The Blair Witch Project fue un cambio de paradigma en la forma de hacer cine de terror. No solo cimentó un género en sí mismo, como lo es el found footage, también fue la primera película en valerse del marketing viral de internet, construyendo una mitología igual de aterradora que la cinta o incluso más. Blair Witch hoy por hoy es una franquicia de culto, películas, videojuegos, novelas y un largo etcétera. Sin embargo, ninguno de estos desprendimientos repitió el éxito de la película original. El nuevo juego de Bloober Team tampoco lo hace e incluso está lejos de ser un videojuego obligado dentro del género, pero eso no quita que se trata de un gran título de terror que ofrece un miedo visceral al que pocos llegan.
Sin más preámbulos, les cuento que este survival horror en primera persona nos traslada a 1996, al corazón de los bosques de Black Hills, territorio del pueblo de Blair, ahora conocido como Burkittsville. Los jugadores tomamos el rol de Ellis, un expolicía que sale en la búsqueda de un niño desaparecido.
Con cámara en mano, como no podría ser de otra forma en esta franquicia, vamos a seguir la pista de la desaparición, acompañados de nuestro fiel amigo Bullet, un pastor alemán que hará de nuestros ojos en el laberíntico bosque. Blair Witch es muy fiel a las películas en ambientación y mitología, pero tiene una historia más intimista y psicológica, como pasa en todos los juegos de Bloober Team (Layers of Fear, Observer).
Para evitar ser una mera aventura de paseos, Blair Witch se vale de mecánicas de exploración, investigación y combate. La jugabilidad no es profunda, pero sí interesante. Además, Bloober Team se guarda varios trucos bajo la manga en cuestión de diseño para hacer de la experiencia algo original.
Bullet nos acompaña durante nuestro paseo por el bosque y es quien nos guía, apuntando a pistas o simplemente marcando el camino. Tenemos una rueda de instrucciones para darle a nuestro amigo y aunque nunca llega a ser un sistema de rastreo y exploración profundo, la relación que forjamos con el pichicho funciona, al punto que nos comprometemos a protegerlo a él tanto como a nosotros. A veces la IA tiene bugs y hay que tenerle un poco de paciencia al pobre, pero esto no afecta a la química que tiene con Ellis. Bullet es de esos personajes secundarios a los que terminamos teniéndole mucho afecto.
Otra mecánica central de la aventura son las cintas de video. Tenemos una cámara que nos acompaña en situaciones oscuras, como en Outlast, pero que también nos permite alterar la realidad. Toparnos con una de estas cintas implica resolver un puzle, a veces más más interesante que otras. En general, el diseño de puzles es irregular y repetitivo. Hay momentos realmente inspirados, que casi nos sentimos un detective, y son los que se quedan con nosotros.
Algo similar pasa con el “combate”. La mecánica de enfrentar enemigos tiene más posibilidades de las que parece a simple vista, pero eso no alcanza como para que se sienta interesante. En el bosque nos acecharán sombras que se esconden entre los árboles y son débiles a la luz. Nuestra linterna es el arma más obvia, pero hay otras estrategias que será mejor que cada jugador descubra.
Enfrentar enemigos se siente fuera de lugar, un obstáculo poco inspirado para estirar un poco la aventura. Lo interesante de Blair Witch es que el juego monitorea nuestra forma de encarar el peligro y con ello determina el final. Hay 4 finales posibles y bastantes secretos por descubrir. Los jugadores más coleccionistas encontrarán un incentivo para rejugar Blair Witch al menos una vez.
El diseño de niveles da en el clavo, como no puede ser de otra forma viniendo de Bloober Team. Blair Witch propone que nos sintamos perdidos en un bosque que se siente maldito, se siente vivo. La sensación de esta recorriendo un laberinto es constante y la atmósfera opresora ayuda a que nos sintamos desconsolados. Como sucede con los juegos de la saga Layers of Fear, el bosque es un mapa que se siente inconmensurable y nos marea, pero que en el fondo siempre nos está llevando de la mano.
Aunque no hace falta conocer de Blair Witch para disfrutar el videojuego, hay detalles que se pierden si no vimos las películas. De hecho, el fanático va a disfrutar especialmente de la atmósfera y del tinte cinematrográfico de la aventura. El capítulo final es una clase magistral de cómo hacer un juego de terror que dé miedo verdadero, que aunque se nota inspirado en P.T., se despega para bien y se siente fresco.
Finalmente, nos toca hablar del apartado técnico. En su momento, este título llegó a PC con un montón de problemas que necesitaron varios parches para solucionarse. Estos problemas hoy en día están resueltos y el port de Switch refleja ese esfuerzo. Cualquier problema grave de IA que tenía el juego durante sus primeras semanas no está presente en la versión de consolas.
Blair Witch en Nintendo Switch se ve muy bien, especialmente si jugamos en modo handheld. Nos cuesta creer como un juego tan oscuro y tan detallado a nivel gráfico consigue jugarse tan cómodamente en una pantalla tan pequeña. Jugando en la TV, en modo docked, el rendimiento en términos de frames por segundo es el mismo, lo que cambia es que comienza a notarse el downgrade gráfico con respecto a las versiones de PlayStation 4 o Xbox One. Y ni les digo si comparan con PC.
Las texturas en Switch se ven lavadas por momentos y a veces los efectos de iluminación son irregulares. Pero acá estoy hilando muy fino. Considerando que el hardware de la híbrida de Nintendo es inferior, el trabajo que hizo Bloober Team con el port es más que respetable. Sin dudas, Blair Witch es una gran adhesión a la biblioteca de cualquier usuario de Switch que quiera jugar algo de terror. No hay muchas opciones en el catálogo y pocas son tan atmosféricas y se ven tan bien como este juego.
Blair Witch, ante todo, es una aventura cargada de buenas ideas. Es un juego atractivo para fanáticos de la saga y de los juegos de terror por igual. No hay mejor momento para jugarlo que ahora, que está disponible en todas las plataformas y con sus bugs solucionados.
Es un soplo de aire fresco, una experiencia en primera persona que no cae en el refrito de ser un simulador de caminatas plagado de jumpscares. Conjuga bien sus sustos y se vale de la atmósfera y lo psicológico para generar miedo. Incluso con sus altibajos, hay secuencias que resultan ser de lo mejor que existe en terror en videojuegos en primera persona. Una vez más, queda claro que lo mejor que sabe hacer Bloober Team es asustar.