Había una época (que algunos recordarán con más cariño que otros) en la que era algo típico que cuando una serie o película alcanzaba altos niveles de éxito, apareciera casi de la nada un videojuego basado en dicha propiedad. Hoy en día ya no pasa tanto, y los pocos juegos de este estilo normalmente van a parar directo a celulares. Por eso es un tanto raro que Netflix haya decidido darle el visto bueno a una adaptación a videojuego de la serie Narcos, y más todavía cuando se tiene en cuenta el género elegido.
Narcos: Rise of the Cartels, que es el título completo del juego, está basado en la serie de Netflix que dramatiza la historia del capo de la droga colombiano Pablo Escobar. Desde el vamos, tengo que confesar que Narcos no es una serie que haya visto (solamente uso Netflix para ver animé, no me juzguen), pero sí es una serie de la que escuché hablar a gente cercana. Así y todo, tardé un poco en darme cuenta que este juego era efectivamente una adaptación porque entre los logos al iniciar el juego no hay mención alguna a Netflix y de hecho en ningún momento se lo llama a Pablo Escobar por su nombre, cosa que no estoy seguro si se arrastra de la serie o es propio del juego.
Inmediatamente Narcos te da la bienvenida con clips de la serie cual juego FMV (que también utiliza para misiones especiales) narrados por el agente de la DEA Steve Murphy sobre cómo tienen que limpiar Colombia de la plaga que son las drogas y algunas otras frases que me hacen dudar de la calidad de la serie por los tonos racistas que deja escapar Murphy. De nuevo, al no tener familiaridad con la serie no puedo decir si el actor que le da voz a Murphy y los demás personajes principales son los mismos de la serie (los modelos 3D sí están hechos en base a ellos), pero considerando que el nivel de actuación es tan encantadoramente mediocre que me recuerda a los días de adaptaciones de Playstation 2, me atrevería a decir que efectivamente son los actores de la serie porque se siente como si el diálogo estuviese interpretado por alguien que nunca tuvieron roles exclusivamente de voz.
Más allá de la calidad de la actuación, la historia en del juego le resultará familiar a quienes hayan visto la serie y puede resumirse fácilmente en: la DEA busca acabar con el imperio de Escobar mientras que El Patrón (como lo llama el juego a Pablo) busca expandirse y lidiar con los problemas internos de su organización. Lo curioso es que el juego ofrece dos campañas, una para cada bando. Como idea, es interesante. Idealmente, presentaría ambos lados de un conflicto para contar la historia tanto de Pablo Escobar como la de aquellos que buscan detenerlo. Lamentablemente las campañas no son demasiado diferentes entre sí y las misiones no ofrecen demasiado en cuanto a historia. Es más, para alguien que no conozca la serie incluso pueden jugarle en contra, especialmente la campaña de la DEA con misiones cuyos objetivos incluyen “atrapar” e “interrogar” pero la única opción que tenés es llevar a tu policía blanco norteamericano a matar incontables colombianos y dejarlos tirados en la calle.
Y es que sí, este juego tiene misiones y muerte porque Narcos es, básicamente, un clon de XCOM moderno. Este juego no ofrece la complejidad que el género de estrategia por turnos generalmente presenta. A diferencia de otros juegos que ofrecen extensas opciones de customización y varias mecánicas a las que hay que prestar atención fuera de las misiones, Narcos es mucho más simple: cuando no estás en una misión, no hay nada más para hacer que organizar tus reclutas o alimentarlos con puntos de experiencia. Cero customización, nada de sistemas complejos. En cierto punto, esto lo convierte a Narcos en una versión un tanto más accesible de este tipo de juegos, ya que únicamente hay que aprender los sistemas del combate en sí y nada más, pero ahí es donde Narcos le falla al género.
Aquellos que hayan jugado XCOM moderno sabrán exactamente qué esperar: escudos llenos o por la mitad indican el nivel de protección de la casilla donde nos movemos, varias clases especializadas que tienen armas y habilidades distintas, contraataques cuando los enemigos se mueven, y más. Narcos, sin embargo, intenta ideas nuevas que le quitan en gran medida la estrategia a este tipo de juegos principalmente mediante dos de sus mecánicas claves: su equivalente a la habilidad de Overwatch y la manera en la que funcionan los turnos.
Por empezar, y quizás la peor decisión del juego, los turnos son un ida y vuelta constante. Esto significa que uno no posiciona sus unidades de manera estratégica y termina su turno, sino que una vez que realices una acción, es el turno del enemigo y así sucesivamente. Esto transforma la fórmula de un combate estratégico a un combate reactivo. Es prácticamente imposible planear emboscadas o formaciones porque con cada movimiento tuyo, el enemigo va a reaccionar y por consecuencia tenés que reaccionar vos también. Esta decisión también reduce las batallas a un uno a uno sin mucha emoción. Si un enemigo te dispara, tenés que lidiar con ese enemigo inmediatamente, y es muy fácil terminar una misión con una o más unidades que ni se usaron.
El otro gran problema tiene que ver con el contraataque o el equivalente a Overwatch. Esta habilidad no es activa en Narcos, sino pasiva y se activa si una unidad no usó ninguna de sus acciones o con habilidades muy avanzadas en el nivel del personaje. El problema es que esto implica seleccionar la unidad, y por lo tanto ceder un turno. Aquellas unidades que están papando moscas sin ser usadas nunca pueden conseguir esta opción porque eso implica regalarle un turno a un enemigo que puede estar atacando a otra unidad que sí avanzamos. Si el juego encontrase una manera de hacer útiles las unidades que no movemos, no se sentiría tan repetitivo y carente de estrategia.
Así y todo, Narcos es un clon de XCOM bastante decente. En parte es fácil de recomendar a los fans de la serie que nunca hayan jugado algo en este género, aunque quizás la falta de niveles de dificultad les pueda jugar una mala pasada. Es a los que nos gustan los juegos de estilo XCOM modernos para quienes Narcos probablemente no funcione, porque los cambios de fórmula que intenta implementar le quitan el atractivo principal del juego que busca copiar. Por lo menos, para ser un juego que adapta una serie de Netflix en el año 2019, Narcos: Rise of the Cartels podría haber sido mucho peor.
NARCOS: RISE OF THE CARTELS
Jugué casi 5 horas de Narcos: Rise of the Cartels en Playstation 4 Pro, alternando entre ambas campañas para tratar de descifrar las casi nulas diferencias que tienen. En cuanto a rendimiento, el juego no presentó ningún problema. Ni glitches, ni bugs, ni problemas de framerate, aunque sí cabe destacar que, como se puede ver en las imágenes y tráilers, el juego no es exactamente lindo gráficamente. El juego fue provisto por el desarrollador.