ANÁLISIS | Doom Patrol S01E012: Cyborg Patrol (Spoilers)

Desde el comienzo de esta primera temporada, “Doom Patrol” se enfocó en varios objetivos, pero ante todo, contarnos la historia de estos aspirantes a superhéroes, sus orígenes y su lado más humano, a pesar de sus extrañas habilidades y, muchas veces, apariencia. Ahí está la clave principal de la creación de Jeremy Carver, que podrá entretenernos y sorprendernos con su infinidad de bizarreadas, pero nos conquista desde el lado más sensible.

A lo largo de estos primeros doce episodios estuvimos buceando en el pasado de Rita, Larry, Jane, Cliff y hasta el mismísimo Niles Caulder. Todos, parte de un gran rompecabezas que todavía no termina de completarse, sobre todo porque Mr. Nobody sigue mezclándonos las piezas. Era hora de acomodar algunas cuestiones sobre Victor Stone, el más jovencito de este equipo, y para ello tenemos “Cyborg Patrol”, un capítulo que lo vincula con sus  miedos y culpas más profundos.  

La última vez que lo vimos, Vic había caído en las garras del agente Darren Jones y el Departamento de la Normalidad. Ahora, encerrado en la llamada “Granja de Hormigas”, Cyborg es sometido a infinidad de torturas por parte de la organización que busca acceder a sus extraordinarias habilidades para sus propios fines, además de experimentar los constantes mal funcionamientos de su red (Grid) que, según él, quiere borrar su humanidad y dejar solamente que impere la máquina. En medio de este escenario, la cabecita del héroe se desorienta un poco más, resultando un misterio incluso para sus captores.

Cuidado con la retaguardia, literal. 

De vuelta en la Mansión Caulder, y gracias a las traumáticas experiencias pasadas de Trainor, el resto del equipo logra deducir dónde está su compañero, pero esto no facilita su iniciativa para intentar ayudarlo. Ahí es cuando aparece Silas Stone en escena, viejo colaborar del buró que pretende recuperar a su hijo a toda costa. A pesar de la reticencia de los condenados, el científico logra convencerlos para seguir su plan, infiltrarse en la Granja de Hormigas, y rescatar al cyborg cautivo. Todo muy al estilo de “La Guerra de las Galaxias” (Star Wars, 1977), donde Robotman hace las veces de Chewie prisionero, mientras papá Silas, Jane y Larry se hacen pasar por agentes.

El truco dura apenas un suspiro, ya que Jones y su gente los están esperando con armas especiales que pueden reducir la fortaleza de Steele y hasta separar a Larry de su espíritu negativo. Resulta que todo era una trampa y Stone está más que dispuesto a entregar a las criaturas de Niles con tal de recuperar a su retoño. O eso es lo que nos quieren hacer creer en un primer momento, porque al descubrir que la organización no tiene intención de dejar partir a Cyborg, la patrulla pone en marcha el verdadero plan, que incluye esta “traición” bien actuada.

Es la tarea de Rita, siempre tan evasiva ante estas misiones y escondida en forma viscosa dentro del cuerpo de Cliff, liberar al hombre metálico y a Trainor, pero Karen (la personalidad más molesta de Jane) vuelve a emerger dificultando un poco la huida. En medio del caos, los héroes deciden liberar al resto de los prisioneros -entre ellos una horda de traseros asesinos dispuestos a mordisquear todo lo que se cruce por su camino-, un poco para cubrir sus huellas y otro tanto porque es lo correcto, pero Cyborg sigue confundido y no logra dejar de ver a su padre como el verdadero enemigo.  

No es momento para comedias románticas

Así como Admiral Whiskers (la ratita vengativa) fue responsable de la “locura” espontanea de Cliff en “Therapy Patrol”, acá también hay una explicación para el violento comportamiento de Vic que, ante la amenaza que persiste en su cabeza, termina atacando a su papá, dejándolo casi al borde de la muerte: Mr. Nobody, siempre Mr. Nobody metiendo las narices y jugando con el destino de los protagonistas. Una vez más Eric Morden es el responsable de alterar los hechos y, en este caso, meter mano en los reboots de la red de Cyborg, hasta el punto de dejarlo en un estado total de desconcierto y culpa por lo que acaba de hacer.    

El tiempo dirá si Stone se va a convertir en esa bomba de tiempo que la pintura de Jane anticipó, o eso también era parte del plan del villano para sacarlo del juego. “Cyborg Patrol” nos deja un episodio súper emocional cuando se trata de esta relación entre padre e hijo, las heridas del pasado que no terminan de cerrar, y este miedo constante del joven héroe de perder su humanidad ante el avance del mismo procedimiento que le salvó la vida. También revuelve un poco en las psiques de los protagonistas, más expuestas cuando se trata de atravesar un escenario tan terrorífico como el de la Granja de Hormigas.

La directora Carol Banker pone toda su experiencia televisiva al servicio de un capitulo que puede conjugar a la perfección las rarezas de su entorno (culitos incluidos), los elementos de la “heist movie” y la sensibilidad de sus personajes, el mayor hilo conductor de esta locura comiquera, manteniendo la vara bien estable rumbo a ese final de temporada que, a esta altura, puede virar para cualquier lado.