ANÁLISIS | Bless This Mess S01E01: Piloto

Con toda la oferta televisiva que tienen para brindar las diferentes plataformas de streaming (las establecidas y las que están por venir), al cable y los canales convencionales les toca una tarea difícil a la hora de aportar nuevas ideas, pero también son los que corren con ventaja cuando se trata de ganarse al público masivo. No importa cuántos millones de espectadores consiga “Game of Thrones” durante esta temporada, los números de la TV abierta se siguen quedando con la mejor parte. De ahí que nos llegue esta nueva comedia con pocas luces y originalidad, un poco reciclando viejas fórmulas y arquetipos (y estereotipos) con un humor que poco cala en la actualidad sociopolítica de los Estados Unidos.

“Bless This Mess” es una creación de Elizabeth Meriwether (productora de “New Girl”) y Lake Bell, protagonista junto a Dax Shepard. Ambos conforman la parejita de Rio y Mike, dos neoyorquinos que deciden dejar de lado sus exitosos trabajos -ella es terapeuta, él es periodista musical- y alejarse de la atribulada metrópoli para instalarse en una vieja granja familiar de Nebraska y convertirse en ¡GRANJEROS! Claro que no tienen la menor idea de cómo se hace, ni mucho menos qué hacer con semejante terreno, pero con un año de casados ya están convencidos de que el amor todo lo puede y parten (en contra de lo que puedan opinar sus sensatos parientes) con rumbo a su nuevo hogar.

La casita de ensueño poco y nada tiene que ver con sus fantasías, en cambio, parece una estructura salida de una película de terror clase Z, que se desmorona con solo mirarla fijo. O sea, los problemas comienzan apenas traspasan la puerta de esta nueva aventura, adornada con el cartelito que da nombre a la sitcom de ABC, todo muy premonitorio. ¿Podemos decir que Los Simpson predijeron “Bless This Mess” con su “Homero Granjero”?        

Lake Bell también es la responsable de dirigir y escribir (junto a Meriwether) este capítulo piloto que bebe mucho del humor ingenuo de la década del ochenta. La casa en ruinas y la pareja que se pelea por default, en seguida, nos hace acordar al clásico del cine Shampoo “Hogar, Dulce Hogar” (The Money Pit, 1986), aunque con resultados menos risueños que las locuras de Tom Hanks. Ahí reside el problema principal de esta comedia: su humor, muchas veces anclado en lo caricaturesco de sus personajes principales (un par de yuppies bastante inútiles), y el contraste con los “pueblerinos” y sus costumbres.

Apenas llegados ya tienen vecinos metiches como Rudy (Ed Begley Jr.), un viejo conocido de Mike acostumbrado a usar su baño (¿?), o una pareja que sólo quiere comprarles la propiedad, inservible a la hora de las cosechas futuras. El grupete de personajes extravagantes se completa con Constance (Pam Grier), dueña de la tienda de materiales de construcción y oficial de policía local, entre otras cosas, que suma más absurdo y confusión al conjunto; y la madre de Rio, que mete bocadillos a distancia y no deja de remarcarle a su hija todos esos errores que va cometiendo.

“Bless This Mess” es una comedia demasiado básica para un mercado abarrotado en el cual tenemos que elegir, una que no innova desde ningún aspecto, y cuyos diálogos (y dale con el hombre protector y proveedor) parecen sacados de una novelita de la década del cincuenta, sin importar los propósitos humorísticos que traiga aparejado.

El futuro de esta serie, seguramente, nos traerá mil enredos y peleas para estos dos pececitos fuera del agua que abandonaron las comodidades de la gran ciudad para explorar esta vida más tranquila y campirana. Puede haber una intensión política más profunda por parte de sus creadoras en épocas de Donald Trump, pero estas no logran salir a la luz entre lugares comunes narrativos, actuaciones mediocres y exageradas, y estereotipos un tanto gastados.