A esta altura del partido no hay que dedicar mucho tiempo a explicar el fenómeno Forza Horizon 5. O te pego o no. El juego de Playground Games se convirtió rápidamente en uno de los favoritos de 2021 – incluso para nosotros – por su vertiginosa propuesta de un fantástico mundo abierto inspirado en escenarios reales, sin tener ningún tipo de interés en ser confundido con un simulador de conducción. Buscando explotar al máximo su espíritu festivo, su primer contenido descargable lo emparenta una vez más con un viejo conocido de la saga: Hot Wheels, la marca de autos de juguete más conocida del planeta.
Forza Horizon 5: Hot Wheels se agarra fuerte de la idea de explotar la fantasía sobre cuatro ruedas, presentándonos un nuevo festival realizado con más de 150 kilómetros de nuevas rutas, ensambladas con las ya míticas pistas naranjas de Mattel. Cuatro nuevos biomas en los cielos redefinen lo que es una hipérbole, desafiandonos a cuestionar los límites de la velocidad y otras leyes de la física, a medida que vemos el mapa de México dar mil vueltas cada vez que atravesemos rulos, rampas, tirabuzones y otras construcciones que escapan a la lógica.
Desde ya, no solo podremos utilizar los autos que fuimos coleccionando, sino que habrá recreaciones de los famosos autos coleccionables para que podamos pisarlos a fondo. Ya sean pensados para la exhibición o para la aceleración, correr sobre estos bólidos es una experiencia divertida que funciona mejor de lo que lo haría en otros títulos automovilísticos, por la idiosincrasia informal de Forza Horizon. Sin embargo, si algunas pistas y un manojo de autos fuera lo único que conformara este paquete, la experiencia sería un tanto pobre. Por suerte hay más.
Lo que más llamó mi atención de Forza Horizon 5: Hot Wheels fue como representa con mucho lujo y poco disimulo, es un infomercial interactivo altamente efectivo. A medida que participemos de los desafíos del festival, una promotora de Forza fanática de Hot Wheels nos irá relatando la historia de la compañía. Sin darme cuenta y tal vez sin buscarlo inicialmente, ahora se quién tuvo la idea de crear estos autitos, cómo lo hizo, porqué se destacaron tanto y cómo llegaron a ser un fenómeno mundial.
Y la verdad es que no podría estar enojado, ya que por más que la sutileza está ausente sin aviso – ¿cuando Forza fue sutil? -, el resultado es sumamente efectivo. Más que una publicidad incisiva, sentí estar disfrutando un gran juego de carreras, mientras miraba un episodio de The Toys that Made Us. Correr con autos legendarios para la marca, representar desafíos que en algún momento se hicieron sobre pistas de juguete y analizar un fenómeno de la industria mientras vamos a 200km por hora de cabeza hacía un volcán, es la manera más entretenida de aprender que conocí en mi vida. Hasta mentiría si dijera que no comencé a pensar en coleccionar Hot Wheels. Cómo alguien que viene del mundo de la publicidad, me saco el sombrero ante este hecho.
Pero claro que este DLC es mucho más que un “¡Llame Ya!” de Hot Wheels. Esta asombrosa maqueta de tamaño real es una nueva oportunidad que Playground Games utilizó para lucirse. Forza Horizon 5 sigue siendo una de las mejores expresiones audiovisuales de la actual generación de consolas. Los autos se ven increíbles como siempre, pero las pistas naranja entre las nubes son un espectáculo. No sólo parecen de plástico realmente, sino que se van alterando conforme les peguen distintas luces, se mojen o hasta congelen. Los nuevos biomas presentan un volcán, una zona de montañas heladas, una parte desértica y una serie de riscos y cañones en medio de una selva húmeda, donde las pistas atraviesan cascadas que rugen y suenan como si estuviéramos enjuagandonos la cabeza en la mismísima Garganta del Diablo.
A todas estas novedades se le suma también trabajo de producción en general, ya que tanto estemos dentro del nuevo festival o sigamos dando vueltas por México, las radios tienen nuevos diálogos que se van actualizando con nuestro progreso a medida que avanzamos y además podemos encontrar los mismos desafíos que en el juego original, como las trampas de velocidad, saltos y distintas oportunidades de PR, donde nos dan puntos por poner nuestras vidas en un riesgo ficticio.
Esto, curiosamente, fue una de las pocas cosas que rompió mi inmersión. Habiendo dedicado incontables horas a FH5, ya conozco las reglas del juego y se suspender mi incredulidad. Aún así, por momentos el hecho de caer de estas pistas y que no haya ningún tipo de penalización se sintió irreal por demás. Por otro lado, más allá de que las nuevas zonas nos ofrecen pequeños sectores para recorrer con nuestros fierros, el DLC no tarda en volverse repetitivo desde su paisaje, por más imponente que sea. En la experiencia base, si me aburro de ir por las rutas puedo atravesar un maizal, ir por las playas o hasta tirarme por sobre los techos de las casas. Acá iremos si o si por sobre las pistas marcadas, esperando llegar de manera obligada a las intersecciones para cambiar de rumbo. De nuevo, resulta verosímil para lo que es el juego, pero se termina sintiendo más restrictivo de lo normal.
De la misma manera, obtener los puntos necesarios para subir de rango en la academia Hot Wheels puede volverse una tarea tediosa, ya que al destrabarse los desafíos de manera progresiva, no podemos irnos a la otra punta del mapa e intentar con otro si nos trabamos. Quiza quienes no hayan terminado el juego puede esquivar este obstaculo volviendo a concretar otras pruebas en suelo mexicano, pero si este contenido descargable es todo lo que les queda por hacer, puede sentirse una experiencia limitada. No necesariamente por su duración, si no por su condición de no poder corrernos de sus márgenes.
Así y todo Forza Horizon 5: Hot Wheels es lo que esperábamos de algo que lleva ese nombre. La mística de correr con esos autos, la adrenalina otorgada por las mecánicas del juego y lo desorbitado de todo en cuestiones de show, conforman un paquete que se puede tomar muy en serio por fanáticos y disfrutar de la manera más arcadosa posible por los turistas del hobby. Tal y como lo hicieron con Age of Empires y Flight Simulator, XBOX está encontrando una vuelta de tuerca a la hora de que sus títulos sean algo más que solo un juego y considero que lo hace muy bien. Si querían velocidad y entretenimiento, coloquense sobre la cima de la pista naranja y dejense caer, que el resto viene solo.