ANÁLISIS | Disc Room: tan intenso como breve

A estas alturas ya no debería sorprendernos que un juego publicado por Devolver Digital tenga cierto nivel de calidad. A su extenso catálogo de pequeñas joyitas indie hoy se suma este nuevo delirio: una aventura de supervivencia arcadosa donde la muerte está a segundos de distancia, y donde cada nuevo deceso sólo consigue hacernos querer volver a probar. Esto es Disc Room, un juego que se amolda a todo lo que podemos esperar de este sello distribuidor.

Disc Room – Launch Trailer | October 22 | Nintendo Switch + PC

Un extraño y enorme objeto con forma de disco ha aparecido en las cercanías de Júpiter. Un par de osados científicos viaja a las entrañas de esta curiosidad, deseosos de averiguar más acerca de la misma. Lo que encuentran en su interior, sin embargo, será la muerte en forma de enormes discos de sierra que rebotan de un lado al otro en cada habitación. Pero la muerte es apenas un raspón pues, por algún motivo, tras cada final nuestra protagonista regresará a la acción, una y otra vez, tantas veces como sea necesario para desentrañas los secretos del misterioso disco gigante. Esto es Disc Room.

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Y éste es uno de los más fáciles...

Y éste es uno de los más fáciles…

No es nada difícil explicar Disc Room. La idea es sencillamente sobrevivir a docenas de habitaciones cuadradas, cumpliendo los requerimientos de cada una para abrir las puertas a las habitaciones adyacentes. Estos objetivos irán subiendo en dificultad, desde luego; tanto por sus características como las idiosincrasias de la propia habitación en la que nos encontremos. En general la idea es sobrevivir a las arremetidas de los múltiples y letales discos que pueblan cada instancia por un tiempo determinado, pero al poco de avanzar en el juego notaremos que la forma de medir el tiempo varía de maneras muy originales.

En las primeras habitaciones el cronómetro funcionará tal como esperamos, debiendo nosotros preocuparnos por esquivar los peligros del lugar. Más adelante veremos un extraño panel circular central, en el que tendremos que mantenernos para que el reloj siga marcando. En otras oportunidades habrá que recolectar unos misteriosos orbes dorados para acumular tiempo; y finalmente habrá habitaciones en las que el cronómetro sólo avanzará a medida que pisamos las baldosas luminosas bajo nuestros pies. Hay otros elementos que vendrán a dificultarnos la tarea, como por ejemplo habitaciones en la semi-penumbra, y otras cuyas paredes parecen más orgánicas de lo que nos gustaría.

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Peligros en la oscuridad

Peligros en la oscuridad

El otro elemento que vendrá a complicarnos las cosas será la abundante colección de discos que descubriremos en nuestro periplo. Es francamente sorprendente la enorme variedad de formas que pueden tener estas entidades malditas: discos clásicos, discos que se subdividen en discos más pequeños, discos que aceleran de golpe, y mucho más. Catalogar todos estos discos—e incluso morir a causa de los mismos—será de nuestro mayor interés, pues los objetivos de algunas habitaciones específicas requieren que hayamos descubierto y/o perecido por un número específico de estos demonios giratorios.

No estaremos completamente desarmados en nuestra odisea. Ganaremos poderes especiales al morir bajo las hojas de un puñado de discos específicos, y a partir de ese momento podremos valernos de estas habilidades para superar algunos de los desafíos más demandantes. Serán cosas como realizar un barrido salvador, ralentizar el tiempo, crear un clon de nuestra persona, absorber un disco (y liberar un disco previamente absorbido), generar un impulso que repele discos a nuestro alrededor, y hasta teletransportarnos al extremo opuesto de la habitación. De hecho, algunas habitaciones requieren del uso de tal o cual poder para ser superadas, y allí cae uno de los elementos más sorprendentes del juego: es mucho más ingenioso de lo que tiene derecho de ser.

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Ese panel central es la clave de estas habitaciones

Ese panel central es la clave de estas habitaciones

Realmente sorprende cómo un concepto tan simple—y en teoría limitado—ha sido aprovechado de semejante forma. Cada habitación se siente genuinamente única, independiente de todas las demás; ya sea por su propio concepto o por sus requerimientos para abrir las puertas a las próximas instancias. Todo el juego goza de un nivel de calidad técnico notable; aunque ya podíamos esperar algo así de los desarrolladores de High Hell, Heavy Bullets y Minit—todos clásicos de Devolver—que unen fuerzas aquí para darnos un apartado gráfico caricaturesco y una jugabilidad ajustadísima. Los desarrolladores saben que vamos a morir, por eso cada regreso a la acción es instantáneo, como ya lo habíamos experimentado en Super Meat Boy o Hotline Miami.

Pero los desarrolladores también saben que Disc Room puede ser un poquito demasiado intenso para algunos; y por eso añaden al juego un abundante menú especialmente diseñado para alterar la dificultad de la aventura, ya sea ralentizando todo el juego o solamente la velocidad de los discos, entre otras opciones de accesibilidad. Hay que señalar que Disc Room, como juego normal y sin haber descubierto todo al 100%, me llevó tres horas y media para superarlo; tiempo en el que también se incluye una media hora de probar suerte con el Modo Hard que se habilita al llegar al final de la primera aventura. Incluso hay opciones y desafíos para Speedrunning, y yo personalmente ya quiero ver lo que la comunidad de Speedrun logra con esta nueva joyita.

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¡Incluso hay Discos-Jefe!

¡Incluso hay Discos-Jefe!

Realmente no hay nada más que decir. Disc Room es un concepto tan sencillo, y está construido sobre bases tan sólidas, que no queda lugar para críticas de consideración. Criticar su extrema dificultad es ridículo; en parte por la ideología de diseño de Devolver, pero especialmente por las opciones ofrecidas por los propios desarrolladores. Disc Room se siente como una aventura digna de los Arcades: fácil de entender, básico en sus limitados controles, y muy, MUY difícil de dominar. Devolver Digital puede agregar otro pequeño clásico a su catálogo; y nosotros, otro juego a nuestra colección.

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DISC ROOM

22/10/2020 (PC, SWITCH)
9.0

Sobreviví a Disc Room durante aproximadamente 3 horas y media; la hora y media final dedicadas específicamente a repetir las habitaciones más difíciles una y otra vez; y, más tarde, a explorar las primeras habitaciones del endiablado Modo Hard. Disfruté muchísimo del juego, de su concepto, de su estética, y de su creciente desafío; aunque también admito que lo más prudente es encarar sus habitaciones de a poquito, quizá de manera un poco más casual. De una forma u otra, no puedo dejar de recomendarlo.