ANÁLISIS | Curse of the Sea Rats, el “ratoidvania” pensado para grandes y chicos por igual

Curse of the Sea Rats es un metroidvania español que apunta al público joven sin perder de vista al jugador promedio y consigue su objetivo, aunque algunos bugs complican la experiencia.

Cerca de la costa de Irlanda, en 1777, una bruja pirata hechiza a toda la tripulación de un barco que llevaba prisioneros a juicio y los transforma en ratas. El naufragio los deja varados en la costa y, como si todo esto fuera poco, la villana de la historia secuestra al hijo del capitán. Curse of the Sea Rats nos pone en la piel de cuatro prisioneros convertidos en roedores, quienes deben rescatar al niño a cambio de su libertad. Para ello deberán explorar una gigantesca isla repleta de enemigos, jefes gigantescos y secretos por doquier.

Curse of the Sea Rats es uno de los primeros juegos de Petoons Studio que se aleja de sus títulos para niñxs, pero que a su vez hace gala de la vasta experiencia adquirida en sus trabajos anteriores. El resultado se nota a simple vista: personajes dibujados a mano, con diseños bien distintivos y amigables. La historia incluye pequeñas secuencias animadas repletas de detalles y una banda sonora que, en la mayoría de los casos, no pasa desapercibida. Si a esto le sumamos una dificultad desafiante pero bastante balanceada, misiones secundarias y un mapeado extenso, nos queda un metroidvania hecho y derecho.

Al comenzar la aventura, deberemos elegir entre cuatro personajes: Douglas, Buffalo, Akane, o Bussa, pero en los puntos de guardado podremos intercambiarlos con libertad. Cada uno tiene un set de movimientos propios, ataques cuerpo a cuerpo y elementales. Además de la experiencia, que sube de nivel a los cuatro héroes por igual, al derrotar enemigos conseguiremos oro y puntos para mejorar nuestros stats en los árboles de habilidades. La experiencia es compartida, pero los puntos de habilidad no, por lo que sólo los personajes activos podrán utilizarlos. Lejos de ser un problema, esto nos invita a probarlos a todos y a utilizar sus fortalezas y particularidades para superar las batallas más complicadas.

Curse of the Sea Rats es un juego pensado para jugar entre amigxs, por eso permite el juego cooperativo entre hasta 4 jugadores de forma local. Ir limpiando mazmorras y derrotando jefes se vuelve más divertido cuando estamos acompañados, pero la experiencia en solitario es igual de entretenida. En ese sentido, hay que reconocer el trabajo de Petoons Studio para balancear la dificultad, ya sea sólo o acompañado, la dificultad se mantiene igual: desafiante sin llegar a agobiar, salvo en algunas secciones muy particulares de plataformas.

A la hora de la acción, cada personaje tiene una propuesta diferente. Ya sea por su arma de elección o por sus habilidades mágicas, todos tienen algo que aportar a la mezcla. Sin embargo, no es realmente necesario ir cambiando de héroe y podemos completar el juego utilizando siempre el mismo. Las habilidades fundamentales, como el dash aéreo, el super salto o el doble salto, las adquirimos al derrotar ciertos jefes y se desbloquean para todos por igual. Si bien no le juega necesariamente en contra, se siente como una oportunidad desperdiciada que podría haber destacado al “ratoidvania” de Petoons Studio entre el mar de metroidvanias que compiten por nuestro tiempo.

El combate es divertido, los enemigos siempre presentan batalla y ayudan a que la exploración nunca sea aburrida. El diseño de los niveles es intrincado, mientras que la generosa cantidad de paredes falsas y secretos invitan a que sigamos explorando el extenso mapeado. Por su parte, los jefes siempre tienen patrones de ataques que aprender y ostentan un diseño cuidado y atractivo. Sin embargo, al menos en mi experiencia, pueden resultar muy fáciles de “romper” si mejoramos en el árbol cierta combinación de habilidades pasivas. Salvo contadas excepciones, los jefes de la segunda mitad del juego cayeron al primer intento y a espadazo limpio. Era cuestión de esquivar un poco y tomar algunas pociones.

La economía del juego es, en el mejor de los casos, demasiado generosa. Hay zonas que nos permiten subir de nivel rápidamente derrotando siempre a los mismos enemigos que reaparecen al salir y entrar de una habitación. También nos sobrarán los puntos de habilidad y el oro, excepto en las primeras horas. La tienda acepta vender pociones y algunos ítems para misiones secundarias, pero nunca será muy útil. La experiencia y los puntos de habilidad también son fáciles de conseguir y, si bien perdemos una parte al morir al mejor estilo Demon’s Souls, vamos a poder maximizar los árboles de habilidad rápidamente.

Lamentablemente, no todo lo que brilla es oro y, a pesar de ser un juego divertido y artísticamente muy atractivo, Curse of the Sea Rats se ve opacado por varios bugs molestos. En primer lugar, al menos en la versión de Xbox Series, el juego se cierra solo haciéndonos perder el progreso desde el último punto de guardado. Esto sucede al azar, llegando a suceder varias veces seguidas en la Guarida de la Rata Voladora, y puede resultar muy frustrante. A veces los ítems que dejan los enemigos al morir se caen a través de las paredes y, lo que es peor, algunos ítems directamente dejan de funcionar.

Durante las 14 horas que tardé en completarlo, sufrí varios cierres abruptos y experimenté varios bugs. Por ejemplo, conseguí una mochila que me dejaba llevar el doble de ítems, compré el nuevo máximo de pociones y luego de un cierre repentino me volvió a limitar la cantidad como si no tuviera la mochila (que aún figuraba en mi inventario).

Con las puertas cerradas surgió un problema similar, no se podían abrir con las ganzúas. De hecho, casi me quedo afuera de la habitación final, a pesar de tener 3 ganzúas, y solamente abrió tras conseguir una 4ta. Fue como si, internamente, requiriera una llave especial. También encontré un jefe que no podía dañarme, me atacaba y dañaba por uno o dos puntos de vida, y lo pude derrotar quedándome quieto y atacando en el lugar.

Este tipo de bugs no son tan importantes si los comparamos con los que algunos usuarios denuncian en la versión de PC, que incluso pueden dejarnos sin acceso al jefe final (SPOILER: no usen el silbato del mercader si ya entraron al barco) o incluso animaciones bloqueadas que hacen que no podamos atacar o saltar. A esto hay que sumarle que le falta un buen parche con mejoras a la calidad de vida de los jugadores. El mapa no nos permite diferenciar las zonas, las misiones secundarias y NPC no quedan marcados, y tampoco disponemos de marcadores básicos como para hacer nuestros propios recordatorios.

El inventario es un caos absoluto, con los ítems desordenados según como los fuimos consiguiendo, lo que nos obliga a ir hasta el final sólo para utilizar el ítem que acabamos de encontrar. Hay un sistema de atajos para 4 ítems y por suerte los artefactos coleccionables van guardados en otra pantalla, pero no llega a mejorar demasiado la gestión de ítems. Es cierto que no vamos a pasar demasiado tiempo utilizando ítems, pero es una de tantas mejoras a la calidad de vida que necesita Curse of the Sea Rats.

Otro punto en contra es la respuesta poco precisa de los controles. Por lo general no molesta, pero en las secciones de plataformas más afiladas termina siendo un dolor de cabeza. Hay una sección de saltos en la que nos empuja el viento y hay enemigos que vuelan hacia nosotros cuya dificultad no se condice con el resto del juego: Cualquier error equivale a morir y volver al punto de guardado.

Lo mismo sucede en una pequeña sección previa a un jefe en el bosque, donde hay que escalar rápido o morir pero todo se vuelve un caos de errores, muertes y reinicios. Las paredes que el protagonista puede escalar no están bien identificadas, los controles no responden a tiempo y el dash aéreo termina regresándonos al punto de partida por el propio input lag. La forma más sencilla de verlo es cuando un enemigo nos ataca por la espalda, primero sale el golpe y después el input direccional. Como el personaje no puede cambiar de dirección una vez que inició el ataque, lo más probable es que veamos cómo el enemigo nos daña hasta que dejamos de atacar, nos damos vuelta y remediamos el asunto.

Este tipo de problemas, los bugs, el rebalanceo de la economía o incluso las mejoras a la calidad de vida, son solucionables con un posible parche a futuro. De hecho la cuenta oficial de Twitter de Petoons Studio avisó que están recopilando información de bugs y trabajando en actualizaciones. Sin embargo, es imposible negar que la experiencia actual es bastante rústica. El final de la aventura llega un poco de sorpresa y, sin previo aviso, bloquea la posibilidad del viaje rápido y la gran mayoría de los atajos. Al derrotar el último jefe tampoco nos permiten regresar a explorar y completar el resto de las misiones secundarias de manera oficial. La falta de guardado manual en diferentes instancias también nos priva de tener un save de respaldo por las dudas, por lo que el contenido post endgame es actualmente nulo.

Según la página de Kickstarter, Curse of the Sea Rats iba a contar con ciertos modos extra que en la versión de lanzamiento no están presentes. Supuestamente habrá un modo supervivencia llamado “The Ghost Ship”, un modo Hardcore para jugar solo titulado “The Pirate’s Revenge” y, finalmente, un modo New Game + anunciado como “The Eternal Curse”. Al finalizar el juego con el “final bueno” no se desbloqueó nada extra, por lo que asumo que se añadirán en una futura actualización o mi partida se bugeó peor de lo que imaginaba.

Curse of the Sea Rats es un divertido metroidvania pensado para grandes y chicos por igual. Es vistoso, suena y se juega muy bien, y ofrece una propuesta variada. Cuando las cosas funcionan bien es más que entretenido, invita a seguir explorando y hasta resulta muy difícil de dejar. Los jefes ocultos, los secretos y sus guiños a sagas clásicas denotan el cariño y el cuidado con el que fue desarrollado. Sin embargo, los bugs y la falta de pulido general terminan por empañar la experiencia. Con un par de ajustes, y dando por entendido que Petoons Studio va a actualizarlo eventualmente, sería un gran título para quienes estén iniciándose en el género.

PUNTAJE: 6.0/10

Curse of the Sea Rats se lanzó el 6 de abril de 2023 para PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series, Nintendo Switch y PC. Completar la campaña principal me llevó 14 horas en Xbox Series X.