El cine es una forma de expresión artística y, como tal, es el medio canalizador para todo tipo de creativos que, muchas veces, eligen expresar sus pulsiones más perversas. Tal es el caso de estas 10 películas, muchas de ellas pertenecientes a la corriente creativa que llamamos ‘cine de explotación’, que se atreven a incursionar en los instintos más bajos de las personas, para colmo, de manera explícita. Varios de estos films no pudieron editados comercialmente en algunos países ni aunque se los censure porque su contenido ofensivo es tal, que si lo recortamos no nos queda película. Y vos, Maldito Nerd, ¿Viste alguna de estas?
Serie Guinea Pig (1985 – 1988)
Guinea Pig es una serie de siete películas producida por el mangaka Hideshi Hino (a quien mencionamos en la nota de arte japonés extremo), quien buscaba llevar al cine su trabajo de tinta y papel. Las películas son un espectáculo gore de desmembramientos y tortura de todo tipo, muy al estilo de película snuff. De hecho, la saga pasó a la infamia primero en Japón cuando se encontraron copias de las películas entre las pertenencias de Tsutomu Miyazaki, asesino serial japonés que actúo durante los años 90, con crímenes que incluyeron la antropofagia, necrofilia y otras aberraciones. En occidente recibió atención mediática cuando Charlie Sheen vio una de las películas y terminé denunciando a su amigo Chris Gore (¡qué oportuno el apellido!) porque creyó que eran películas snuff.
Cannibal Holocaust (Ruggero Deodato, 1980)
Film italiano muy controvertido porque su filmación implicó el sacrificio de animales. La trama nos cuenta cómo un grupo de documentaristas enfrentó el peor de los destinos cuando se internó en el Amazonas para documentar a unas tribus caníbales. Por donde se la mire, desborda de violencia hiper gráfica y sexual. Quitando de lado todo tipo de controversia y mal gusto, la película fue muy significativa para el género found footage y de las primeras en incursionar en lo que es el falso documental, aunque en su caso las tomas de este tipo se usaban a modo de flashback.
Pink Flamingos (John Waters, 1972)
La afamada drag queen Divine es ella misma, aunque bastante más perversa y criminal, en Pink Flamingos, una comedia negra norteamericana objeto de infinidad de controversias por atreverse a mostrar explícitamente todo tipo de malgustos. En el film, Divine tiene el “honor” de ser considerada la persona más asquerosa del mundo. Y como bien se dice: “De tu envidia nace mi fama”, Divine tiene sus detractores –una pareja, que venden bebés a lesbianas y droga en las escuelas, quiere sacarle el puesto y convertirse en los más turbios. Divine no va a dejar que se salgan con la suya. Pink Flamingos es un espectáculo de violencia, sexo, escatología, masturbación, gula y otro tipo de excesos. De muy mal gusto, seguro, pero también toda una película de culto.
La Naranja Mecánica (A Clockwork Orange, Stanley Kubrick, 1971)
Para generar crítica social, no hay nada mejor que el impacto gráfico. De esta forma, Kubrick orquestó una película increíble, adaptación de la novela homónima de 1962, escrita por Anthony Burgess, que retrata la violencia social, las técnicas de la psicología conductista y el vandalismo adolescente a modo de denuncia. Todas estas fechorías nos llegan relatadas por Alex (Malcolm McDowell), protagonista del film, un joven que gusta de la música clásica, el vandalismo, la violación y lo que se conoce como “ultra-violencia”. El film marcó un antes y un después en el tipo de control que se aplica a la violencia en el cine americano.
A Serbian Film (Srdjan Spasojevic, 2010)
Milo es un actor porno retirado que vive con su mujer y su hijo. Ahogados en deudas, Milo se ve obligado a volver a las cámaras, esta vez para participar en un film porno experimental… quizás demasiado experimental. No pasa mucho hasta que Milo termina envuelto en un espiral descendiente de drogas, sexo, violencia, pedofilia y otras atrocidades que nos llegan a los espectadores de forma más que explicita. La película fue objeto de todo tipo de censura en muchísimos países y en Serbia su director respondió a acciones legales, acusado de dañar la moral. Las escenas de pedofilia y necrofilia fueron las que particularmente pusieron el grito en el cielo. No es para menos.
Nekromantik (Jörg Buttgereit, 1987)
Desde Alemania, con amor… ¡y qué amor! Si pensamos en películas que incursionan en la necrofilia, Nekromantik es la que obligatoriamente nos viene a la mente. El film es una comedia softcore que se anima a retratar la vida sexual de una pareja, Rob y Betty, que gusta de practicar necrofilia aprovechando que él trabaja en una morgue. La película alcanza su clímax cuando ensayan un trío junto a un cadáver. La película permanece prohibida en numerosos países.
Ichi the Killer (Takashi Miike, 2001)
Takashi Miike ya había conseguido atención con Audition (1999), un film bastante explícito en el que se destacaba una escena de tortura y desmembramiento de duración pausada. Claro que no es nada comparada con Ichi the Killer película que se proyectó ante un público al que se le entregaban bolsas para vomitar por si las dudas… Basado en el manga homónimo de Hideo Yamamoto, el film sigue a Ichi, un hombre con problemas mentales que es manipulado para cometer los crímenes más atroces. Si Ichi te agarra, es capaz de convertirte en picadillo… literalmente.
The Last House on the Left (Wes Craven, 1972)
Existen muchísimas versiones de The Last House of the Left, la mayoría de ellas tienen removida uno o dos escenas de violación bastante explicitas y ofensivas. El film representa el debut cinematográfico del director Wes Craven y es considerado una de las bases primitivas del género slasher por sembrar terror en los espectadores con un grupo de asesinos psicópatas, que asechan a dos chicas hasta el hartazgo, sin recurrir a ningún tipo de elemento sobrenatural. De producción baja, lo que le suma una suciedad y un realismo grotesco a las escenas, fue bien recibida por la crítica y los fanáticos del momento, a pesar de ser prohibida en multitud de países.
Thriller – A Cruel Picture (Bo Arne Vibenius, 1973)
El rape and revenge siempre es objeto de muchísimas controversias. Pude haber elegido muchísimas películas del género para esta nota, pero finalmente me decanté por Thriller, un film sueco no tan comentado, pero sí muy atrevido. Ganó fama por nuestros pagos cuando Quentin Tarantino declaró que el personaje de Elle para Kill Bill está inspirado en la protagonista de Thriller. Para que entiendan mejor, les cuento que está película de exploitation nos cuenta la historia de una joven tuerta que termina siendo esclavizada en un prostíbulo luego de que le inculcaran la adicción por la heroína. La película fue prohibida y cuestionada por las escenas de sexo explicitas y por el momento en el que la protagonista pierde el ojo, bastante gráfico de por sí, y abucheado porque se cree que se usó un cadáver real para recrearlo.
Saló o los 120 días de Sodoma (Pier Paolo Pasolini, 1975)
Repulsiva en muchos sentidos, Saló es de las películas más atrevidas y de mayor mal gusto en la historia, si no es la peor. El argumento de Saló es una mera excusa para una sucesión de escenas nauseabundas que van harían voltear al propio Marqués de Sade y que exploran, metafóricamente según Pasolini, el control del ejército y las atrocidades ejecutadas por el fascismo y otros regímenes totalitarios. El film exhibe tortura, violencia –sexual, psíquica y física – y una conocida escena de coprofagia entre otras cochinadas. Continúa prohibida en varios países y en otros fue editada, muchos años después de su estreno inicial.