos los niveles compuestos por el juego original y su secuela Ghouls ‘n Ghosts, nuestro temple va a ser puesto a prueba por un sinfín de enemigos que atacan desde todos los extremos de la pantalla. Pantalla que a veces se cierra sobre nosotros o nos empuja, al tiempo que el suelo bajo nuestros pies cambia de forma y las plataformas sobre las cuales saltamos cambian de lugar sin ningún tipo de patrón aparente. Si no fuera porque tengo tan poca fuerza como nuestro protagonista cuando pierde la armadura, estoy seguro que podría haber llegado a partir mi Switch a la mitad en algunos segmentos del juego.

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De todos modos el que se enoja pierde, reza la frase con mucha razón. A la hora de ponerle el pecho al desafío de ir a rescatar a la princesa, hay que entender que la regla es que no hay muchas reglas. Y aún así, Ghosts ‘n Goblins Resurrection es accesible tanto para jugadores expertos como novatos, gracias a cuatro niveles de dificultad que logran ajustar el reto sin castrar su esencia. Rotulados como Aprendiz, Escudero, Caballero y Leyenda, cada uno de estos modos ajusta factores como la cantidad de enemigos y la velocidad de los mismos, los ítems que podemos encontrarnos y la distancia entre los checkpoints, pero no la agresividad de la amenaza. A riesgo de sonar repetitivo, lo interesante de estos ajustes es lo bien que logran mantener la tensión generada al jugar, sin regalarnos nada. El modo que más se aleja de la experiencia original es Aprendiz, pero porque con vidas infinitas y respawneo en el lugar, se siente pensando tal vez para niños o jugadores novatos, lo cual siempre es algo bien recibido. En el otro extremo, la dificultad Leyenda existe para la gente que tiene muchas ganas de tener un infarto provocado por estrés, pero nadie puede negar que se siente como el verdadero Ghosts ‘n Goblins.

En todos estos modos, otra manera de palpar el progreso es a través de un árbol de habilidades que va extendiendo sus ramas a medida que encontramos unas hadas escondidas en cada nivel. Estos seres mitológicos que funcionan como moneda nos permitirán elegir mejoras desde el menú del juego, para que cada vez que continuemos nuestro run, podamos contar con mejores herramientas como poderes especiales o la capacidad de llevar más de un arma al mismo tiempo y así elegir en el momento cuál nos conviene más, dependiendo lo que se nos venga de frente. Inteligentemente, estas habilidades mantienen el equilibrio de la experiencia con pequeños detalles como ser su tiempo de acción. Podemos usar la magia todas las veces que queramos por nivel, pero ejecutar los hechizos nos obligan a presionar el botón por unos segundos, dejándonos vulnerables a los múltiples ataques de las criaturas del averno.

Otra gran adición al título en términos de accesibilidad y variación en las mecánicas es su modo cooperativo, el cual pone al Player 2 en el lugar de un “ángel” de la guarda que puede situarse frente algunos ataques, disparar cierto tipo de proyectiles y hasta construir algunas plataformas para asistir al valiente Player 1. La original idea no solo permite compartir las victorias y la frustración, sino que también permite ver la experiencia desde otro lugar. Su única limitación es que esto solo funciona de manera local, lo que no es necesariamente malo debido al tiempo de reacción que exige el título, pero nunca hay que olvidar que no todo el mundo cuenta con alguien con quien jugar a su lado.

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Lamentablemente, entre los cíclopes, vampiros, hechiceros oscuros y demonios que habitan los dos circuitos que podemos elegir desde un principio, el peor enemigo de Ghosts ‘n Goblins Resurrection es su control. A diferencia de juegos como Cuphead que por momentos puede resultar igual de endemoniado, mover al barbudo de la armadura es incomodo, impreciso y por momentos sumamente frustrante. Como si a la hora de trasladar la experiencia a la actualidad hubieran decidido adaptar todo menos los controles, manteniendo lo impreciso de una palanca castigada de arcade de los ochentas.

Podríamos debatir si cosas como poder disparar en diagonal afectarían la búsqueda de mantener el espíritu del juego madre, pero el hecho de que los saltos en diagonal sean una pesadilla atentan contra una experiencia que nos saca las plataformas bajo nuestros pies constantemente. Empeorando la situación, Arthur es muy lento. Esto no sólo produce un efecto extraño en pantalla debido a que la animación de sus piernas – en búsqueda de un efecto caricaturesco – se mueven mucho más rápido de lo que lo hace el personaje, sino que nos pone en una constante desventaja a la hora de reaccionar. No importa cuán rápidos sean nuestros reflejos, el tiempo de reacción del personaje no responde siempre como debería y eso hace que varias de nuestras muertes se sientan injustas. Perder por que nos rodean mil no muertos en una sola pantalla es tolerable. Perder por que el personaje no puede saltar un cajón de manzanas, no tanto.

Así y todo, uno acepta el reto. La amplitud de rango que ofrece esta resurrección logra mantenernos cautivos. No es un juego que nos tiene prendidos a la consola y no nos deja ir, pero siempre regresamos. Lo impredecible de sus actos puede frustrar a algunos jugadores, pero también ofrecer esa sensación de la sortija en la calesita: nos ofende un poco, nos parece injusto, nos hace reír un poco y terminamos diciendo ‘ahora vas a ver’. Puede ser que la dificultad Leyenda exista tal vez solo a modo de chiste, porque existe una diferencia entre un desafío extremo y algo virtualmente injugable. Aún así, llamenme masoquista, pero es una pared con la que da cierto justo chocarse.

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Ghosts ‘n Goblins Resurrection es una gran reversión con ideas frescas, accesibilidad para todo tipo de jugadores y un apartado estético digno de libro de arte para la mesita ratona. Costando treinta dólares, su relación precio calidad está justificada con una duración de alrededor de seis horas y un alto valor de rejugabilidad gracias a las distintas maneras de encararlo, los diferentes loadouts a los que podemos aspirar y sobre todo, la orgánica extensión producida por cuánto nos puede costar pasarlo, dependiendo nuestra habilidad al jugarlo. Más allá de una banda sonora simpática que pierde fuerza por culpa del factor enjuagar y repetir del juego, su mayor debilidad son sus controles, porque realmente “frustrantes” es la única manera de describirlos. Lo peor que puedo decir es que cada vez que deje el juego fue por culpa de los mismos pero, por otro lado, cada vez que volví fue porque sentí realmente el llamado de la aventura. Ghosts ‘n Goblins volvió de una manera más que decente y por más que puede llegar a intimidar, es un desafío que vale la pena.

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GHOSTS ‘N GOBLINS RESURRECTION

25/02/2021 (NINTENDO SWITCH)
7.0