Mientras que el mundo de la Fórmula 1 recién empieza a reactivarse después de un letargo obligado a causa de la pandemia de Covid-19 -y qué apropiado que el juego salga justo ahora-, F1 2020 decide mantener intacto el calendario de la competencia, con todas las pistas disponibles y el cronograma completo para nuestro disfrute. Por fortuna, no es la única licencia que Codemasters se toma con esta última versión de su mimado simulador de carreras, ya que incluso se anima a ir un paso más allá, dándonos la posibilidad de sumar una nueva escudería a las diez existentes dentro de la competición.
Sí, como lo leen. Para un estudio que hasta acá no se animaba a trastear con ninguno de los estamentos tradicionales de la Fórmula 1, haciendo de la representación exacta un mote imposible de quebrar, llega por fin la adición del modo “My Team”, que nos permite fundar nuestra propia escudería para alzarnos con la gloria a través de diversas temporadas de competición. Lo que este modo nos plantea es oficiar tanto de pilotos como de mánagers, debiendo manejar un balance económico ante todo, pero también administrando detalles como las instalaciones con las que contamos en nuestro “centro de operaciones”.
Salas con simuladores, laboratorios de aerodinámica, departamentos comerciales y más; y como si fuera poco, incluso podemos alterar el curso de la historia contratando para nuestra escudería a cualquiera de los pilotos de la competencia. Este es uno de los aspectos más llamativos porque cada piloto tiene sus propias condiciones para romper su contrato y sumarse a nuestra causa, y no sólo influye el dinero que podamos pagar, sino también nuestro espíritu deportivo, que se moldea con cómo competimos y claro está, con las clásicas declaraciones ante la prensa.
Sorpresivamente, el modo My Team es ofrece una profundidad inusitada, y a diferencia del modo carrera del año pasado -con todo y sus intenciones narrativas- nos mantienen pegados a la pantalla, atendiendo cuestiones de sponsors, desarrollando nuevas tecnologías para competir desde el nivel alcanzado en nuestro bólido. Son muchísimas opciones que no abruman en lo absoluto, y que aportan una mirada estratégica respecto a todo lo que ocurre fuera de la pista que hasta acá se nos había negado. Obviamente, el modo My Team no viene a reemplazar el Modo Carrera, que sigue vigente al igual que el año pasado.
Con ciertas modificaciones, desde ya: se ha removido por completo la noción narrativa que habían adoptado en F1 2019 para adoptar un encare más tradicional. Seremos un piloto que puede pasar por la Fórmula 2 seduciendo con nuestra performance a las escuderías más importantes de la F1, con el objeto de convertirnos en una leyenda. Habiendo experimentado la porción narrativa anterior, lo cierto es que su ausencia ni siquiera se nota, porque después de todo, el fuerte siempre estuvo en las carreras, y en ese sentido, sigue siendo uno de los mejores. La presentación en general ganó enteros incluso, ya que Codemasters optó por dotar a este F1 2020 con la aparición de figuras televisivas de las transmisiones oficiales de Fórmula 1. Y aunque lamentablemente no han podido dotar a estos personajes -ni tampoco a los pilotos- de un aspecto menos sintético, la sensación que nos queda es que estamos ante un juego deportivo de altísimo nivel, que visualmente se siente tan impactante como de costumbre. En este aspecto, las versiones de consola no se despegan tanto de lo que vimos el año pasado, pero en PC es donde percibimos un enorme salto cualitativo.
La oferta de modos de juego se completa con Grand Prix, Campeonatos, Carreras por tiempo, Temporadas de 2019, vehículos clásicos y un muy robusto sistema online, con un enorme segmento de personalización para nuestros bólidos. En este apartado tenemos prácticamente de todo: partidas rankeadas por licencia, carreras por tiempo y un segmento enorme dedicado a los esports, donde F1 2020 se muestra como una verdadera plataforma competitiva que promete eventos online de ligas profesionales como la F1 Challenger Series o la Pro Series. Al momento de realizar el análisis, sólo pude probar los modos más tradicionales ya que muchos de estos eventos transcurren en días y horarios específicos. Lo que pude jugar, funcionó perfecto, con partidas que sucedieron sin inconvenientes de performance, aunque es importante decir que hasta acá el acceso de jugadores es más bien poco. Lo que ha regresado, y en toda su gloria, es la posibilidad de correr con pantalla dividida: un detalle cada vez más extraño de encontrar en los juegos de hoy en día.
¿Qué sucede dentro de la pista? F1 2020 se perfila como el mejor de su clase. Sigue teniendo esa obsesión absoluta por los detalles, ahora reforzada por la participación de los corredores profesionales de Fórmula 1, quienes han trabajado codo a codo haciendo distintas devoluciones al equipo de desarrollo. Esto deriva en un sistema de manejo optimizado. La respuesta de los vehículos se siente súper ajustada y tal vez donde más se noten los cambios es en la acción de los frenos en las ruedas, ahora mucho más realista pero y menos punitiva que en la entrega anterior. Lo mismo puede decirse sobre cómo se sienten los bólidos en la pista, con un agarre todavía mejor y más logrado.
Como decía antes, F1 2020 es a todas luces un juego que puede ser un simulador impiadoso, pero que posee también características que permiten ajustar la experiencia a lo que desees obtener de él en términos jugables. Esto no es una novedad, ya que es algo a lo que Codemasters apuntó siempre con sus entregas, pero con F1 2020 notamos una enorme cantidad de alternativas para personalizar cómo jugamos. Esto no sólo tiene que ver con el nivel de daño que recibimos, la incidencia del entorno en el desgaste del vehículo o mismo la inteligencia artificial de los adversarios (que está más afilada que nunca en los niveles más altos), sino también a cuánto queremos que duren las etapas clasificatorias, el entrenamiento y más.
F1 2020 no nos obliga a convertirnos en eruditos de la Fórmula 1, sino que se adapta a nuestros designios. Y la pieza más importante en este sentido es la introducción del “Modo Casual”. Es una opción que podemos activar antes de cada competencia que lo que hace básicamente es suavizar todas las asperezas que puede tener el título a modo de exigencias en la pista. Si relegamos un poco de control sobre nuestro vehículo, encontraremos en el Modo Casual un aliado ideal si lo que queremos es simplemente vivir el ambiente de este gran espectáculo y recorrer las pistas sin preocuparnos por morder una banquina en la vuelta número 15 y tirar a la basura todo nuestro progreso.
Lo mejor del caso es que este modo está lejos de convertir a F1 2020 en un paseo guiado, sino que tenemos que hacer que las cosas sucedan y en ciertos puntos, sigue siendo tan exigente como siempre. Debemos de igual modo memorizar la pista, aprender sus curvas, aprovechar sus rectas; debemos atender el estado de las ruedas y el combustible, entrar en boxes cuando nuestro equipo nos lo indique y trazar estrategias. El Modo Casual quita del medio lo frustrante que puede tornarse F1 2020 para los recién llegados, o bien para los fans que no desean comprometerse a un nivel tan profundo.
Y está bien: creo que Codemasters ha entendido que se puede satisfacer la demanda no sólo del público más hardcore de la F1, que evidentemente jugará en el modo más realista posible y con volante, sino también la de un espectro de jugadores mucho más amplio. Saben que tienen la responsabilidad de realizar el juego oficial de una de las competiciones de más alto nivel que existen y en eso suelen cumplir con creces año tras año. F1 2020 no es la excepción: es el punto más alto de la serie. Lo que demuestra Codemasters con este título es que entendieron además que tienen un juego entre manos y que no está mal hacerlo más divertido; que las reglas pueden doblarse ligeramente en pos de un producto más inclusivo y con más contenido, sin dejar de lado su esencia. Ese es, inequívocamente, el gran logro de la firma británica que, por lo que pude constatar, seguirá con la licencia de la Fórmula 1 por mucho tiempo más.
Jugué F1 2020 durante unas 25 horas, completando 3 temporadas en My Team y luego jugando al resto de los modos de juego. El apartado online no pudo probarse íntegramente debido a que varios de sus modos poseen fechas específicas que no coinciden con el momento en el que el acceso al juego nos fue cedido.