ANÁLISIS: El Contador (The Accountant, Gavin O’Connor, 2016)

Ben Affleck se copó con la idea de repartir piñas y, antes de volver a calzarse el batitraje, hace yunta con el director Gavin O’Connor (“Warrior”) para este thriller criminal lleno de acción y cuentas claras.

Christian Wolff (Affleck) es un genio en cuanto a cuestiones contables se refiere y opera desde una pequeña oficina carente de glamour, la fachada ideal para esconder sus verdaderos negocios. Entre granjeros e hipotecas, el muchacho se dedica a “blanquear” el dinero de los criminales más poderosos, un trabajo que lo pone en la mira del Departamento del Tesoro, liderado por Ray King (J.K. Simmons).

Los agentes trabajan a ciegas sin conocer la verdadera identidad del “contador”, pero cuando los cadáveres se empiezan a acumular, Marybeth Medina (Cynthia Addai-Robinson) –la oficial designada por Kking-, sólo tendrá que sumar uno más uno.

Wolff no es un tipo normal. Padece cierto tipo de autismo que no le permite crear lazos afectivos ni socializar. Vive condicionado y regido por una rutina muy específica, pero los problemas surgen cuando se desvía de la misma y se le suelta la cadena.

Todo se empieza a desbarrancar cuando Christian decide aceptar un trabajo legal para no levantar sospechas y, de paso, revisar las cuentas de una famosa compañía de robótica donde una de las empleadas, Dana Cummings (Anna Kendrick), está convencida de que existen “discrepancias” de millones de dólares.

A los agentes del tesoro que le pisan los talones, ahora hay que sumar a un asesino contratado (Jon Bernthal) que va borrando los cabos sueltos de sus empleadores. Una violenta cacería que pone a Dana en peligro y a Christian al descubierto, pero éste todavía tiene varios trucos bajo la manga.

“El Contador” (The Accountant, 2016) es pura acción y misterios que se van revelando a cada paso. Affleck demuestra que se puede cargar una película al hombro y, sin decir muchas palabras, convertirse en antihéroe. El problema llega con un desenlace demasiado apresurado, tal vez, y repleto de información para procesar en tan corto tiempo. La trama se enmaraña un poco y se pierdan grandes detalles.  

O’Connor y el guionista Bill Dubuque logran construir una narración interesante que se retroalimenta constantemente de una serie de flashback que ayudan a entender el pasado y el presente del protagonista. Pero la información sigue siendo demasiada y, en un punto, cuesta reacomodar las piezas de este enorme rompecabezas.

Affleck, Bernthal y Simmons son los grandes pilares de una historia que también cuenta con pequeñas actuaciones de Jeffrey Tambor, John Lithgow y Jean Smart. Sí, un elenco impresionante para una trama entretenida llena de acción y violencia que podría ser mucho mejor si no fuera por esos pequeños tropiezos del guión.


El gran problema de “El Contador” es que intenta ser más seria de lo que es y se olvida de dejarse llevar por el desenfreno. Un par de giros menos en la trama, y más minutos de Ben y Jon tirando piñas en pantalla, y sería una película de acción casi perfecta.