Girls with guns es un género en sí mismo que, incluya armas de fuego o no, engloba a todas las películas de acción, artes marciales y balacera con protagonistas femeninas fuertes. Este tipo de cine tiene ejemplos imperdibles y directores dedicados (Luc Besson, el obligado, Tarantino también, Robert Rodriguez puede ser), pero hoy nos vamos a centrar en el catálogo de Netflix, que guarda estas 10 joyitas que no podés dejar de ver.
Saga Resident Evil (2002)
The Final Chapter, la conclusión de esta historia, todavía está ausente del catálogo de Netflix, pero eso no quita que podamos pegarnos una panzada con las cinco primeras películas de la saga Resident Evil, nefastas en varios sentidos, a pesar de que Milla Jovovich y toda su actitud y sensualidad justifican verlas. Esta adaptación totalmente libre de la saga survival horror de Capcom comenzó con dos películas de acción muy buenas –de hecho, la segunda, tiene fanservice a la altura– y se terminó convirtiendo en una burla de sí misma. En las últimas dos películas hay coreografías imposibles, armas que disparan monedas, peleas bajo la lluvia –para ser más sexys– y un sinfín de situaciones imposibles que son puro pochoclo y que las convierten en un deleite si se las ve como producciones clase B (y solo si se las ve así, a pesar de que tienen fangotes de dólares en la producción.)
The Extraordinary Adventures of Adele Blanc-Sec (2010)
Luc Besson es el más pochoclero de los directores franceses y también un sinónimo de mujeres rudas con armas. Las Aventuras de Adele es de sus películas más tapadas, pero no por eso menos recomendables. Con un poco de ficción especulativa y fantasía moderna, la historia nos presenta a Adele, una periodista parisina de principios del Siglo XX que viaja a Egipto a luchar contra un ejército de momias. Mientras tanto, su ciudad natal es azotada por un pterodáctilo. Me olvidé de mencionar que también hay telepatía y parapsicología. En fin, no todos los días vemos una de acción bien “de época”. Es divertida y comiquera y muy bella de ver.
Tierra de Nadie (Sicario, 2015)
Kate Macer (Emily Blunt) es una agente del FBI muy idealista que se la contra una pared al meterse en la guerra contra el narcotráfico en la frontera de Estados Unidos con México. Kate terminará cuestionándose sus convicciones, especialmente al lidiar con sus compañeros de trabajo, un ‘asesor’ llamado Alejandro (Benicio del Toro) y otro agente llamado Matt (Josh Brolin). El director Denis Villeneuve maneja una tensión constante en un thriller que aunque es lento, captura desde el inicio y tiene lugar para el drama y el realismo.
Los Juegos del Hambre (2012)
No vas a poder maratonearte Los Juegos del Hambre completa en Netflix, pero al menos sí vas a poder ver las tres primeras al hilo. Para el final, vas a tener que buscar en otro lado. No es casualidad que esta versión americanizada y edulcorada de Battle Royale la haya pegado tanto entre los adolescentes: Katniss (Jennifer Lawrence) es la heroína que muchas jóvenes quieren ser, aquella capaz de darlo todo por quienes ama, sensible, pero ruda, sin perder su sensualidad. Una heroína de manual, claro. Creo que pueden oler que “Los Juegos del Hambre” es una saga que nunca me convenció, pero las películas se dejan ver y son entretenidas.
Fight Valley (2016)
Peleas de chicas en un ring… esto no es GLOW ni algo parecido, de hecho, Fight Valley no es una película precisamente genial, pero cuenta con un detalle interesante: el elenco está conformado por luchadoras profesionales de MMA, entre ellas Miesha Tate, Holly Holm y Cris Cyborg. Es la historia de Windsor (Susie Celek), una joven que quiere vengar la muerte de su amiga, fallecida en una pelea clandestina. Claro que ella no es luchadora, así que deberá entrenar con una campeona, Jabs (Miesha Tate), y empezar a hacerse un nombre en el Valle de Lucha.
Lucy (2014)
Luc Besson convierte a Scarlet Johansson en una mula de droga que pasa a ser un ser súper humano que está más allá de todo. Lucy es ciencia ficción sin cerebro, fantasiosa, y súper entretenida de ver –si no buscas sustento científico, claro está– que no puede ser mejor definida que como una película de acción con corazón clase B, pero de producciones millonarias. Es ingeniosa, es cómica y hasta atrevida y sorprendente. Imposible no disfrutarla si amas lo bizarro.
El Tigre y el Dragón (2000)
Las secuencias de acción y las coreografías marciales de El Tigre y el Dragón son todo un deleite. Feminista y decidida, la película nos presenta a una joven que tiene más ansias de vivir aventuras que de casarse y cumplir su “deber de mujer”. Una historia salvaje, pero también romántica, que se desencadena con la mera excusa de reguardar un arma, la Espada Celestial, y que tiene poco que ver con eso, ya que es más una fábula de la épica, el honor, el drama y el amor que algunos tintes de fantasía.
Salt (2010)
Angelina Jolie siempre rinde en el rol de la chica violenta de turno. En Salt se viste de una agente de la CIA prácticamente indestructible, que por momentos nos hace creer que estamos viendo una de Wonder Woman y no una de acción, disparos y conspiraciones rusas. Salt es una película entretenida gracias a sus escenas de acción y a su ritmo, siempre por encima del espectador, lo que la vuelve muy pochoclera y disfrutable.
Inframundo (2003)
A esta altura, la saga Underworld cuenta con cinco películas, pero en Netflix solo tenemos la primera, Evolución (la segunda) y Despertar, que es la secuela de Evolución, pero la cuarta en ser estrenada. La protagonista acá es Selene, una sexy y atropellada vampiresa encarnada por Kate Beckinsale. En Underworld, la lucha ancestral –y muy típica– entre vampiros y hombres lobo toma un giro inesperado cuando Selene va tras un humano que están utilizando los lobos para experimentación. En el afán de rescatarlo, Selene develará fuertes revelaciones del origen de su raza y de su propio linaje. Se trata de una saga que derrocha mucha balacera y violencia, podría tener personajes más trabajados, pero la cuota de acción está al día y eso es lo que nos importa para recomendarla.
Kill Bill Vol. 1 y Vol. 2 (2003 – 2004)
Tarantino siempre se caracterizó por tener mujeres que toman la batuta en sus películas. La Novia, sin dudas, es uno de sus mejores personajes: decidida, despiadada, cínica y hasta carismática, ninguna buena nota de películas de acción con mujeres como protagonistas estaría completa sin la duología de venganza, honor y superviolencia que es Kill Bill. Con una primera parte frenética y divertida que despliega acción a raudales, la secuela es más contemplativa y ahonda en las motivaciones y sentidos se los personajes. No te pierdas por nada del mundo esta proeza de una mujer que solo quiere despedazar –literalmente– a quien arruinó su boda.