Análisis | Ghost Parade es un metroidvania con corazón y nada más

Hay veces que jugás un juego indie y te das cuenta instantáneamente que es un proyecto hecho con todo el amor del mundo. Que el equipo que se pasó vaya uno a saber cuánto tiempo desarrollando este juego realmente le puso toda su energía y buena onda para crear algo que realmente refleje la visión que tienen para el juego. El estudio de Indonesia Lentera Nusantara transmite estas sensaciones a través de Ghost Parade, pero lamentablemente el juego en sí deja muchísimo que desear.

Después de quedarse dormida una vez terminadas las clases, Suri se pierde el autobús de regreso a casa y decide tomar un “atajo” que involucra cruzar un bosque. Como no podía ser menos de esta idea tan propia de alguien capaz de quedarse dormida en la escuela, este camino que Suri pensaba era un atajo no termina siendo más que una extensa aventura en un bosque lleno de fantasmas.

Sin embargo, estos fantasmas no son malas noticias, sino que Suri rápidamente establece amistades con todos los espíritus del bosque que encuentra en su camino de regreso a casa. (a pesar de que al principio Suri no se da cuenta que son fantasmas). Con sus nuevos amigos a su lado y mientras busca la forma de salir del bosque, Suri decide ayudar a las criaturas del bosque a resolver sus problemas, especialmente cuando un grupo de cazadores se adentra en este santuario de la naturaleza para demostrar que el peor monstruo es el humano.

La historia es presentada en un formato similar a novela visual pero mucho más simplificado. La excepción son las hermosas escenas animadas con las que cuenta el juego y que se dan bastante más seguido de lo que uno espera. Si bien prácticamente no hay voces en el juego, estas escenas animadas logran transmitir el encanto de Ghost Parade de maneras en las que las otras escenas, similares a novelas visuales, simplemente no pueden.

Suri, acompañada por el fantasma de un feto abortado que quiere volver a casa. Como para saber qué ideología tiene el juego.

Más allá de la historia, Ghost Parade es una mezcla de plataformero, RPG y Metroidvania, pero lamentablemente ninguno de los dos ingredientes funciona bien en la implementación del juego. Los controles del juego se sienten pésimos al tacto, con movimiento que a veces no responde correctamente a los botones que uno presiona. Suri sube de niveles al derrotar enemigos, pero el combate es atroz y para nada satisfactorio, incluso después de que uno empieza a invertir los puntos de habilidad que consigue para tratar de mejorarlo. La exploración como Metroidvania funcionaría de no ser porque los factores anteriores contribuyen a que jugar Ghost Parade sea un bodrio más que una aventura.

Algunos de estos problemas son claras decisiones de diseño. Por ejemplo, el salto de Suri es difícil de controlar y es tan corto de altura que el uso del doble salto es prácticamente necesario. Esto hace que no solamente los obstáculos y trampas sean más difíciles de sortear, sino que los movimientos más simples se sienten toscos y poco responsivos. Para colmo, el juego cuenta con daño de caída tan severo como inconsistente. Caer de plataformas que están a un poco más de altura que el doble salto de Suri pueden provocar daño inmenso mientras que otras a la misma altura no hacen nada. En un plataformero, esto es injustificable.

Caer a la plataforma de abajo de todo es suficiente para morir. O no, quién sabe. Es así de inconsistente.

Esto aporta también a que sea muy fácil morir. Una de las ramas de mejoras que tiene Suri es incrementar sus puntos de vida y defensa, pero incluso a pesar de invertir todos mis puntos en dicha rama, la mayoría de los jefes son capaces de matarte en dos golpes. Estas batallas, además, son las peores del juego debido a que están diseñadas para movimientos precisos y rápidos, cosa con la que Ghost Parade no cuenta por diseño. Es inexplicable lo rápido que los jefes pueden matarte especialmente en comparación con lo tosco e incómodo que es controlar a Suri.

Las numerosas muertes también reflejan uno de los varios problemas técnicos que tiene el juego. Como es muy fácil morir, uno termina viendo pantallas de carga muy seguido. Esto no sería un problema si los tiempos de carga no fueran tan extensos, al menos en la Nintendo Switch. Estas largas pantallas de carga también son un problema a la hora de explorar al estilo Metroidvania. El juego busca que vuelvas a pantallas anteriores para ver nuevos caminos cuando conseguís diferentes habilidades, pero esto termina siendo un proceso tedioso, en especial cuando el sistema de viajado rápido no te muestra a dónde estás viajando sino que solamente te menciona el nombre del área. Para colmo, acceder al mapa involucra pasar por 4 menús diferentes, lo que hace todavía más difícil disfrutar Ghost Parade como Metroidvania.

Uno de los peores jefes que tuve que combatir. Ataca demasiado rápido, demasiado fuerte, y Suri tiene que atacar en el aire, donde tiene cero control.

El combate y otros aspectos de la exploración se ven afectados también por diferentes problemas técnicos. Ya sea jugando en modo docked o portátil, el framerate del juego es completamente inconsistente. La primer área no tenía ningún problema, pero ya a partir de la segunda, el framerate podía llegar a bajar estrepitosamente y sin ninguna clara señal de por qué. A veces podía ser por la cantidad de enemigos en pantalla pero otra veces en algo tan simple como una sección de plataformas el framerate podía tornarse desastroso, lo que contribuye todavía más a esta sensación de dureza en los controles.

Es una lástima que este juego tenga tantos problemas porque se nota que es un juego hecho con pasión. El arte es bellísimo, a pesar de que en varias ocasiones la resolución de las ilustraciones es notablemente baja. La música es alegre y va muy bien con el tono del juego, pero varios de los loops están mal recortados y se nota muchísimo cuando la música comienza a repetirse. Además este juego está claramente influenciado por la cultura indonesa del estudio, ya que todos los ítems tienen nombres de plantas y elementos autóctonos de Indonesia.

Varios errores de puntuación o algunos otros pifies gramaticales te recuerdan que el estudio no habla inglés como lengua natal.

Así y todo, un juego hecho con amor no siempre equivale a un buen juego. No me cabe duda que Lentera hizo lo mejor que pudo con las herramientas que tenía, pero no fue suficiente para hacer un videojuego siquiera decente. Por culpa de numerosos problemas técnicos y decisiones de diseño que acentúan las falencias del juego, Ghost Parade terminó siendo una experiencia tan frustrante que no pude llegar al final, precisamente por quedar atascado en uno de los varios jefes pésimamente diseñados. Lo lamento en el alma Suri, pero quizás no deberías haber tomado el atajo por el bosque.

GHOST PARADE

31/10/2019 (PS4, SWITCH, PC)
3.5

Jugué entre 7 y 8 horas de Ghost Parade en Nintendo Switch alternando entre docked y portátil y ambos modos tenían los mismos problemas de rendimiento. Aparentemente el juego es muchísimo más largo de lo que aparenta, porque recién estaba en la tercera de las nueve áreas que hay en el mapa. Perdón Suri, te tendrás que quedar en el bosque. El juego fue provisto por el desarrollador.