La combinación de estrategia y sigilo no es nueva, pero la búsqueda del balance entre los sistemas es fundamental para que ninguno de ambos quede eclipsado por el otro. La saga Commandos, Desperados, o Shadow Tactics: Blades of the Shogun, son grandes referentes del estilo. Pero ¿qué sucede si al sigilo y la estrategia se les suman enfrentamientos tácticos por turnos y libertad de exploración del mapa? El resultado es Corruption 2029, el nuevo lanzamiento del estudio The Bearded Ladies y sucesor del excelente Mutant Year Zero: Road to Eden.
En una versión distópica de los Estados Unidos sumergida en una guerra sin fin, el jugador toma el control de tres unidades del movimiento Pueblo Unido de America (United People of America o UPA) con el objetivo de desbaratar, de cualquier forma posible, los planes del Nuevo Consejo Americano (New American Council o NAC). No existen grandes diferencias entre los soldados de ambos bandos, ya que en el mundo de Corruption las guerras se combaten con soldados modificados cibernéticamente, que son controlados por generales en forma remota — haciendo una alusión, tal vez, a los juegos de estrategia y el concepto de comandar un ejército sin preocuparnos por las consecuencias de nuestros actos.
Las misiones del juego se dividen en carpetas en las que encontraremos cinco objetivos principales a cumplir, que nos recompensarán con implantes activos o pasivos para mejorar a los soldados, o diferentes tipos de ataques especiales. Cada una de estos objetivos tiene a su vez uno secundario con sus propias recompensas; y si bien las misiones pueden completarse en cualquier orden, se desbloquean progresivamente, por lo es necesario terminar todas las de un nivel para acceder al siguiente.
La exploración del mapa es libre y en tiempo real. En los escenarios podemos encontrar ítems como medkits, granadas configurables (incendiarias o aturdidoras) y explosivos remotos, y notas o laptops que nos otorgan un vistazo más profundo al universo del juego, y al conflicto entre las dos facciones que se debaten el control del país.
En los enfrentamientos tácticos por turnos cada acción consume uno de los dos puntos disponibles, excepto que movamos al personaje a una zona más alejada. Durante el ataque no es posible apuntar a diferentes partes del cuerpo como en otros juegos de este estilo, sino que el éxito de los disparos está establecido por un porcentaje de acierto, que depende de diferentes a parámetros, como la precisión y el rango del arma equipada, y la cobertura del enemigo. Los enfrentamientos son muy entretenidos, y si bien no hay gran variedad de unidades, eso ayuda a aprender rápidamente cuál es la mejor estrategia contra cada una de ellas.
La cámara en tercera persona a veces puede tornarse molesta porque no tiene una opción para acercarse a la acción. Esa falta es particularmente notoria durante los segmentos de exploración porque, en un juego que pone especial énfasis en la mecánica de sigilo, resulta necesaria para ver dónde están los enemigos.
La música es sencilla y sin muchas variaciones. Alterna entre melodías ambientales, que permiten escuchar los pasos de nuestras unidades y las enemigas durante la exploración, y otras más intensas durante las batallas que favorecen la inmersión. Técnicamente Corruption 2029 no es muy demandante: no es necesario tener una máquina de alta gama para jugarlo en 1080p, con todos los filtros activados y sin caídas de cuadros por segundo, pero no es para todas las PC.
Las locaciones de las diferentes misiones se repiten constantemente, lo que significa que vamos a ver los mismos mapas una y otra vez sin ninguna modificación aparente. Esta repetición de mapas y enemigos —sumada a la ausencia de muerte permanente— le quita peso a las decisiones y eventos, y el juego peca de simpleza en muchas misiones que pueden ser completadas en pocos minutos si recurrimos únicamente al sigilo.
Si bien tiene pasajes divertidos y hasta desafiantes no recomendaría Corruption 2029 si no jugaste a Mutant Year Zero, porque no se siente un juego completo, sino más bien una experimentación de los desarrolladores para mejorar los puntos a corregir del anterior.
CORRUPTION 2029
Jugué a Corruption 2029 por 45 horas y sentí, sobre todo al final, la pesadez de la repetición y la falta de contenido. El juego lo probé en una PC de gama media con un procesador I5 4460, 8 Gb RAM y GTX 970.