Mr. World también lo sabe, de ahí que se encapriche por doblegar a este mortal que se paró del lado de su enemigo. Esta es la tarea de Mr. Town, atormentarlo hasta hacerlo entrar en razón, conocer sus verdaderas intenciones, y demostrarle que está jugando para el equipo perdedor. La sesión de tortura hace que Shadow se pierda en sus recuerdos de juventud, un viaje al pasado que nos muestra cuando llegó junto a su madre (Olunike Adeliyi) desde Francia a la Tierra de los Sueños (léase Nueva York), atravesando momentos duros cargados de racismo, discriminación y rechazo por parte de su propia comunidad.
La ausencia de su padre (del cual no sabe su verdadera identidad) y la enfermedad de su mamá -quien termina muriendo de cáncer-, empujaron a Shadow hasta la fe, y un primer encuentro con Wednesday que, de manera inconsciente, empezó a marcar este camino. Todavía quedan muchas preguntas por responder, pero sumando uno más uno, ya queda claro por dónde vienen los parentescos, ¿no?
Wednesday y Mr. Nancy salen en busca de Moon, pero también lo hace su ex esposa. Laura sólo volvió a la vida para protegerlo (¿y tener un poquito de redención?) y hará lo que sea para salvarlo de las garras de sus captores. Ella y Mad Sweeney salen a la ruta con esta misión en mente, volviendo a crear esa dinámica que enriquece el show, pero que ya se está volviendo un tanto repetitiva. Ambos están unidos por la moneda del leprechaun que la ‘zombificó’, pero también por su perseverancia. Ni Laura va a descansar hasta recuperar a su marido, ni Sweeney hasta recobrar su suerte.
Pronto descubrimos que Shadow está cautivo en un tren que se desplaza a grandes velocidades, un impedimento que Mad Sweeney logra superar con sus poderes, aunque Wednesday también tiene sus planes para detenerlo. Ahí nos quedamos, antes (o durante) un choque violento, y un cliffhanger que despierta un poco nuestra inquietud. Sólo un poco, ya que esta temporada avanza a cuentagotas y parece esmerarse en retrasar cada uno de los acontecimientos importantes.
Por el lado de los malos también hay demoras, ya que Mr. World carece de su arma más poderosa: Media, o los medios de comunicación, que corrió con la cola entre las patas después del primer encontronazo con Odín. Es la tarea de Techincal Boy encontrarla y ‘persuadirla’ para que vuelva a la batalla, una jugarreta narrativa para justificar la partida de Gillian Anderson y el reemplazo por una nueva actriz. Más retrasos en la trama.
Sumemos la reunión de Mr. World con Bilquis y una posible futura traición, y listo, es todo lo que tiene para ofrecer ‘The Beguiling Man’, otro capítulo que se queda a mitad de camino, dejándonos añorando la profundidad temática y el desarrollo de los protagonistas de la primera temporada. ¿Habrá sido un error estirar una novela más allá de sus páginas? Al principio la cosa parecía funcionar, sobre todo con personajes como Laura, pero ya no estamos tan seguros y preocupa que el tedio, la repetición y la forma ganen esta partida.