ANÁLISIS | Elseworlds

Los crossovers del Arrowverse se hicieron moneda corriente a partir de la temporada 2014-2015 con “Flash vs. Arrow” y “The Brave and The Bold”, primer cruce entre las series del justiciero de Star City y el Velocista Escarlata, quien atravesaba su primer año en solitario. A partir de ahí, este encuentro anual se volvió una moneda corriente, y resultó la mejor excusa para introducir nuevos personajes y nuevos shows a este universo televisivo que no para de crecer, incluso, más allá de no estar ligado a sus homónimos de la pantalla grande. ¿Para qué?

Greg Berlanti, la cabeza detrás de estas aventuras, sigue apostando en grande y después de sumar a las Leyendas del Mañana en “Heroes Join Forces” (2015); presentarnos a Supergirl en “Invasion!” (2016) –aunque la conocíamos desde otra cadena-; y llevarnos de paseo a Tierra-X en “Crisis on Earth-X” (2017), vuelve a sorprender con “Elseworlds” (2018), una historia que no tiene nada que envidiarle a “Freaky Friday” (1976) o “Quantum Leap”, en su defecto.

Kevin Tancharoen, James Bamford y Jesse Warn son los directores encargados del cruce de este año, que comienza en el vecindario de “The Flash” cuando Allen, mejor dicho Oliver Queen, despierta junto a Iris sin saber muy bien que anda pasando en Tierra-1. La respuesta más lógica: Barry se mandó un moco con la línea de tiempo, pero esta vez no podemos echarle la culpa ya que el pibe no es más dueño de sus poderes.

 

 

Para ser más claros, Barry Allen es Oliver Queen, y viceversa, a los ojos de todos. No cambiaron de cuerpos, sino de habilidades en esta realidad manipulada por el doctor John Deegan (Jeremy Davies), un científico medio loquito que cruzó su camino con Mar Novu/The Monitor (LaMonica Garrett), y un libro capaz de otorgarle dichos poderes.

Mientras resuelven cómo acomodar las cosas, Flash y Green Arrow deben aparentar y seguir firmes en su condición de héroes, una tarea complicada ya que ninguno logra meterse de lleno en la personalidad y la piel del otro. Tancharoen aprovecha y vuelve a jugar con aquel primer crossover donde Barry intentaba encontrar su camino en esto de convertirse en salvador de la ciudad, a la vez que Oliver pretendía transmitirle un poco de su experiencia, no siempre tan placentera.

“Elseworlds” vuelve sobre la base de la dicotomía que existe entre estos dos personajes tan parecidos y diferentes entre sí. A Queen le toca aguantar el bullying por su condición de vigilante siempre fuera de la ley, y esa oscuridad que trata de canalizar a puño limpio. Características que lo marcan, pero no lo definen que se ve a lo largo de los tres episodios.

 

Kara y Lois hacen buenas migas en Smallville

 

En Central City, el cielo se pone rojo y una extraña tormenta amenaza la ciudad. El dúo dinámico decide viajar a Earth-38, hogar de Supergirl, donde descubren que esta tierra no fue afectada por las maquinaciones de Deegan. Este viajecito a la granja de los Kent en Smallville, vuelve a traer a la escena al Hombre de Acero (Tyler Hoechlin) y presenta en sociedad a Lois Lane (Elizabeth Tulloch), una periodista sin pelos en la lengua.

Esta primera hora del crossover está dictada por el humor del “cambio de cuerpos” y un montón de referencias que exceden el mote de fan service. Así, “Elseworlds” se convierte en una verdadera búsqueda del tesoro donde podemos encontrar guiños a los cómics y a otras series DCnianas del pasado, y donde nunca se descuida el espíritu feminista que abunda en las producciones de Berlanti. Menos mal que ahí está Kara para mediar entre estos dos pelmazos.

La primera entrega termina con el cuarteto superherioco -gracias Clark por sumarte a nuestra fiestita- trabajando en equipo para detener a otro conocido villano de la galería de DC. La próxima pista –las vibraciones de Cisco– los van a llevar hasta Gotham City, un escenario que hace su debut en el Arrowverso, tan oscuro y misterioso, que pocos se atreven a transitarlo.

 

Hay algo muy extraño en esta imagen

 

La llegada de Oliver Queen (léase, Barry) a la ciudad no pasa desapercibida y mientras buscan alguna señal sobre los individuos de las visiones de Ramon, el trió conoce a Kate Kane (Ruby Rose), prima de Bruce Wayne, quien abandonó la ciudad hace más de tres años sin dejar paradero, al igual que su alter ego justiciero. No, Batman no es un mito y tras su partida Gotham se convirtió en una tierra de nadie donde el crimen ya no tiene control.

Un poco a regañadientes, Kate decide ayudarlos y las pistas, obviamente, los conducen hasta el Arkham Asylum, donde el doctor Deegan lleva a cabo sus experimentos. El Caballero de la Noche no estará por ningún lado, pero las referencias aparecen por montones, desde los nombres de las calles, sus villanos tras las rejas del asilo o la entrada triunfal de Batwoman, muy al estilo de la trilogía de Nolan.

“Elseworlds” tiene la función de introducirnos en el universo de esta justiciera, de los mejores personajes de la batifamilia, y la primera heroína LGTB+ que será protagonista de su propio show, si The CW le da el visto bueno para la próxima temporada. Kane es todo intelecto y secretismo, y una patea traseros cuando se calza la capa y la capucha. Bamford se apega a la mitología del murciélago, pero también se permite jugar con el personaje que, de entrada, hace muy buenas migas con Kara… a diferencia de sus primos.  

 

Quién necesita a Batman

 

De a poco, y con la ayuda del team Arrow y el team Flash, descubrimos las intenciones de The Monitor, y el poder del Libro del Destino que sigue haciendo de las suyas en manos del tordo. La palabra crisis empieza a sonar más fuerte que nunca, así como la llegada de un antagonista mucho más poderoso con ganas de destruir el multiverso, es decir todos estos universos paralelos que van colapsando poco a poco.

La realidad vuelve a trastocarse y en esta nueva Tierra-1, los malos son buenos y los buenos son malos. Deegan se buscó un alter ego más poderoso y ahora el Injustice se juega en todas las calles de Central City. No queremos entrar en detalles porque esta última hora viene cargada de spoilers, pero depende de cada héroe abrirse camino y encontrar su verdadero propósito para detener el caos que generó el Libro del Destino.   

Parecía imposible superar “Crisis on Earth-X”, pero este nuevo crossover suma frescura al universo televisivo de DC, dejando de lado las historias más dramáticas y oscuras, y concentrándose en las virtudes y defectos de sus protagonistas, demostrando que son lo que son gracias a todas ellas. En el medio, rescataron al Flash de los noventa, dejaron picando la posibilidad de un John Stewart y se la jugaron con una continuación que llegará recién la próxima temporada.

 

Pero si parecen muñequitos de torta de casamiento

 

Berlanti y compañía están confiados de la renovación de todas sus series y este ambicioso arco que podía traer personajes nuevos y despedir a otros tantos. No vamos a pensar en eso, pero sí celebrar la coherencia del DC televisivo que, a pesar de no contar con los presupuestos abultados de la gran pantalla o los de Netflix para sus series de Marvel, logran narrar las mejores historias a base de humor, mucha acción y sus entrañables protagonistas, verdaderos héroes del Arrowverso.

Cada director suma su granito de arena y su estética, pero nada desentona. El fan chocho con sus referencias y su nostalgia intacta, que promete seguir expandiendo un universo que parece no tener fronteras.